Construir una universidad para todos: el llamado de Francesc Pedró desde el FIIE Unifranz 2025

By Aldo Juan Peralta Lemus

“Transformar la educación superior es una tarea colectiva"

¿Qué pasaría si la educación superior dejara de ser un privilegio para convertirse en una verdadera herramienta de transformación social? Ese fue el eje central de la ponencia de Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de Educación Superior para América Latina y el Caribe de la UNESCO (IESALC), durante el Foro Internacional de Innovación Educativa (FIIE) Unifranz 2025, realizado recientemente en Santa Cruz.

“La educación superior no solo es un bien público, es un bien común, y como tal, debe ser protegido y garantizado por toda la sociedad”, sostuvo Pedró, quien propone una visión más inclusiva, justa y pertinente del sistema universitario en América Latina.

Su mensaje fue claro: el futuro de la región depende de cómo repensemos nuestras universidades para que respondan mejor a las necesidades sociales y económicas del siglo XXI. Para lograrlo, es urgente cerrar brechas, elevar la calidad y fomentar el acceso equitativo para todos los sectores.

Una región con desafíos, pero también con oportunidades

A pesar de los avances en cobertura, la desigualdad persiste. Pedró destacó que los jóvenes del quintil más rico tienen siete veces más probabilidades de acceder a la universidad que los del quintil más pobre, lo que refleja una brecha profunda que aún debe resolverse.

“La equidad comienza en el acceso, pero también debe garantizar la permanencia y la graduación. No basta con abrir la puerta, hay que acompañar a los estudiantes hasta el final del trayecto”, afirmó.

El experto remarcó que la educación superior debe asumirse como parte del derecho universal a la educación, al igual que el acceso al agua, la salud o una vivienda digna. Para ello, es esencial fortalecer el papel del Estado como garante y fomentar políticas educativas inclusivas que lleguen a todos los rincones, especialmente a las poblaciones históricamente excluidas.

¿Cómo transformar la educación superior?

Durante su ponencia, Pedró compartió cuatro claves para construir una universidad más justa e inclusiva en América Latina:

Políticas de acción afirmativa: facilitar el ingreso de estudiantes indígenas, afrodescendientes, rurales y de bajos recursos mediante cupos y apoyos específicos.

Diversificación institucional: crear universidades y centros educativos adaptados a los contextos locales, con mayor cobertura territorial, incluso en zonas rurales.

Apoyo económico real: no solo becas, sino compensaciones por el “coste de oportunidad” que implica estudiar y dejar de generar ingresos para la familia.

Enseñanza con propósito: conectar los planes de estudio con las verdaderas necesidades del mercado y la sociedad, motivando vocaciones en áreas estratégicas como ciencia, tecnología e innovación.

Calidad y pertinencia: los otros grandes desafíos

Más allá del acceso, Pedró alertó sobre la baja tasa de titulación: solo el 50% de los estudiantes que ingresan a la universidad se gradúan. Las razones son múltiples, desde la falta de recursos hasta la desconexión entre lo que se enseña y lo que los jóvenes consideran útil o relevante.

“Necesitamos revisar qué, cómo y para qué enseñamos. Una universidad que no logra retener ni motivar a sus estudiantes debe replantear su modelo pedagógico y su pertinencia social”, explicó.

En esa línea, también advirtió sobre la baja matrícula en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), que apenas alcanza el 23% en la región. “Si queremos dejar de ser economías primarias, necesitamos más ingenieros, científicas, desarrolladores, innovadoras”, remarcó.

Financiación y calidad: tiempo de repensar las reglas

Pedró también llamó a repensar el financiamiento de la educación superior en la región. En países donde más del 70% de los estudiantes asisten a instituciones privadas, se hace necesario equilibrar los apoyos entre estudiantes e instituciones para asegurar calidad y sostenibilidad.

Además, destacó el rol de las agencias de aseguramiento de la calidad, no solo como entes reguladores, sino como promotoras de excelencia y mejora continua, especialmente en sistemas donde la oferta universitaria creció sin control.

Finalmente, advirtió sobre el poder (y los riesgos) de los rankings internacionales: “Hoy por hoy, son el único referente de calidad para muchos. Si queremos dejar de depender de ellos, debemos construir mecanismos propios, transparentes y confiables”.

Un llamado colectivo a la transformación

Pedró cerró su intervención con un mensaje contundente: “Transformar la educación superior es una tarea colectiva. Gobiernos, universidades, docentes, estudiantes y sociedad civil deben asumir este compromiso juntos”.

El FIIE Unifranz 2025 fue el escenario ideal para esta reflexión profunda. Con la participación de expertos nacionales e internacionales, el evento propuso un nuevo rumbo para la educación en la región: más accesible, más innovadora y sobre todo, más justa.

Porque construir una universidad para todos no es solo un ideal: es una necesidad urgente para el futuro de América Latina.

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