¿Cómo prevenir la fiebre amarilla?

By Lily Zurita Zelada

La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por mosquitos infectados, que puede resultar mortal si no se previene adecuadamente. En Bolivia, especialmente en regiones endémicas como el departamento de Beni, el norte de La Paz, el trópico de Cochabamba y algunas regiones de Santa Cruz, la prevención es fundamental para evitar brotes y proteger a la población.

Esta semana, se reportó el primer caso de fiebre amarilla en lo que va de este año, con un lamentable desenlace.  El viceministro de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, Max Enríquez, informó que el caso se registró en el municipio de Palos Blancos (departamento de La Paz) donde una persona contrajo la enfermedad y, días después, falleció. La autoridad llamó a la población a asumir los cuidados respectivos para evitar contagios.

“Tras el fallecimiento por fiebre amarilla, se han aplicado vacunas a los habitantes de la zona afectada y comunidades aledañas”, informó Enríquez.

Este caso resalta la importancia de la vacunación y la implementación de medidas preventivas, especialmente en zonas endémicas. Por ese motivo, las autoridades sanitarias intensificaron las campañas de inmunización y las acciones de control vectorial para evitar la propagación de la enfermedad.

Vacunación: primera línea de defensa

La vacunación es la medida más efectiva para prevenir la fiebre amarilla. Una sola dosis de la vacuna ofrece protección de por vida y es esencial para quienes residen o planean viajar a zonas endémicas. 

Enríquez exhortó a todas las personas que, por trabajo, turismo o cualquier otra razón, se desplacen a zonas endémicas, “solicitar la vacunación con al menos 10 días de anticipación». 

En Bolivia, la vacuna está disponible de manera gratuita en más de 3.600 establecimientos de salud. Es fundamental que la población aproveche este recurso para garantizar su inmunización y evitar la propagación de la enfermedad.

Medidas adicionales de prevención

Además de la vacunación, es crucial adoptar hábitos que minimicen el riesgo de picaduras de mosquitos. Nelson Torrez, director de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), recomienda:

  • Uso de repelentes para evitar las picaduras de los mosquitos.
  • Uso de ropa protectora de manga larga, pantalones y colores claros.
  • Control de mosquitos, eliminando criaderos, como recipientes con agua estancada.
  • Uso de mosquiteros, especialmente en zonas de alta incidencia.

Estas prácticas, combinadas con la vacunación, forman una barrera efectiva contra la transmisión de la fiebre amarilla.

Requisitos de vacunación para viajeros

Muchos países exigen el Certificado Internacional de Vacunación contra la Fiebre Amarilla para prevenir la importación del virus y evitar brotes en regiones donde la enfermedad no es endémica. 

Esta medida protege tanto a los viajeros como a la población local de posibles epidemias. Por ello, es indispensable que los viajeros se informen sobre los requisitos de vacunación antes de planificar sus desplazamientos.

Acciones preventivas en zonas afectadas

Ante la confirmación de este primer caso, el Ministerio de Salud y el Servicio Departamental de Salud (SEDES) de La Paz implementaron medidas urgentes, como el bloqueo vacunal en las áreas afectadas y la identificación de personas no vacunadas para completar sus esquemas de inmunización. 

Además, se promueve el uso de mosquiteros, ropa protectora y la eliminación de criaderos. Estas acciones buscan contener la transmisión y proteger a las comunidades vulnerables.

Inundaciones y riesgo de proliferación de enfermedades

Las recientes inundaciones registradas en varios municipios del norte de La Paz, como Tipuani y Guanay, han generado una preocupante acumulación de agua estancada, lo que favorece la proliferación de criaderos de mosquitos. Este fenómeno incrementa significativamente el riesgo de brotes de enfermedades transmitidas por vectores, como la fiebre amarilla y el dengue. 

Ante esta situación, Enríquez destacó la importancia de tomar medidas urgentes para prevenir la propagación de estas enfermedades, especialmente en zonas vulnerables donde las condiciones sanitarias podrían agravarse debido a las lluvias intensas.

Para mitigar este riesgo, autoridades locales implementaron acciones preventivas desde antes de la temporada de lluvias, como la eliminación de desechos, la limpieza y desmalezado alrededor de las viviendas, así como la recolección de más de 800 toneladas de inservibles que podrían convertirse en focos de infección. Además, se realizan estudios entomológicos para monitorear la presencia de mosquitos y fumigaciones en áreas críticas, con el objetivo de reducir la población de vectores y proteger la salud de la población afectada. 

Estas medidas buscan contener el avance de enfermedades y garantizar un entorno más seguro para las comunidades impactadas por las inundaciones.

¿Qué es la fiebre amarilla?

La fiebre amarilla es causada por un flavivirus y se transmite principalmente por mosquitos Aedes aegypti. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas y vómitos, que se complica con aumento de tamaño del hígado (hepatomegalia).

Torrez señala que el virus “se transmite por la picadura de mosquitos infectados. El virus de la fiebre amarilla ingresa por la sangre. La predisposición es en personas jóvenes a adultos que por diversos motivos están expuestos al medio ambiente”.

En los casos graves, la enfermedad puede progresar a ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), hemorragias internas y fallo orgánico, llevando a la muerte en una alta proporción de los afectados.

La fiebre amarilla es una enfermedad prevenible si se adoptan las medidas adecuadas. La vacunación, combinada con prácticas de prevención y control de mosquitos, es la estrategia más efectiva para proteger la salud individual y colectiva. 

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