Por Luis Flores
La Miss Bolivia Juliana Barrientos, tras quedar entre las 12 más bellas del planeta en el Miss Universo 2024, compartió un video en el que rompe en llanto. El momento que debió ser de alegría se tornó en un estallido de presión psicológica por la lluvia de críticas, a través de las redes sociales, por la elección del vestido de gala en el certamen.
“Las redes han incrementado la presión social, antes no era tan perceptivo, ahora sí se nota bastante la presión social en redes sociales, porque es lo actual, lo moderno y lo que está en constante movimiento. Esto puede ayudar a hacer crecer a una persona, como también a que caiga abruptamente”, sostiene Marcelo Bustamante, psicólogo y docente de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
La Fundación Mapfre y la Universidad de Deusto analizaron los efectos de las críticas en redes sociales en el estudio “Comentarios negativos en las redes sociales”, basado en una encuesta a 2.520 adultos usuarios de plataformas como Instagram, Facebook y Twitter. El estudio revela que más del 55% de los usuarios reciben comentarios negativos, el 46% de estos se dirigen a ideas y surgen del enfado, y el 40% provienen de cuentas anónimas.
Celebridades, artistas, músicos, influencers e incluso personas comunes son víctimas frecuentes del asedio de internautas que se sienten con el derecho de criticarlos. En el caso reciente de Kylian Mbappé, uno de los mejores futbolistas del mundo, la no convocatoria a la selección francesa, generó una serie de especulaciones que incluso levantaron rumores sobre su salud mental. El entrenador Didier Deschamps, en conferencia de prensa comentó que el jugador “está atravesando una situación complicada” y aunque no confirmó si sufre depresión, destacó que “la salud mental influye en el rendimiento de cualquier jugador.
“El fútbol no es solo físico, la mente también juega un papel crucial”, afirmó Deschamps en otra entrevista en el programa Telefoot de TF1.
El especialista boliviano advierte que todas las personas están expuestas a los efectos nocivos de las redes sociales.
“Al hablar de la competitividad moderna, no solamente hablamos de la competencia personal, sino también se debe tomar en cuenta la influencia de las opiniones de las personas en las redes sociales y que de cierto modo les afecta en gran manera”, comenta el psicólogo.
El informe “La salud mental en la era digital” de Mental Health Europe (Salud Mental Europa) alerta sobre los efectos nocivos de las redes sociales, a pesar de sus innumerables ventajas y virtudes.
“A pesar de las ventajas y del potencial de las redes sociales, algunos estudios también muestran una relación entre el uso intensivo de las redes sociales y un mayor riesgo de sufrir depresión, ansiedad, soledad, autolesiones e incluso pensamientos suicidas. Existen múltiples vías a través de las cuales las redes sociales pueden causar problemas de salud mental”, se lee en el texto.
Por ello, el psicólogo llama a la población a ser responsables con los comentarios o mensajes que se dejan en las redes, porque pueden afectar la salud mental de cualquier persona.
“Nosotros como sociedad no nos damos cuenta del efecto que podemos causar. En el caso práctico de la Miss Bolivia, ella ha desempeñado una muy excelente función, gran papel, y ha dado lo mejor de sí, pero a pesar de eso, nosotros con las redes sociales, la hemos empezado a bombardear con todo lo negativo, sin valorar lo que hizo”.
Cerrar tus redes sociales
Otro caso similar fue el de la cantante argentina María Becerra, quien cerró por completo sus redes sociales, debido a la presión, críticas y los comentarios negativos que afectaban su salud mental.
“Me voy de esta red social. He luchado mucho con mi salud mental en esta gira por Europa, se siente horrible todo esto, experimente desde ataques de llanto hasta ataques de ansiedad y pánico”, escribió en su cuenta de la red social X.
Algunas personas siguen ese ejemplo y viven sin contacto con las redes sociales, por diferentes razones, como la adicción al contenido, o estar vulnerable a los ciberataques y el ciberbullying, concluye Bustamante.