Tecnología con impacto: estudiantes de Unifranz ganan hackathon nacional con propuesta de inclusión financiera rural

By Diego Andrés Sabat

En Bolivia, más del 45% de los hogares rurales carece de acceso a internet y menos del 5% cuenta con una conexión fija, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT). En este contexto de desigualdad digital, un grupo de estudiantes de Unifranz demostró que la innovación puede convertirse en una herramienta poderosa para cerrar brechas sociales.

Su propuesta tecnológica —un sistema de transacciones bancarias que no requiere conexión a internet— fue la ganadora del hackathon impulsado por la Cámara Junior Internacional (JCI) Tunari, realizado el fin de semana en Cochabamba. El evento reunió a jóvenes de distintas universidades del país para resolver retos vinculados con las finanzas personales, el apoyo a pymes y la bancarización de sectores vulnerables.

Una solución para zonas desconectadas

El equipo de Unifranz, integrado por estudiantes de Ingeniería Comercial e Ingeniería en Sistemas, diseñó una solución adaptada a la realidad del país: un tarjetero inteligente que valida pagos sin conexión a internet. Este dispositivo utiliza reconocimiento facial y huella digital para identificar usuarios, envía comprobantes mediante SMS y funciona con energía solar.

“Nos centramos en las limitaciones reales de las comunidades rurales, donde muchas veces no hay señal ni electricidad. La solución debía funcionar offline, ser sencilla y generar confianza”, explicó Maritza Hinojosa, estudiante de Ingeniería Comercial.

Desde el área tecnológica, Nicole Quintana, estudiante de Ingeniería en Sistemas, destacó el desafío de combinar hardware y software en un entorno sin internet. “Logramos que todo el sistema funcione gracias a módulos de mensajería y fuentes de energía solar”, señaló.

Cuando la teoría se convierte en solución

La propuesta nació de un trabajo transdisciplinario impulsado por el modelo educativo de Unifranz, que promueve la colaboración entre carreras para resolver desafíos reales. “Al principio temíamos no entendernos entre áreas tan distintas, pero vimos que nuestras ideas se complementaban”, contó Nicole.

El proyecto integró conocimientos de programación, análisis de mercado, diseño UX y modelado de negocios. “Queríamos que la tecnología no solo sea funcional, sino también accesible para quienes no están en el radar de la banca ni del internet”, agregó Maritza.

Contexto: la brecha digital y financiera

La Encuesta de Hogares 2022 del INE revela que solo el 53,9% de los hogares rurales accede a internet, frente al 87,7% en zonas urbanas. La mayoría de estas conexiones en el campo son móviles y dependen de una señal inestable. Además, un estudio conjunto del Banco Central de Bolivia y la ASFI indica que apenas el 36% de la población rural utiliza servicios financieros formales.

En ese escenario, el prototipo presentado por el equipo de Unifranz ofrece una alternativa viable y escalable. No solo permite realizar pagos sin datos móviles, sino que también fomenta la inclusión financiera y la educación digital, con enfoque en zonas históricamente relegadas.

Mirando al futuro

La victoria en el hackathon marca un punto de partida. El equipo trabaja ahora en el perfeccionamiento del prototipo y busca alianzas con entidades financieras interesadas en aplicar la solución.

Este logro es una muestra de cómo la educación con propósito, centrada en la práctica y la innovación social, puede generar un impacto concreto en el entorno. Porque cuando la tecnología se pone al servicio de las personas, especialmente de las más olvidadas, el cambio es posible.

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