Norovirus: qué es y cómo prevenirlo
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El norovirus es una de las principales causas de gastroenteritis infecciosa en el mundo, provocando brotes de diarrea y vómitos que pueden afectar a personas de todas las edades. También conocido como «gripe estomacal» o «virus estomacal», esta enfermedad no está relacionada con la influenza (gripe).
Gabriel Mendoza, médico y docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, aclara que esta gastroenteritis aguda se caracteriza por una inflamación del estómago o de los intestinos y que su transmisión “ocurre principalmente a través del consumo de alimentos y agua contaminados, así como por el contacto con superficies infectadas”.
La mayoría de las personas con la enfermedad por norovirus se recuperan en uno a tres días, pero pueden propagar el virus incluso algunos días después de haber superado los síntomas.
La Organización Mundial de la Salud estima que anualmente se detectan 685 millones de casos en todo el mundo, incluidos 200 millones de casos en niños menores de 5 años. El norovirus causa aproximadamente 200.000 muertes por año, incluidas 50.000 muertes infantiles, que afectan principalmente a los países de bajos ingresos.
Síntomas del norovirus
Los síntomas del norovirus suelen aparecer entre 12 y 48 horas después de la exposición al virus. Entre los signos más característicos de la infección se encuentran:
- Diarrea líquida
- Dolor abdominal
- Náuseas y vómitos
- Fiebre leve
- Dolor de cabeza
- Malestar general
Mendoza destaca que «sus principales afectados son los niños, especialmente en Estados Unidos por el consumo de alimentos en mal estado o contaminados, o consumir agua sin hervir».
Norovirus en Bolivia: incidencia y riesgos
En Bolivia, según Mendoza, la incidencia del norovirus no es tan alta en comparación con otros agentes infecciosos, como el rotavirus, que es la principal causa de infecciones diarreicas en niños.
No obstante, en los últimos años se ha observado un incremento en los casos de norovirus en países en vías de desarrollo, donde las condiciones sanitarias no son óptimas.
«El norovirus es un nuevo agente infeccioso viral, el cual está reemplazando al rotavirus y está aumentando la incidencia de este tipo de virus en áreas donde la higiene no es muy adecuada. Se calcula que en países en vías de desarrollo, esta enfermedad va a ser el de mayor incidencia para infecciones gastrointestinales», advierte el médico.
No existe un tratamiento específico contra el norovirus, por lo que el manejo de la enfermedad se basa en aliviar los síntomas y prevenir la deshidratación. La rehidratación oral con soluciones electrolíticas es fundamental para reponer los líquidos y minerales perdidos a causa de la diarrea y los vómitos. En casos más graves, especialmente en niños, adultos mayores o personas con enfermedades crónicas, puede ser necesaria la administración de líquidos por vía intravenosa.
En general, el cuadro clínico del norovirus es autolimitado y suele resolverse sin necesidad de hospitalización. «Por lo cual hay que tener mayor cuidado. No es que tenga mucha letalidad, solamente hay pocos reportes de casos muy graves que han producido muerte. Pero en sí produce una gran morbilidad, un periodo de enfermedad que puede estar entre unos 3 a 4 días y que pueda agravarse sobre todo con deshidratación por diarrea», enfatiza Mendoza.
Medidas de prevención
La mejor estrategia para evitar la infección por norovirus es la prevención. Para reducir el riesgo de contagio, se recomienda seguir las siguientes medidas:
- Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de ir al baño, antes de cocinar y después de manipular alimentos. Se recomienda frotar las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
- Evitar el consumo de agua y alimentos contaminados. Es fundamental asegurarse de que los alimentos sean manipulados en condiciones higiénicas y que el agua de consumo esté debidamente tratada.
- Desinfectar superficies contaminadas. Se recomienda usar una solución de cloro con una concentración de entre 1000 y 5000 ppm para limpiar áreas que puedan estar contaminadas.
- Lavar frutas y verduras con agua potable; además, es importante cocinar carnes y pescados a más de 60°C para eliminar cualquier agente patógeno.
- Lavar la ropa de forma frecuente, especialmente si ha estado en contacto con una persona infectada.
- En lugares con gran concentración de personas, como colegios, guarderías y hospitales, se recomienda seguir protocolos específicos de higiene para evitar la propagación del virus.
Si bien la infección suele resolverse en pocos días sin complicaciones graves, es fundamental prevenir la deshidratación, especialmente en niños y personas vulnerables.
Finalmente, Mendoza recomienda que la higiene adecuada y la manipulación segura de alimentos siguen siendo las mejores estrategias para evitar el contagio. “En caso de presentar síntomas, se recomienda acudir a un profesional de la salud para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones”.