Telemedicina que acerca esperanza: apoyo integral a estudiantes con discapacidad en Charaña

En el altiplano boliviano, a más de 4.000 metros de altura y a 230 kilómetros de la ciudad de La Paz, se encuentra el municipio de Charaña. Una región fronteriza marcada por el frío, las distancias y la dificultad de acceder a servicios básicos como la salud y la educación. Allí, un grupo de estudiantes de la Unidad Educativa Ladislao Cabrera vivió una experiencia que está transformando su vida: la incorporación de la telemedicina como herramienta de apoyo en su atención integral, gracias a un proyecto impulsado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“Nuestro proyecto consistió en implementar la telemedicina como una herramienta de apoyo en la atención integral de estudiantes de la Unidad Educativa Ladislao Cabrera de Charaña. Desarrollamos estrategias inclusivas a través de alianzas estratégicas con médicos especialistas de Unifranz, quienes aportaron con su experiencia en el área de discapacidad, combinando la tecnología con un enfoque humano y participativo”, explica Miriam Bautista, docente de la carrera de Medicina de Unifranz.
Los resultados, asegura, fueron alentadores: mayor accesibilidad a la atención en salud vinculada a la discapacidad intelectual, fortalecimiento de la comunicación entre profesionales y familias, y una mejora notable en la calidad de vida y en el proceso de aprendizaje de los estudiantes.
La realidad que dio origen al proyecto
La semilla de esta iniciativa nació de una experiencia personal. En 2023, durante su año de servicio social obligatorio, Bautista trabajó en el área de salud familiar comunitaria intercultural en Charaña. En una de sus visitas conoció a una mujer de 62 años con discapacidad intelectual que vivía aislada, sin documento de identidad y en condiciones de extrema vulnerabilidad.
“Ese encuentro me marcó profundamente. Comprendí que muchas personas con discapacidad en áreas rurales no solo carecen de atención médica, sino también de reconocimiento legal y social. Esa realidad me impulsó a iniciar campañas de identificación junto a autoridades locales y profesionales de salud. A partir de allí surgió la necesidad de crear un proyecto más amplio, con la participación de estudiantes de Unifranz, que integrara la telemedicina para dar respuestas concretas a los estudiantes con discapacidad del municipio”, relata Bautista.
Con el apoyo del director de la Unidad Educativa Ladislao Cabrera y la participación activa de familias, docentes y autoridades de salud, se estableció un puente entre los estudiantes de Charaña y especialistas médicos de diferentes áreas, a través de teleconsultas, capacitaciones y acompañamiento.
Telemedicina: reducir distancias y ampliar derechos
La telemedicina se convirtió en la herramienta clave para superar las largas distancias y el aislamiento geográfico de Charaña.
“Es fundamental para acercar la atención médica a comunidades alejadas. Permite reducir barreras de tiempo y distancia, ya que un paciente puede acceder a la orientación de un especialista sin necesidad de viajar largas horas. Además, mejora la detección temprana de enfermedades y fortalece el trabajo en red entre profesionales de salud”, enfatiza Bautista.
Más allá del acceso, la experiencia tuvo un fuerte impacto social y emocional. La posibilidad de conectar a los estudiantes con médicos especializados permitió no solo mejorar su atención en salud, sino también generar confianza en las familias y en la comunidad educativa.
Estrategias educativas inclusivas para poblaciones vulnerables
El proyecto no se limitó al ámbito médico. También incorporó estrategias educativas inclusivas, donde el rol de los psicopedagogos resultó fundamental.
“Un psicopedagogo ayuda a adaptar los contenidos a las necesidades específicas de cada estudiante, especialmente en personas con discapacidad o en poblaciones vulnerables. Su trabajo garantiza que el aprendizaje sea inclusivo y efectivo, respetando los ritmos y capacidades de cada persona”, explica la docente de Unifranz.
La combinación de telemedicina con la labor psicopedagógica permitió avanzar hacia una atención integral, donde la salud y la educación se complementan para mejorar la calidad de vida de los estudiantes.
Compromiso académico y social
El compromiso de los estudiantes de Medicina de Unifranz fue decisivo. No conformes con las teleconsultas, viajaron junto a especialistas hasta la localidad de Corocoro para un encuentro presencial con los alumnos de Charaña. Allí, una neuróloga pediatra lideró la atención directa, fortaleciendo los lazos entre universidad, comunidad y familias.
La experiencia dejó una huella imborrable tanto en los estudiantes de Medicina como en los beneficiarios. “Es fundamental que la nueva generación de profesionales participe en investigaciones y proyectos sociales, porque son ellos quienes darán continuidad a este trabajo y aportarán ideas innovadoras para construir un sistema de salud y educación más inclusivo y humano”, afirma Bautista.
Proyecciones y futuro del proyecto
El equipo académico de Unifranz y las autoridades locales coinciden en que este es apenas el inicio. Entre los próximos pasos se plantea la creación de proyectos de rehabilitación para que niños y jóvenes con discapacidad tengan una mejor calidad de vida y puedan sentirse aceptados e incluidos en la sociedad.
“Este proyecto nos ha demostrado que la telemedicina no es solo una opción, es una necesidad para garantizar el derecho a la salud y la educación de todos. Gracias a la universidad y al compromiso de nuestros estudiantes, logramos materializar una iniciativa que hoy es reconocida a nivel nacional e internacional. Y lo más importante: transformamos vidas”, concluye Bautista.
La telemedicina se convierte así en un puente de esperanza que une la tecnología con la solidaridad, la ciencia con el compromiso social y el aprendizaje académico con la vida real. En Charaña, los estudiantes de la Unidad Educativa Ladislao Cabrera ya no están solos: cuentan con una red de apoyo que les brinda atención integral y, sobre todo, un horizonte de inclusión y oportunidades.