Rigo Bellot-Machi: reescribir la identidad para despertar del piloto automático
La manera en que una persona cuenta su propia historia puede determinar no solo lo que cree posible, sino también la realidad que experimenta cada día. Pensamientos, emociones y recuerdos no son simples reacciones espontáneas, sino patrones que moldean la percepción del mundo y condicionan las decisiones. Despertar de ese automatismo implica cuestionar quiénes creemos ser y desde dónde estamos viviendo.
Esa fue la premisa central de la ponencia de Rigo Bellot-Machi en TEDx Unifranz 2025, un encuentro organizado por la Universidad Franz Tamayo, (Unifranz) con la licencia de TED, que reunió experiencias de ciencia aplicada, resiliencia, neurociencia, tecnología, emprendimiento y arte, consolidando a la Universidad Franz Tamayo como un espacio de diálogo entre conocimiento académico y transformación humana. Desde el escenario, Bellot-Machi propuso una reflexión profunda sobre la identidad, el cerebro y la posibilidad de rediseñar la narrativa personal.
Cineasta, investigador y formador en narrativa y neurociencia, Bellot-Machi inició su charla con una pregunta tan antigua como vigente: “¿Qué es la vida? Un frenesí, una ilusión, una sombra, una ficción”, citando a Calderón de la Barca para introducir la idea de que la humanidad vive inmersa en una construcción mental que rara vez cuestiona. Desde esa base, planteó que no vemos el mundo como es, sino como somos, filtrado por la mente y la experiencia.
Su relato personal marcó un punto de quiebre. En 2009, tras recibir un reconocimiento por su trabajo cinematográfico, fue víctima de una agresión violenta que lo dejó con ocho fracturas de cráneo y en coma durante dos semanas. “Ahí empieza el nacimiento de otra nueva vida, el primer despertar”, relató, recordando el proceso de reaprender a caminar, a cepillarse los dientes y a habitar su propio cuerpo. Durante su recuperación, el contacto con la neurobiología y la neuroplasticidad abrió una búsqueda que transformaría su manera de entender la mente.
Meses después, decidió profundizar esa exploración estudiando guión e ingeniería narrativa en Ámsterdam. Allí escuchó una idea que cambiaría su perspectiva: para aprender a contar historias, había que aprender del narrador más antiguo de la humanidad, el cerebro. Fue entonces cuando comprendió que, al igual que en Matrix, los seres humanos viven dentro de una simulación neurobiológica construida por la mente. “Vivimos en una simulación cinematográfica a tiempo real”, explicó, señalando que no siempre somos conscientes de quién dirige esa película.
Bellot-Machi profundizó en el funcionamiento de la corteza prefrontal, a la que definió como una administradora de creencias orientada a la supervivencia y al ahorro de energía. Desde la infancia, explicó, el cerebro crea un “algoritmo” basado en experiencias tempranas que luego se convierte en la personalidad o el ego. “Nuestro cerebro no nos muestra la realidad, nos muestra lo que aprendimos a buscar para sobrevivir”, afirmó, detallando cómo el sistema nervioso opera la mayor parte del tiempo en piloto automático.
Uno de los momentos más reveladores de la charla llegó al explicar estudios de neurociencia aplicada al teatro y al cine, donde actores logran suspender su sentido del yo para encarnar un personaje. Ese hallazgo, sostuvo, demuestra que el cuerpo no distingue entre realidad y ficción cuando la creencia es suficientemente fuerte.
“Primero viene la creencia y luego la reacción fisiológica”, señaló, abriendo una reflexión sobre cómo las narrativas internas influyen incluso en la salud y el bienestar.
Desde esa mirada, Bellot-Machi planteó que la herida personal no es un obstáculo, sino una clave. “Tu herida es justamente la puerta para encontrar tu talento y tu propósito”, sostuvo, invitando a rediseñar conscientemente la identidad desde la conciencia y la creatividad, en lugar del miedo. Para él, cambiar el comportamiento no es suficiente si no se transforma la creencia que lo origina.
La ponencia dialogó con las demás voces de TEDx Unifranz 2025, como Luis Eduardo Hinojosa, que conmovió con su historia de reinvención tras quedar cuadripléjico; Khalil García-Tornel, que defendió la ciencia aplicada a la vida cotidiana; Valeria Rivero, que propuso soluciones energéticas frente a la crisis climática; Sinchy Díaz, que reforzó el valor del conocimiento compartido y Nicole Guerrero que habló sobre la solidaridad y la acción. En conjunto, las charlas coincidieron en un mensaje común: el cambio real comienza cuando se cuestionan las narrativas internas que nos gobiernan.
Al cerrar su intervención, Bellot-Machi dejó una invitación clara: recuperar la curiosidad de la infancia y el deseo creativo. “Quizás es momento de volver a ser niños, volver a soñar despiertos”, concluyó, recordando que reescribir la propia historia no es una fantasía, sino una posibilidad neurológica y humana.