Unifranz tiene una cruzada a favor de los niños con cáncer

By Antonio Ortega

Milenca y Joel enfrentan el cáncer con una voluntad férrea de vivir. Durante una hora y 45 minutos, ambos se olvidaron de sus dolores físicos y disfrutaron de la película King, regreso a casa, una jornada organizada por la Fundación Unifranz. Más de 200 niños se reunieron para ver esta conmovedora historia sobre dos adolescentes que encuentran un león y luchan por devolverlo a su hábitat natural.
Mónica Méndez, presidenta de la Fundación Nuestra Esperanza, relata cómo es el día a día de estos niños. “Vienen de Oruro y Cochabamba para recibir su tratamiento. Algunos están en quimioterapia y otros en radioterapia; a veces pasan semanas o incluso meses con nosotros. Nos convertimos en su hogar lejos de casa”, cuenta.
La lucha contra el cáncer en Bolivia es desigual, y en muchas ciudades no hay suficiente infraestructura para enfrentar la enfermedad. Es por eso que muchos niños deben migrar a La Paz o Santa Cruz, buscando la esperanza de un tratamiento más adecuado.
Pilar Hidalgo, directora de la Fundación Unifranz, explica que, a pesar de las dificultades, siempre hay formas de ayudar. “Esta vez, gracias al Multicine, hemos organizado una función especial. Queremos que los niños disfruten de una tarde diferente, lejos de la rutina del tratamiento”, dice.
Este evento se celebra por séptimo año consecutivo en el Multicine. Niños de diversas instituciones, como la Fundación Alalay, Casa Emunah, Hormigón Armado Fundación Nuestra Esperanza, Hospital Materno Infantil y Remar Bolivia se dieron cita en este emotivo encuentro. Además, por primera vez, niños de la comunidad de Laja participaron, y todos disfrutaron de la película.
Más de 200 niños estuvieron presentes, y Pilar consideró esta jornada como una “fiesta de solidaridad”. “Les decimos a los niños que no están solos en su lucha contra el cáncer, que estamos con ellos, y les regalamos una tarde divertida”, subraya.
Pero no se trató solo de una función para niños con cáncer. La actividad también sirvió para resaltar el compromiso de los estudiantes, docentes y personal administrativo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz La Paz, quienes donaron útiles escolares para ayudar a los niños en su día a día.
En 2012, en las aulas de Unifranz, nació el brazo social de la universidad: la Fundación Unifranz. Busca convertir a cada ciudadano en un agente de cambio a través del voluntariado y el apoyo a los más vulnerables. Dedicada a promover la salud, la educación e investigación, en beneficio de los habitantes de Bolivia y América Latina, la Fundación brinda apoyo económico, servicios de salud y calor humano a niños y niñas con cáncer. De su rol altruista nació la Clínica Unifranz.
La Fundación Unifranz se dedica al desarrollo e implementación de proyectos en las áreas de salud, educación e investigación, con el objetivo de beneficiar a todos los habitantes de Bolivia. Su trabajo no solo busca el bienestar físico, sino también el apoyo emocional y la integración social de los niños y sus familias.
Así, el lunes 17 de febrero, una sala del Multicine se llenó de solidaridad. Los administradores del cine también se unieron a la causa de forma desinteresada. Alberto Fernández, gerente del Multicine, expresó que la institución está comprometida con el bienestar de la población más vulnerable.
Finalmente, Mónica Méndez resaltó la importancia de iniciativas como ésta. “Los niños, independientemente de su enfermedad, siguen siendo niños. Por eso es tan positivo que existan funciones de cine como esta, para que puedan olvidarse de los hospitales y disfrutar, aunque sea por un momento. Eso es lo que queremos: que disfruten y se diviertan”, concluye la directora de la Fundación Nuestra Esperanza.
Y sí… eso pasa con Joel y Milenca quienes tienen cáncer; pero luchan porque una enfermedad no les quite su sonrisa.

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