Unifranz marca el camino para la inclusión laboral de sectores vulnerables en Bolivia

By Leny Chuquimia

La Universidad Franz Tamayo (Unifranz) recibió el Sello de Inclusividad, un reconocimiento a su esfuerzo por la inclusión laboral de la población en situación de vulnerabilidad. La distinción, entregada por el Ministerio de Trabajo, en coordinación con la Fundación Munasim Kullakita, es el símbolo del esfuerzo de la universidad por abrir puertas donde antes solo había barreras.

“Recibimos con mucho orgullo el “Sello de Inclusividad” otorgado por el Ministerio de Trabajo, pero también lo hacemos con un alto sentido de responsabilidad. Para Unifranz, la inclusión no solo es una política de capital humano, es el corazón de nuestro propósito de transformar la educación en Bolivia. Creemos firmemente en el talento sin etiquetas”, sostuvo Cinthia Ashanti Romero Vargas, directora de Capital Humano de Unifranz La Paz.

Este reconocimiento busca visibilizar el compromiso de las organizaciones con la igualdad de oportunidades, la diversidad y la responsabilidad social, contribuyendo a una sociedad más justa y equitativa. El acto se realizó el pasado 30 de octubre, en la ciudad de La Paz.

Inclusión de la discapacidad

Bolivia exige, por norma, que las instituciones y empresas privadas incorporen al menos el 2% de personas con discapacidad en su planilla. Sin embargo, alcanzar esta cifra sigue siendo un pendiente para gran parte del país. Por eso, cuando una entidad decide no solo a cumplirla sino a superarla, el impacto trasciende las cifras. Es ejemplo, compromiso y cultura en construcción.

“En esta oportunidad estamos haciendo un reconocimiento a las instituciones públicas y privadas que han cumplido con el cupo de personas con discapacidad que tienen que incorporar en su planilla. En el caso de Unifranz, no solo se cumplió la norma sino que se la superó”, expresó el Viceministro de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas, Gonzalo Zambrana Ávila. 

Afirmó que, al ser una institución educativa, da un ejemplo en el tema de entender cómo viven las personas con discapacidad y en la forma de cómo se las debe incorporar a las fuentes laborales. “Felicitamos a Unifranz porque demuestra su sensibilidad y empatía con este sector de la población”. 

Asimismo, el viceministro de Defensa del Usuario y el Consumidor, Jorge Silva, subrayó la relevancia de este acto para el sector privado del país, pues demuestra que las normas se cumplen para dar oportunidades a todos.  “Es la muestra de que se pueden abrir espacios para las personas que por diferentes causas tienen una discapacidad, es una muestra de inclusión”.

Más que una política, una filosofía  

Detrás del reconocimiento no hay solamente reglamentos, sino decisiones institucionales, metodologías y voluntad. Desde Unifranz, la mirada se posa en la cultura interna, en la convicción de que la diversidad no se “tolera”, sino que se valora. 

“Haber recibido este reconocimiento por parte del Ministerio de Trabajo realmente nos demuestra que estamos haciendo las cosas bien como Unifranz. Estamos luchando día a día por crear un espacio de trabajo inclusivo para todas las personas y en el que todos nos sintamos valorados”, aseveró Romero.

Explica que este logro no nace de un cumplimiento administrativo, sino de una filosofía de gestión. “Tenemos procesos de selección transparentes, justos y en los cuales consideramos a todas las personas, independientemente de sus condiciones. Nos basamos en generar espacios para que todos se sientan valorados y reconocidos”.

El inicio de un desafío mayor 

El acto de entrega terminó en abrazos y fotografías, pero la historia que empieza es más amplia. No es solo un sello ni una estatuilla. Es, como dijo Zambrana, el inicio de un compromiso continuo.

“Esperamos que la universidad, con el ejemplo que nos han dado ahora, continúe con esta labor de  incorporar a personas en situación vulnerable, no solo con el cumplimiento de la norma, sino para contribuir a la sociedad”, dijo la autoridad gubernamental.

En una realidad laboral donde las oportunidades suelen ser desiguales, cada espacio conquistado representa un paso hacia una Bolivia más justa. Hoy, Unifranz recibió un reconocimiento. Mañana, sus pasillos, aulas y oficinas seguirán siendo testigos de una premisa que, para quienes la viven, no tiene retorno: la inclusión no es un requisito, es una forma de hacer país.

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