Zero Smoke: innovación estudiantil contra el tabaquismo en Bolivia, un país que pierde más de 4.600 vidas al año por este habito

By Diego Andrés Sabat

Dejar de fumar no es fácil. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 60% de los fumadores a nivel global manifiestan el deseo de abandonar el tabaco, pero apenas el 30% logra hacerlo con éxito en algún intento. En Bolivia, la situación es crítica: el consumo de tabaco provoca la muerte de más de 4.600 personas al año, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud y la OPS (2023).

En este contexto nació Zero Smoke, un proyecto integrador desarrollado por Daleska Terán, estudiante de octavo semestre de Ingeniería de Sistemas en Unifranz Cochabamba. Se trata de una plataforma tecnológica integral, compuesta por una página web y una aplicación móvil, que acompaña a las personas en su proceso para dejar de fumar.

“Zero Smoke busca ofrecer un tratamiento completamente personalizado. El usuario puede realizar un test para conocer su nivel de dependencia al tabaco y, en base a esos resultados, acceder a planes de actividades validados científicamente, como técnicas de respiración o ejercicios de distracción. Mi objetivo es que la tecnología se convierta en un apoyo real para quienes desean dejar este hábito”, explica Terán.

¿Qué es un proyecto integrador?

En Unifranz, los proyectos integradores son espacios académicos que permiten a los estudiantes aplicar lo aprendido en el aula para responder a un problema real, ya sea social, tecnológico o empresarial. De esta forma, se convierten en una plataforma de innovación aplicada.

Para Fabiola Cadima, directora de la carrera de Ingeniería de Sistemas, estos proyectos son clave en la formación:

“Los proyectos integradores son el corazón del modelo de aprender haciendo. Los estudiantes no solo programan o diseñan sistemas, sino que se vinculan con la realidad y buscan transformar la vida de las personas a través de la tecnología”, afirma.

Innovación con propósito

Zero Smoke no se limita a ser una aplicación estándar. Daleska ha integrado entrevistas con fumadores y la asesoría de profesionales médicos para garantizar que las recomendaciones tengan base científica y sean realmente útiles. Además, trabaja en un modelo de inteligencia artificial que permitirá ofrecer planes aún más personalizados para cada usuario.

La estudiante reconoce que su motivación provino de una experiencia cercana:

“Estuve muy cerca de una persona que luchaba con el tabaquismo. Pude ver cómo no solo afecta la salud del fumador, sino también su entorno. Esa vivencia me impulsó a desarrollar una herramienta que acompañe a quienes quieren cambiar su vida”, relata.

Tecnología boliviana con impacto social

El tabaco es una de las principales causas de enfermedades crónicas en Bolivia, como el cáncer de pulmón, la EPOC y afecciones cardiovasculares. Según la OMS, el consumo de tabaco mata a más de 8 millones de personas al año en el mundo, y en Bolivia la prevalencia del hábito sigue siendo alta entre jóvenes y adultos.

En este panorama, Zero Smoke se proyecta como una iniciativa con alto impacto social. Nació como un proyecto académico, pero ya cuenta con una versión funcional y la posibilidad de convertirse en una herramienta disponible a gran escala.

“El proyecto sigue creciendo conmigo. Siento que lo que empezó como un trabajo universitario puede convertirse en un apoyo real para miles de personas en Bolivia y más allá”, afirma Terán.

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