Por Manuel Filomeno
Oferta y demanda, las piedras angulares de cualquier mercado, son también imprescindibles en la educación superior, lo que impulsa a las universidades y al sector empresarial a trabajar de la mano para alcanzar un beneficio mutuo.
Esta colaboración no sólo implica conocimientos y habilidades, sino también los mecanismos que permitan a los nuevos profesionales adquirir experiencia antes de dejar las aulas universitarias.
“Sin la academia y sin los conocimientos que ésta imparte, los profesionales no tendrían las capacidades imprescindibles que son necesarias para llevar adelante una empresa, un negocio”, explica Claudia Dipp, directora ejecutiva de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC).
Dipp agrega que, en ese sentido, es fundamental la articulación entre la academia y las empresas, en pos de una sinergia que permita ajustar la oferta y satisfacer la demanda, al tiempo que genera experiencia para los estudiantes.
“La articulación es importante para nosotros, transfiriendo a las universidades cuáles son las necesidades puntuales del sector empresarial-industrial y de servicios y, en el caso de las universidades, generando estas oportunidades para los estudiantes. Es un ida y vuelta, es fundamental trabajar en conjunto y en sinergia”, agrega.
Los beneficios de esta sinergia son varios, por un lado, los conocimientos y habilidades enseñados en la academia se mantienen actualizados y pertinentes en el mercado laboral, lo cual se fortalece con programas de prácticas profesionales y pasantías, mientras que, por el lado de las empresas, éstas pueden contar con nuevo talento, preparado y actualizado para afrontar los retos laborales que se presenten, que aporten innovación y creatividad.
“Contratar talento joven incorpora creatividad, innovación en las industrias y en las empresas, incorpora un nuevo aire, incluso un nuevo ambiente laboral y por el lado de los nuevos profesionales, yo creo que es una cuestión de paciencia, pero también no tirar la toalla, si las empresas piden dos años de experiencia, pues vamos a hacer experiencia, en atención al cliente, en trabajar en las oportunidades y empezar a adquirir e ir construyendo ese camino rumbo a la vida profesional en alto nivel”, acota.
Competências
La empresaria explica que, si bien en ciertos rubros las habilidades “duras” y los conocimientos específicos son indispensables, la tendencia es que las empresas buscan competencias blandas en el nuevo talento.
“Si bien, dependiendo de la industria o el rubro, se buscan competencias duras, conocimientos específicos. Las competencias blandas son las que nos van a ayudar a transformar la empresa, la industria, las formas de hacer las cosas. Es muy importante tomar en cuenta, tanto desde el lado de las administraciones de recursos humanos como por nuestra parte como buscadores de empleo, el adquirir o trabajar en nuestras competencias blandas”, sostiene la empresaria.
El estudio titulado “Competencias laborales en las empresas bolivianas”, elaborado por el Observatorio Nacional del Trabajo (ONT), con el apoyo de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de La Paz (FEPLP), la Cámara Nacional de Industria (CNI), la Cámara Nacional de Comercio (CNC), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de la Mesa del Empleo de Pacto Global, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Postgrado de Unifranz, develó que habilidades blandas como comunicación efectiva, resolución de problemas, motivación y delegación, astucia política, integridad y honestidad son algunas de las competencias que las empresas buscan con mayor interés en sus empleados.
“No me imagino un vendedor que solamente sepa del libro, el conocimiento de cómo se vende, sin tener las habilidades de oratoria, lenguaje corporal, entre otras que son competencias blandas, las cuales van a generar competitividad y diferenciación en el ámbito laboral”, agrega la experta.
Sin embargo, la directora ejecutiva de la FEPC apunta que la tecnología y la innovación son transversales a los rubros empresariales y que la transformación no se puede detener, por lo que los nuevos profesionales deben estar preparados para afrontar los retos del mañana con una visión tecnológica.
“Estamos en el proceso de transformación. En los últimos años, a partir de la pandemia, hemos visto la necesidad de esta transformación digital. En ese sentido, las empresas están en ese proceso, es por eso que en el ámbito empresarial tenemos un fortalecimiento importante en el sector tecnológico que nace por la necesidad de las empresas de innovación y de aplicación de nuevas tecnologías en diferentes ámbitos de la industria y servicios”, concluye.