Por Lily Zurita
En el día a día, la risa se convierte en un puente que conecta corazones y alivia las cargas del alma. Más que una simple manifestación de alegría, la risa es un poderoso recurso terapéutico que trasciende fronteras culturales y lingüísticas.
Desde las antiguas enseñanzas hasta los modernos estudios científicos, se ha explorado y confirmado el impacto profundo que la risa tiene en nuestra salud física y mental. La liberación de endorfinas, neurotransmisores asociados con la sensación de bienestar, es solo una pequeña parte de su arsenal curativo.
La risa tiene el don de disminuir el estrés y la ansiedad, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la función cardiovascular. Pero su influencia no se detiene ahí. En los momentos más oscuros, la risa irrumpe como una fuerza revitalizante, capaz de desafiar la adversidad y renovar la esperanza.
No es de extrañar que la risa se haya convertido en una herramienta terapéutica cada vez más utilizada en entornos médicos y de salud mental. La risoterapia, como se conoce esta práctica muy común en varios centros hospitalarios del mundo, ofrece una vía alternativa para abordar una variedad de problemas emocionales y psicológicos, desde la depresión hasta el trastorno de estrés postraumático.
“Nos reímos como una respuesta compleja que involucra, a nivel psicológico, una reacción a una situación de humor, de comprensión a la sorpresa y se manifiesta como una expresión gratificante, a nivel fisiológico”, indica Consuelo Medina, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
La profesional explica que la risa implica una serie de procesos neurológicos que involucran áreas como el córtex cerebral, el sistema límbico y el sistema autónomo, ya que la risa es un mecanismo de liberación mental; es decir, “es una forma de expresión y, psicológicamente, está comprobado que personas que mantienen un buen humor tienden a mejorar sus formas de afrontamiento a situaciones estresantes con optimismo.
Anualmente, el mundo celebra el Día Internacional de la Risa cada primer domingo de mayo con el objetivo de recordar la importancia de este hábito, ya que muchos sostienen que posee grandes beneficios para las personas y su salud.
Importancia de la risa
Sin embargo, su impacto va más allá de lo individual. La risa tiene el poder de unir a las personas, de derribar barreras y fomentar la empatía. En un mundo marcado por divisiones y desafíos, la risa actúa como un puente que conecta a la humanidad en su diversidad.
Paola Hoyos, también docente de Psicología en Unifranz, sostiene que, en la búsqueda de bienestar, a menudo subestimamos este recurso poderoso y naturalmente accesible.
“Este simple acto, tan espontáneo, genuino y gratuito, es una expresión vital de alegría que puede transformar instantáneamente nuestro estado emocional y mejorar nuestra salud de maneras profundas”, indica.
Para la psicóloga cochabambina, emocionalmente, la sonrisa es un puente que conecta a las personas, superando diferencias y creando un espacio compartido de entendimiento y disfrute.
“Al reír, no sólo expresamos alegría, sino que también liberamos y procesamos emociones, lo que nos ayuda a aliviar tensiones y a ver los problemas desde una perspectiva más relajada y optimista. La risa invita a la ligereza en nuestras interacciones, fomentando relaciones más cálidas y comprensivas”, puntualiza.
Beneficios para la salud física y mental
La risa desempeña un papel crucial en nuestras vidas al facilitar la comunicación social, fortalecer vínculos interpersonales, mejorar el estado de ánimo y promover un ambiente de bienestar.
Consuelo Medina menciona que la risa “reduce el estrés, fortalece el sistema inmunológico, mejora la función cardiovascular y promueve la liberación de endorfinas, neurotransmisores asociados con la sensación de bienestar”.
También, reduce la ansiedad, mejora la resiliencia emocional y contribuye a una actitud más positiva ante la vida.
Por su parte, Hoyos señala que, físicamente, reír es como un mini entrenamiento ya que, durante una carcajada, casi todos los sistemas del cuerpo se activan: el cardiovascular, el muscular, el nervioso y el inmunitario.
“La risa aumenta la respiración, lo que oxigena la sangre y relaja los músculos, ayudando a reducir algunos de los síntomas físicos del estrés. A largo plazo una actitud alegre y risueña puede contribuir a una mejor salud cardiovascular y a un sistema inmune más robusto”, señala.
A nivel psicológico, la risa cambia nuestra perspectiva emocional hacia situaciones estresantes, ayudándonos a manejarlas de manera más efectiva. Además de los beneficios mencionados, la risa también puede mejorar la creatividad, fortalecer el sentido de comunidad y proporcionar un mecanismo de afrontamiento positivo frente a desafíos y adversidades.
Desde la perspectiva de la salud mental, la risa es una herramienta terapéutica invaluable, porque actúa como un antidepresivo natural, liberando endorfinas que promueven sensaciones de felicidad y contento. Además, la capacidad de reír y encontrar humor en la vida cotidiana está fuertemente vinculada con la resiliencia, la capacidad de recuperarse y adaptarse ante las adversidades.
“La risa proporciona una pausa necesaria de las preocupaciones, ofreciendo un refugio momentáneo que permite a nuestra mente recargar energías y mantener una perspectiva más positiva y esperanzadora”.
En última instancia, la risa es un recordatorio constante de nuestra humanidad compartida, de nuestra capacidad para encontrar la luz incluso en los momentos más sombríos que, cuando se comparte generosamente, puede transformar vidas y trascender fronteras. En un mundo sediento de esperanza y conexión, la risa emerge como un poderoso antídoto contra la desesperanza y la división.