Tecnología y medicina forense: avances que revolucionan la justicia

By Lily Zurita Zelada

En la intersección entre la ciencia y la justicia, la medicina forense ha experimentado una transformación radical gracias a la tecnología. Herramientas como la inteligencia artificial (IA), la realidad aumentada (RA) y la impresión 3D han elevado la precisión y la rapidez con la que se analizan evidencias en investigaciones criminales. Sin embargo, a pesar de estos avances, los médicos forenses siguen enfrentando desafíos emocionales y psicológicos que ninguna innovación ha logrado erradicar.  

Karla Fernández, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, explica que la medicina forense es aquel campo de la ciencia médica y judicial que ayuda a determinar las causas de la muerte de un paciente o si éste ha sufrido lesiones, aclarando los acontecimientos en un caso judicial.

«La medicina forense es aquella que nos ayuda a diagnosticar las causas de muerte de un paciente, nos puede ayudar a justificar las lesiones que tiene un paciente que ha sido víctima de maltrato, que ha sufrido algún tipo de accidente o ha sido víctima de alguna situación de asalto», explica. 

Para esto, nuevas y mejores herramientas se han desarrollado, indica Fernández, tecnologías como la inteligencia artificial (IA), que permite identificar patrones, clasificar evidencia y analizar grandes volúmenes de datos, como registros médicos y muestras de ADN, con una velocidad y precisión sin precedentes. Asimismo, la realidad virtual (RV) ha revolucionado la investigación de escenas del crimen al permitir la recreación digital en 3D de los hechos, facilitando un análisis minucioso de cada detalle.  

Además, la fotografía forense ha evolucionado mediante el uso de cámaras digitales de alta resolución y técnicas avanzadas de iluminación que permiten detectar indicios biológicos en superficies de difícil acceso. Paralelamente, la impresión 3D ha abierto nuevas posibilidades en la reconstrucción forense, facilitando la replicación de armas de fuego y la recreación de cráneos para identificar víctimas o esclarecer heridas.  

Otro avance significativo, aunque alejado de la medicina forense como tal, ha sido la computación forense, fundamental en la lucha contra los delitos cibernéticos. Esta disciplina permite recolectar, preservar y analizar pruebas digitales, como correos electrónicos y registros de actividad en línea, lo que resulta clave en la resolución de casos modernos donde la evidencia digital juega un papel determinante.  

Desafíos humanos

A pesar de estas innovaciones, el trabajo del médico forense sigue siendo emocionalmente desafiante. «A veces, la falta de comunicación o la falta de colaboración de la víctima, debido a lo brusco que es recordar la situación por la cual han atravesado, puede ser un desafío», comenta Fernández.  

El impacto emocional y psicológico de lidiar con víctimas de violencia, accidentes y crímenes es una constante en la profesión. Analizar escenas trágicas y examinar cuerpos en condiciones extremas puede provocar estrés postraumático (PTSD) y un alto nivel de desgaste profesional.  

Además, la carga laboral y la presión de entregar informes precisos y detallados, muchas veces en tiempos ajustados, pueden generar agotamiento o burnout. Esto se agrava cuando los médicos forenses enfrentan la resistencia de testigos o la falta de colaboración de las víctimas, lo que dificulta la recolección de información crucial para la resolución de los casos.  

Otro aspecto que añade complejidad a esta labor es el trabajo con niños. Los casos donde las víctimas son menores de edad son especialmente delicados, ya que requieren una combinación de sensibilidad, paciencia y profesionalismo para evitar revictimización y obtener información clave sin generar más daño emocional.  

Si bien la medicina forense avanza a pasos agigantados gracias a la tecnología, los desafíos éticos y emocionales siguen siendo una constante en la profesión. Los médicos forenses deben equilibrar el respeto por los difuntos con las necesidades de la investigación judicial, tomando decisiones que pueden tener un impacto significativo en los procesos legales y en las familias de las víctimas.  

Además, la falta de recursos en algunos países o regiones impide que estos avances tecnológicos sean implementados de manera uniforme, lo que deja a muchos profesionales trabajando con herramientas limitadas, aumentando la carga de trabajo en condiciones menos óptimas.  

A pesar de todo, la medicina forense sigue siendo una disciplina crucial para la justicia y la sociedad. La combinación de avances tecnológicos con la resiliencia y el compromiso de los médicos forenses permite que la verdad salga a la luz, brindando respuestas a quienes buscan justicia y ayudando a construir un sistema penal más eficiente y preciso. 

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