Educarse muchas veces requiere de horarios, de un lugar especial, de atender a las lecciones bajo un cronograma, de tiempo; sin embargo, muchas personas no pueden darse el lujo de entrar en esa dinámica, muchos trabajan y tienen responsabilidades familiares difíciles de soslayar para acudir a la universidad.
La educación o las clases asincrónicas son una modalidad que puede ayudar a estas personas a profesionalizarse y mejorar su calidad de vida. Pasar clases desde cualquier lugar, en cualquier horario, poder decidir si tomar la lección completa o por partes son algunas de las ventajas de esta modalidad de aprendizaje.
“Hay muchas personas, que, por alguna razón en la vida, porque tuvieron familia tempranamente, priorizaron el trabajo antes que los estudios o se encontraban muy lejos de las zonas urbanas fueron excluidas de una educación superior, entonces ahora tienen la opción de profesionalizarse mientras trabajan o mientras siguen con sus responsabilidades en el hogar”, asegura Oscar Ágreda, presidente ejecutivo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Óscar Ágreda al referirse a la modalidad de educación que plantea Unifranz Online.
A diferencia del aprendizaje sincrónico, que se da de manera grupal y en tiempo real, el asincrónico se caracteriza por realizar los procesos de enseñanza en diferentes tiempos y espacios, es decir, este tipo de aprendizaje depende de cada estudiante y aprende a su propio ritmo, considerándose un aprendizaje autodirigido.
El Instituto Para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey (TEC Monterrey), asegura que una de las mayores ventajas de este tipo de aprendizaje es que le permite al estudiante ser independiente ya que le da la oportunidad de organizar su tiempo. Además, están disponibles en todo momento, incluso puede descargar el contenido y acceder a este aunque no tenga internet.
Con esas características nace Unifranz Online, como resultado de dos años de trabajo con la asesoría de expertos internacionales que coadyuvaron en levantar una plataforma de aprendizaje asincrónico en el país que permita la democratización de la educación de calidad en el país.
“Es una universidad pensada para un mundo digital. Pensada y diseñada para que las personas puedan aprender de forma digital, al tiempo y ritmo que ellos vean necesario y desde donde se encuentren, a través de un teléfono móvil, un ordenador o una tableta”, indica.
Ágreda recuerda que durante la pandemia del Covid-19, la mayor parte de las instituciones educativas de Bolivia y el mundo se vieron empujadas a adoptar nuevas tecnologías para poder seguir brindando clases a sus estudiantes.
“Durante la pandemia, el 70% de las instituciones educativas que pudieron continuar con sus servicios desplegaron una modalidad remota de emergencia que consistía en poner a disposición de sus estudiantes y profesores herramientas tecnológicas de videoconferencia. El problema con esto era que las franjas horarias eran fijas y se trataba de imitar o emular lo que sucedía en un mundo presencial, en un aula, a través de una videoconferencia”, acota.
Esta modalidad de emergencia presenta problemas, ya que no adapta el aprendizaje al medio, sino que trata de emular la presencialidad.
“Veíamos a los profesores que trataban de hacer todo lo mejor que podían para dejarse entender y que los estudiantes aprendan conceptos, pero el cerebro humano llega a tener ciertas horas de atención y de enfoque o concentración, una vez pasa la hora y media esta atención se pierde, a pesar de que la persona tenga toda la intención de atender y que creía que estaba desarrollando habilidades y comprendiendo en una videoconferencia, el aprendizaje no era tan real. Ahí es donde nace y se crea esta modalidad asincrónica”, expresa.
La modalidad asincrónica utiliza la tecnología y la pedagogía para brindar a los estudiantes una experiencia educativa que se ajuste a sus necesidades y a su disponibilidad de tiempo, locación y ritmo de aprendizaje.
“Utilizamos Plataformas de Gestión de Aprendizaje (LMS) y construimos todos los contenidos, los programas y los diseñamos pedagógicamente para que puedan ser bien entregados en un mundo digital, que estén bien configurados para que personas sin mucho tiempo, pero con una conexión a Internet puedan pasar clases”, puntualiza.
Por ejemplo, las clases de Unifranz Online utilizan videos entretenidos y resumidos para que la persona esté permanentemente concentrada y pueda haber una mejor asimilación del concepto.
Adicionalmente, se presentan audios, textos y lecturas seleccionados y actualizados para facilitar el aprendizaje de las personas.
“Entonces cuando uno estimula, a través de mucho video e imagen, sonido, lectura, el poder asimilar un concepto y que se quede y realmente puedas comprenderlo, es mucho más efectivo que tener una clase presencial, porque estás concentrado y entretenido.
Adicionalmente, lo que se tiene previsto es que el estudiante continúe con una actividad de aprendizaje en la misma plataforma,
“Ni bien el estudiante puede comprender un concepto con contenidos multimedia, práctica a través de actividades de aprendizaje en la misma plataforma. Esto hace que el estudiante pueda desarrollar esa competencia”, manifiesta.
Esta modalidad también permite que se puedan pasar todas las clases de manera asincrónica y el fin de semana llevar un taller práctico presencial para fortalecer todos los conocimientos adquiridos.
“Entonces, dependiendo del tipo de programa, hay diferentes tipos de modalidades, pero la gran característica de la plataforma es que el aprendizaje en línea es de altísima calidad, pensada para un mundo digital, que no está ligada a franjas horarias ni a limitaciones geográficas”, concluye.
Bajo el rótulo “solo depende de ti”, Unifranz Online desafía a superar y potenciar a las personas en su formación profesional. unifranz.online y el 75824786 son las referencias de contactos para acceder a la plataforma.