Cómo tratar el apego emocional en jóvenes: claves para construir relaciones sanas

El apego emocional es una parte natural del desarrollo humano, pero cuando se vuelve excesivo o disfuncional, puede generar dependencia, ansiedad y dificultades en las relaciones. En los jóvenes, esta situación suele ser más común de lo que parece y, si no se aborda a tiempo, puede afectar su autoestima, sus vínculos sociales y su salud mental. Comprender cómo tratar el apego emocional en esta etapa es clave para promover un crecimiento emocional sano y relaciones equilibradas.
Tatiana Montoya, docente de la carrera de Psicología, y miembro de la Jefatura de Enseñanza y Aprendizaje de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que el apego que se forma en la infancia tiene un impacto profundo y duradero en el desarrollo emocional de una persona.
“Las estrategias para los vínculos emocionales saludables tienen que ver primero con: la seguridad que tiene cada una de las personas. Entonces, una estrategia sería lograr la independencia, de alguna manera lograr la seguridad, también que tengamos autoestima alta, un buen autoconcepto nuestro y sobre todo tener inteligencia emocional”, destaca la académica.
Esto no solo influye significativamente en la forma en que se elige una pareja en la adultez, sino también en la manera en que se establecen relaciones de amistad y otros vínculos interpersonales.
Ángela Pernisco, psicóloga voluntaria de la Fundación Paulo Freire, afirma que el apego emocional desempeña un papel fundamental en el desarrollo y la calidad de las relaciones interpersonales.
“La teoría del apego es muy importante porque desde niño, la persona va a formar una relación con los cuidadores, que puede ser como los papás, y la relación que ha experimentado el niño tendrá un determinado tipo de apego que puede ser seguro o inseguro”, explica Pernisco.
Según Pernisco, establecer vínculos afectivos seguros y saludables permite a las personas construir relaciones basadas en la confianza, la empatía y el respeto mutuo, lo cual es esencial tanto en el entorno familiar como en los contextos sociales y profesionales.
“Por ejemplo, si la persona ha experimentado una relación con respuestas de amor y de protección el niño tendrá un apego seguro, y un modelo operativo interno que va a confirmar la imagen de sí mismo como merecedor de amor y de protección”, explica Angela.
Por el contrario, si se ha experimentado una relación con respuestas, por ejemplo, de insensibilidad y de abandono, el resultado será un apego inseguro. “un modelo operativo interno que va a confirmar la imagen de sí mismo como no merecedor de amor y de protección”, añade Pernisco.
Tratar el apego emocional en jóvenes requiere un enfoque sensible, empático y estructurado, ya que el apego emocional puede manifestarse como dependencia, miedo al abandono o dificultades para gestionar relaciones saludables.
“Varias corrientes y escuelas de psicología trabajan el apego emocional. Este concepto ha iniciado siendo psicodinámico, de alguna manera psicoanalista, algunos fisiólogos, médicos lo han estudiado, pero ahora muchas corrientes psicológicas lo utilizan, una de ellas es el psicoanálisis, la otra es la el enfoque sistémico en psicología, los terapeutas sistémicos también lo utilizan, y los terapeutas cognitivos comportamentales, porque de alguna manera el apego influye prácticamente en todo”, asegura la docentes e Unifranz.
Detectar las señales del apego emocional es el primer paso. Algunos indicios comunes son la necesidad constante de aprobación, miedo al abandono, dificultad para estar solo, celos excesivos y ansiedad cuando no se recibe atención inmediata.
En Bogotá, Colombia, en el año 2023, se llevó a cabo el programa “Creciendo con Emociones”, que trabajó con adolescentes entre 13 y 17 años. El proyecto enseñó estrategias de regulación emocional y promover el establecimiento de límites saludables en las relaciones interpersonales.
A lo largo de diez sesiones, los adolescentes participaron en talleres interactivos que incluyeron dinámicas grupales, juegos de rol para ejercitar la comunicación asertiva y espacios de psicoeducación centrados en la comprensión del apego emocional.
Como resultado, el 60% de los adolescentes reportó un incremento significativo en su autonomía emocional, evidenciando cambios positivos en su capacidad para gestionar vínculos afectivos de manera más consciente y equilibrada. Otros ejemplos prácticos, sobre cómo tratar el apego emocional en jóvenes, con un enfoque en estrategias basadas en evidencia y aplicaciones concretas, tienen que ver con:
1. Fomentar la autoconciencia emocional: Educar sobre emociones ayuda a los jóvenes a identificar y nombrar sus emociones.
2. Fortalecer la autoestima: Reforzar la identidad personal de cada uno, anima a los jóvenes a explorar sus intereses, valores y metas fuera de las relaciones.
3. Desarrollar habilidades de comunicación: Es importante establecer límites saludables como enseñar a decir «no» y a comunicar necesidades de forma asertiva.
4. Promover relaciones equilibradas: Modelos de relaciones sanas ayudan a exponer a los jóvenes sobre ejemplos de relaciones basadas en respeto mutuo, confianza y autonomía.
5. Intervención profesional cuando sea necesario: La terapia psicológica, La terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia basada en el apego pueden ayudar a trabajar patrones de apego inseguro.
6. Apoyo familiar y escolar: Involucrar a la familia, principalmente los padres o cuidadores, pueden aprender a modelar un apego seguro, ofreciendo apoyo emocional sin fomentar la dependencia.
“Si vamos a identificar que tenemos un problema en esta área, tenemos que pensar en ir a terapia, en específico en la psicoterapia, porque es muy importante para resolver nuestros problemas relacionales”, enfatiza Pernisco.
Hablar abiertamente del tema es otra forma de prevenirlo. Romper con los mitos del amor romántico, que idealiza la fusión emocional y la dependencia, es fundamental. Promover una visión del amor basada en la libertad, el respeto mutuo y el cuidado propio puede marcar una gran diferencia en la forma en que los jóvenes se relacionan.
Los jóvenes necesitan sentirse escuchados, validados y comprendidos. Con orientación adecuada, tiempo y paciencia, pueden aprender a construir vínculos sanos y, sobre todo, a vivir desde un apego seguro, libre de dependencia y lleno de amor propio.