Por Lily Zurita
El aprendizaje continuo nos permite adquirir nuevas habilidades, dominar tecnologías emergentes y desarrollar competencias tanto personales como empresariales, herramientas necesarias para ser más eficientes, eficaces y productivos en la gestión de nuestro tiempo y nuestros recursos económicos, más aún si eres mujer.
Hoy en día, adquirir nuevas habilidades tecnológicas y empresariales no es solo una opción, sino una necesidad fundamental para potenciar el crecimiento personal y profesional. Para Allison Silva, directora de la Fundación Emprender Futuro y gerente de Eressea Solutions, aprender y capacitarse debería ser la actividad número uno de las mujeres.
“Nuestra frase debe ser ‘nunca dejes de aprender’. Todos los días aprende algo nuevo que te permita, sobre todo, direccionar y estructurar tu empresa, de tal forma que tengas más tiempo y que, con mucho menos, hagas muchísimo más”, reflexiona la experta y líder de emprendimiento que participó como speaker en la Feria de Empleabilidad de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, dirigida a jóvenes universitarios.
La importancia de que las mujeres se capaciten va más allá del simple hecho de adquirir conocimientos; es un medio para ganar confianza, mejorar la productividad y gestionar el tiempo de manera más eficiente. En un contexto empresarial, esto se traduce en mayores oportunidades para innovar, liderar y crear empresas sostenibles que impacten positivamente en sus comunidades.
Las mujeres emprendedoras generan empleo, impulsan la prosperidad en sus comunidades, fortalecen la industria y promueven la innovación. De ahí la importancia, según Silva, de que se capaciten, pero que empiecen en ellas mismas, porque a veces no se creen capaces de soñar, de materializar esos sueños, de crecer y ser exitosas. “Por eso, el primer paso es creer en nuestro liderazgo y en la capacidad de hacer realidad nuestras metas (…)”.
Síndrome del impostor
Una de las principales barreras que enfrentan muchas mujeres es su duda respecto a su capacidad para liderar y alcanzar grandes metas. Se trata del síndrome del impostor, un trastorno psicológico en el cual las personas exitosas son incapaces de asimilar sus logros y triunfos.
Según la experta, es esencial que cada mujer comience a fortalecer su «autoeficacia», es decir, la confianza en su capacidad para lograr sus objetivos a través del esfuerzo y la persistencia. La autoeficacia se construye no solo reconociendo las propias fortalezas, sino también identificando las áreas en las que se necesita mejorar y adquiriendo habilidades que potencien esos aspectos.
“La verdad es que, cuando tú hablas de autoeficacia, se hace más eficiente el concepto porque empiezas a construir un yo como mujer, como empresaria y como emprendedora, a partir de lo que soy buena y cómo empieza a fortalecer eso a través del entrenamiento a fin de generar, básicamente, habilidades que me permiten mejorar aquello en lo que no soy tan bueno”, señala.
El liderazgo y la negociación son otras habilidades cruciales que deben desarrollarse mediante la capacitación. Estas competencias permiten a las mujeres tomar decisiones estratégicas, gestionar recursos de manera eficiente y enfrentar los retos del entorno empresarial con mayor seguridad.
Silva afirma que una de las habilidades principales es que la mujer debe “desarrollar una capacidad de negociar, liderar y sobre todo creer en sí misma”.
Finalmente, la clave está en adoptar una mentalidad de aprendizaje continuo. Cada día trae consigo la oportunidad de aprender algo nuevo, de mejorar y de aplicar esos conocimientos en la vida personal y profesional.
Al respecto, Luz Vanzulli, directora ejecutiva Latam Sur, formación a lo largo de la vida, educación continua y posgrado del Tecnológico de Monterrey, señala que “la tecnología ha irrumpido de tal manera que nosotros debemos tomarla para poder seguir avanzando en este mundo. No podemos negar, los cambios son permanentes y la educación continua viene a dar respuesta para mejorar perfiles y entrenar nuevas competencias porque el conocimiento es a lo largo de la vida”.
Empoderar a las mujeres a través de la tecnología y la capacitación no solo impacta su vida, sino que también fortalece a la sociedad en su conjunto, fomentando la igualdad y el desarrollo económico. El camino hacia el empoderamiento femenino comienza con creer en el propio potencial y nunca dejar de aprender.
“Hoy en día, todas queremos llegar a más mercados, queremos ser más eficientes, pero hay herramientas que vienen de la mano de la inteligencia artificial a través de plataformas digitales donde nosotras podemos usarlas a nuestro favor, para hacer crecer nuestros negocios”, reflexiona la líder de Emprender Futuro que organiza las Jornadas 24E, evento donde las emprendedoras aprenden habilidades de liderazgo, financieras y tecnológicas de parte de otras mujeres que están haciendo empresa y negocios.