Ciencia que sana: estudiantes de Bioquímica y Farmacia crean un bálsamo de cúrcuma para aliviar el resfrío

By Antonio Ortega

Estudiantes de Bioquímica y Farmacia de Unifranz crean productos médicos a partir de la cúrcuma.

En los laboratorios de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz La Paz, un grupo de jóvenes decidió transformar un reto académico en una oportunidad para aportar bienestar a la sociedad. Su trabajo no solo destacó por su innovación, sino que además fue uno de los ganadores de la V Jornada de Investigación Unifranz.

“Los trabajos de investigación e innovación, como el ungüento de cúrcuma que obtuvo el primer lugar en las jornadas científicas nacionales, tienen una relevancia social profunda. Vinculan el conocimiento científico con las necesidades reales de la comunidad, promueven alternativas terapéuticas naturales, accesibles y sostenibles, fortaleciendo la salud pública y potenciando la producción local”, explicó Leslie Vidaurre, docente y guía de la carrera.

La propuesta nace de una idea simple pero poderosa: aprovechar los beneficios terapéuticos de la cúrcuma, una planta ancestral, para ofrecer un remedio natural y accesible frente a una dolencia tan común como el resfrío. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Bolivia el 41,6 % de los niños menores de cinco años presentó infecciones respiratorias agudas (IRA) en 2017, lo que muestra la magnitud del problema de salud pública que enfrenta el país.

Este bálsamo, que tiene varias presentaciones, busca aliviar síntomas como la congestión nasal, el dolor muscular y la irritación de garganta. Aunque el resfrío común no tiene una cura definitiva, esta alternativa natural ayuda a mitigar las molestias y favorecer una recuperación más rápida, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

La estudiante Adriana Luna Hilarión es una de las mentes detrás del proyecto que ha llamado la atención por su sencillez, efectividad y compromiso con la salud natural. “Fue un reto, pero logramos hacerlo”, comenta con orgullo al recordar las largas horas de ensayo y error que implicó la formulación del producto.

La cúrcuma (Curcuma longa) es reconocida por la medicina tradicional como un verdadero tesoro terapéutico. Fortalece el sistema inmunológico, combate procesos inflamatorios y, en combinación con otros componentes naturales, ofrece efectos calmantes. Integrarla en un bálsamo fue una apuesta que fusiona conocimiento científico y sabiduría ancestral, una combinación que —para Adriana— resulta esencial para avanzar hacia una salud más integral y sostenible.

El desarrollo del bálsamo implicó rigurosas etapas de investigación, formulación y evaluación. “Analizamos la textura, el aroma, la estabilidad del producto y, sobre todo, garantizamos su seguridad para la aplicación”, explica la joven investigadora.

El resultado es un bálsamo suave, de rápida absorción y agradable fragancia, pensado para brindar alivio de manera efectiva y natural.

Más allá de sus beneficios terapéuticos, esta experiencia demuestra el valor del modelo educativo “Aprender Haciendo” de Unifranz. “A través de este enfoque, los estudiantes dejan de ser receptores pasivos de información para convertirse en protagonistas de su aprendizaje. Desarrollan competencias científicas, técnicas y humanas. El trabajo con el ungüento de cúrcuma es un ejemplo de cómo esta metodología fortalece el pensamiento crítico, la autonomía y la capacidad de resolver problemas reales con base en la evidencia”, concluyó la docente Leslie Vidaurre

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