Por Luis Escobar y Beatriz Cahuasa
La neurociencia estudia cómo funciona el cerebro, el sistema nervioso y sus distintas conexiones con el cuerpo humano. Su comprensión permite identificar las formas de aprendizaje de los estudiantes, llegar a ellos y convertirse en la base de aplicación de los planes de estudio o metodologías pedagógicas en el aula.
“Hoy en día, el cerebro es el ente matriz de la conducta del ser humano. Eso lo podemos llevar a la educación (y saber) de qué forma se comporta y cómo podemos estimularlo para que el estudiante aprenda más. Aquí viene la inteligencia afectiva: Cuando un estudiante siente afecto o una sensación diferente en una escuela, eso lo estimula”, declaró Carlos Dabdoub, vicerrector de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz Santa Cruz.
Esta disciplina es una aliada de la educación, permite conocer cómo intervienen los procesos neurobiológicos en el aprendizaje, lo que permite el diseño de mejores métodos de enseñanza y aprendizaje.
Alejandro Zegarra, vicerrector adjunto, considera que, si el docente descubre que uno de los jóvenes es kinestésico –que necesita sentir y tocar las cosas para aprender– que otro es visual o un tercero es auditivo va a descubrir cómo presentar de mejor forma sus enseñanzas.
Para comprender este tipo de comportamientos, es necesario entender la programación neurolingüística, una herramienta que brinda a los educadores la posibilidad de entender qué motiva a los estudiantes a adaptar la forma en que enseñan a sus necesidades.
La temática será parte del V Congreso de Neurociencia: “Innovación en Neurociencias Aplicada a la Educación” organizado por Unifranz, dirigido a docentes, académicos, psicólogos y padres de familia, a desarrollarse entre el 7 y 8 de septiembre en Santa Cruz.
La comunicación humana se entiende desde la programación neurolingüística, como una herramienta que “permite tener influencia en otro; si potencio mi comunicación, potencio mi influencia y mi liderazgo. Ahí hay una conexión aplicada de la neurociencia a una acción, en este caso, el liderazgo”, puntualiza Zegarra.
El área investiga también, cómo y dónde el cerebro almacena el conocimiento del idioma en sus distintas presentaciones: oral, por señas o escrita, entrelazada con la psicolingüística (estudio de la comprensión y producción del lenguaje).
Dabdoub explica que la neurociencia comenzó en las áreas de la neurología, neurocirugía y psiquiatría. Los científicos se dieron cuenta que estas disciplinas debían desarrollarse de una mejor manera para comprender el cerebro de las personas. Por eso, en la actualidad se estudia el neuromárketing, el neuroperiodismo, el neuroderecho y otras más.
“En cada una de estas carreras se aplica el conocimiento que se tiene del cerebro para ver de qué forma se puede trabajar. En neuromárketing (por ejemplo) nos permite entender cómo llegar a que el cliente compre determinado producto ¿cuál es su comportamiento o cuál es su forma de acción? Las respuestas las obtendremos a partir del conocimiento del funcionamiento del cerebro”, precisó.
La aplicación de la neurociencia a la formación de estudiantes, a la empresa, al marketing, al comportamiento del consumidor permite no sólo tomar mejores decisiones, sino, en caso de la educación, que los jóvenes aprendan mejor, apunta Zegarra. El profesor conectará mejor y permitirá entender porque tiene determinadas emociones y como gestionarlas. “Reconocer qué está sintiendo frente a un hecho y evitar una distorsión de pensamiento”, precisó.
¿Por qué es importante la neurociencia?
Para entender la neurociencia, se debe imaginar al cerebro como una red de cables y se explora cómo son estas conexiones con el cuerpo y con las emociones que derivan en determinadas acciones. Uno de los hemisferios se relaciona con las emociones o la creatividad y la otra con lo racional.
En cambio, la Inteligencia Artificial (IA) podrá hacer más eficientes muchas actividades repetitivas, pero no reemplazará al liderazgo porque los humanos tienen la capacidad de tomar decisiones. “Un principio de la programación de la neurociencia es que la persona que toma decisiones lo hace de acuerdo a la información y experiencia que tiene” afirmó Zegarra.
La neurociencia aplicada a diferentes ámbitos humanos permitirá entender de mejor forma el comportamiento humano. Por tanto, esta ciencia ayuda a mejorar la comunicación y entender los comportamientos entre ambos géneros.
Congreso Internacional
Dabdoub afirmó que la neurociencia, en realidad, es un conjunto de disciplinas que trabaja de manera mancomunada con el único objeto de estudiar de mejor forma el funcionamiento y las enfermedades del sistema nervioso.
Hace seis años se fundó el Instituto de Neurociencia Unifranz (INU) y hasta la fecha realizaron cuatro congresos y este año se llevará adelante la quinta versión. El Congreso de Neurociencia se convertirá en un espacio de intercambio de conocimientos, investigaciones y experiencias en este campo aplicado a la educación.
El evento contará con 15 expositores nacionales e internacionales. Abordará cinco temas: Neurociencia Cognitiva y Aprendizaje; Emoción, Motivación y Aprendizaje; Neuroética en la Educación; Neurociencia y Evaluación Educativa; Neurodidáctica en el aula; y Neurociencia e Innovación.
Entre los expositores destacan: Luis Enrique III Páez Beltrán y Annette Fernández Oropeza de Estados Unidos; Manuel Rojas, Sara Virginia Yoshino, James Yhon Robles, Ninoska Ocampo Barba, Alejandro Zegarra, Pedro Sáenz, Eve Gómez, Rolando López de Bolivia.
De forma virtual estarán: Juan Domingo Farnos de España; Fabiano de Abreu Agrela de Brasil; Javier Cano Ocampo de Colombia; Chistian Rodriguez Neyra de Perú; Marcelo Ceverio Rodríguez, Ana Mendieta Ancasi de Argentina, entre otros.
Para ser parte del Congreso ingresa al siguiente enlace: https://eventos.unifranz.edu.bo/congreso-de-neurociencia