La Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología que no hace más que crecer y sus aplicaciones en la educación son varias, desde realizar resúmenes hasta corregir tareas básicas, es importante conocer su potencial, pero también sus limitaciones.
“A veces parece que la IA es una caja mágica y que podemos darle cualquier uso, pero la verdad es que tiene sus limitaciones. Chat GPT es asombroso, podemos usarlo para muchas tareas y nos hace la vida más fácil”, señala Ryan Baker, profesor de la División de Aprendizaje, Enseñanza y Alfabetización, de la Universidad de Pensilvania.
Baker es creador de modelos para detectar automáticamente la participación de los estudiantes en aprendizaje en línea y participó de la segunda jornada de la IFE Conference en Monterrey, México, un territorio de innovación y discusión, donde los diferentes actores de la educación entran en contacto.
La IA –según Baker– puede generar resúmenes rápidos de temas que no conocemos, escribir código en Python para funciones simples, puede corregir la gramática y la claridad en la escritura, optimizar textos, se puede usar para practicar conversaciones en otros idiomas, hacer versiones iniciales de documentos. “Y hasta escribir cuentos para mi hija de cuatro años”, agregó.
En el caso de la educación, el experto asegura que existen al menos cuatro maneras en las que la IA puede ser aplicada a la educación:
Como tutor
Baker indicó que es posible aplicar el uso de la IA en la tutoría a alumnos, citando como ejemplo a la herramienta Khanmigo de Khan Academy.
Khanmigo es una plataforma de inteligencia artificial que actúa de tutor para los estudiantes y de asistente para los profesores. El objetivo del chatbot es guiar y ayudar a los estudiantes en sus trabajos educativos sin hacer trampa. Es decir, incentivándolos a aprender.
Khanmigo está diseñado para responder las preguntas de los estudiantes guiándolos en vez de revelar las respuestas y para integrarse con los videos y ejercicios existentes de la organización. En cambio, otras herramientas de IA que se utilizan en el ámbito educativo como Chat GPT no desafían a los estudiantes a pensar, sino que brindan respuestas automáticas.
“Es una herramienta basada en GPT-4 que potencia la investigación y mejora la tecnología de aprendizaje, sin embargo, tiene muchas limitaciones y problemas”, revela el experto.
El principal problema de la plataforma es que su integración con GPT-4 y OpenAi no es completa y depende de la empresa desarrolladora de la IA, es decir, si existen actualizaciones o cambios en el código, la compatibilidad puede romperse”, indica el experto.
Codificación cualitativa y clasificación de texto
Baker indicó que otro uso en el ámbito educativo puede ser la codificación cualitativa y la clasificación de textos automática, lo que puede significar un ahorro de tiempo, tanto para estudiantes como para profesores.
“Chat GPT puede ser usado para editar libros, podemos hacer que encuentre errores y los arregle o que recomiende la manera en la cual pueda arreglar esos errores”, acota.
Sin embargo, Baker advierte que es mejor utilizar al chatbot como un “árbitro” entre editores humanos, es decir que encuentre los errores, haga sugerencias, pero que no toque el texto directamente.
Generación automática de respuestas cortas
Otro de los usos que se puede dar a la IA es la generación automática de respuestas cortas en el aula. Baker señala que en muchas ocasiones surgen dudas comunes en las aulas que requieren de respuestas breves y concisas; sin embargo, los docentes se encuentran ocupados y no pueden brindarlas.
“Podemos entrenar a la IA para responder brevemente a preguntas comunes, Esta solución es útil cuando existen muchas consultas similares de los estudiantes que requieren de respuestas rápidas”, agrega.
Este mecanismo libera tiempo para los docentes, que a su vez pueden mejorar los planes educativos y mejorar la experiencia del aprendizaje de sus alumnos, explica Baker.
Apoyo al aprendizaje
El experto indica que la cuarta manera en la que la IA puede ser utilizada en la educación es como apoyo al aprendizaje de los alumnos, a través de soluciones como JeepyTA, una plataforma que la Universidad de Pensilvania ha puesto en marcha en cuatro cursos de la carrera de ciencias de la computación, como un facilitador del aprendizaje.
El Asistente de Enseñanza virtual, JeepyTA, interactúa con los estudiantes en foros de discusión, proporcionando Respuestas rápidas a las preguntas de los estudiantes y comentarios sobre su trabajo.
“Por ejemplo, JeepyTA puede responder preguntas conceptuales sobre las tareas que se les asignan, recomendar bibliografía, sugerir soluciones y ayuda a los estudiantes a reflexionar sobre su trabajo en el aula”, argumenta Baker, uno de sus creadores.
Aún en desarrollo, JeepyTA tiene aún problemas que resolver para ser completamente operativa.
“No todas las respuestas que da la IA son perfectas, pero ahorra tiempo, ofrece respuestas rápidas y los datos que recopila pueden ser utilizados con posterioridad. Además, los estudiantes pensaron que fue de gran ayuda”, agrega.
Baker participó como experto en innovación educativa en la IFE Conference 2024, uno de los eventos más importantes sobre educación en el continente, organizado por el Instituto para el Futuro de la Educación (Institute for the Future of Education) del Tecnológico de Monterrey.