Scrum: cómo mejorar la productividad e impulsar la innovación empresarial

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En un entorno competitivo y en constante evolución, las empresas que logran destacar no son necesariamente las más grandes, sino las más ágiles, creativas y eficientes. La combinación entre productividad e innovación ya no es una opción, es una necesidad estratégica para sobrevivir y crecer. Frente a ese escenario, el método Scrum se ha convertido en una de las herramientas más utilizadas para innovar y ejecutar con agilidad, tanto en startups como en grandes corporaciones.

Según Daniel Choque, docente de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, este método se utiliza para gestionar proyectos de forma flexible, colaborativa y eficiente, especialmente en entornos como el desarrollo de software, productos digitales, marketing o innovación.

“El método o enfoque Scrum es más flexible y me presenta procesos cortos. En ese sentido en un emprendimiento tradicional yo invierto, si realizo una inversión alta para comprar cierta mercadería y espero un retorno a largo plazo. En cambio con el método Scrum yo voy a hacer pequeños ciclos o pequeños sprints donde voy invirtiendo en menor cantidad para ir testeando qué productos salen mejor. Una vez que se tenga la retroalimentación en cada sprint, voy a poder tomar la mejor decisión de inversión”, explica Choque.

Mejorar la productividad no significa únicamente hacer más en menos tiempo, sino hacer lo correcto, de forma más inteligente. Implica optimizar procesos, eliminar desperdicios, automatizar tareas repetitivas y enfocar los esfuerzos del talento humano en actividades que generen valor real.

El Scrum no es solo una metodología, es una filosofía de trabajo. Se basa en la colaboración constante, incrementar gradualmente el valor y la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios. Este método nació en el mundo del desarrollo de software, pero hoy se aplica con éxito en marketing, educación, diseño, recursos humanos y hasta en la gestión pública.

Uno de los grandes aportes es su estructura flexible y cíclica. A través de períodos cortos de trabajo llamados sprints —que suelen durar entre una y cuatro semanas— los equipos planifican, ejecutan y entregan pequeños avances funcionales del proyecto. Esto permite validar ideas rápidamente y corregir el rumbo sin esperar al final del proceso.

“El Scrum divide el trabajo en ciclos cortos. Estos ciclos cortos se llaman sprint. Por ejemplo, si estoy emprendiendo algo nuevo, al desarrollar publicidad voy a dividir en diferentes etapas. Lo que podría hacer es realizar la primera semana una campaña en Facebook, la segunda semana una campaña en TikTok, y después retroalimentar en qué campaña, o qué red social y qué tipo de campaña es la mejor en este tema de publicidad”, explica Choque.

Este enfoque ágil rompe con los largos plazos y planes rígidos de los métodos tradicionales. En lugar de planear todo desde el inicio, Scrum promueve la innovación continua: se prueba, se mide, se mejora y se vuelve a intentar. Cada ciclo es una oportunidad para incorporar mejoras y acelerar el impacto.

Para el desarrollo de proyectos, este método permite avanzar rápido, adaptarse al cambio y entregar valor desde el primer sprint, y comprende las siguientes etapas:

  • Inicio del proyecto: Para organizar el trabajo, el equipo elige utilizar el método Scrum.
  • Formación del equipo: Product Owner es quien define qué necesita y prioriza las funciones. Scrum Master es quien guía al equipo en la metodología, facilita reuniones y elimina obstáculos. Equipo de desarrollo: profesionales o especialistas que construirán el producto.
  • Creación del Product Backlog: El Product Owner elabora una lista priorizada de trabajo.
  • Planificación del Sprint: El equipo selecciona los ítems más importantes del backlog para trabajar en las próximas 2 semanas (un sprint).
  • Daily Scrum (reuniones diarias): Cada día, el equipo se reúne durante 15 minutos para compartir el avance del trabajo y si hay algún impedimento
  • Revisión del Sprint: Al final del sprint, el equipo presenta lo que construyó o desarrolló.
  • Retrospectiva del Sprint: El equipo reflexiona sobre ¿qué salió bien?, ¿qué se puede mejorar? Y ¿cómo trabajaremos mejor en el próximo sprint?
  • Se da inicio del siguiente Sprint: Se planifican nuevas tareas en función y complemento de la anterior etapa.

En términos de innovación, el método Scrum funciona como un laboratorio ágil. Al trabajar por entregas frecuentes y recibir retroalimentación constante, los equipos pueden probar ideas nuevas sin miedo al error, ajustar estrategias en tiempo real y reaccionar mejor ante las necesidades del mercado o del cliente.

Algunos estudios clave demuestran la efectividad de este método aplicado a la tecnología. Según el 17th State of Agile Report (informe anual que analiza la adopción y el uso de metodologías Agile en organizaciones de diferentes tamaños) del año 2024, sostiene que el método Scrum es el marco ágil más usado (63% de equipos), con un aumento de productividad de 3 a 8 veces y una reducción de defectos significativa.

Por otro lado en ScienceDirect (2024), realizó una revisión de 925 estudios y confirma que el método Scrum se adapta a contextos diversos para el desarrollo de software, investigación, marketing. 

Muchas empresas utilizan también este método para acortar los tiempos de desarrollo y llegar antes que la competencia. El lanzamiento de productos mínimos viables (MVP, por sus siglas en inglés) es una de las estrategias más comunes bajo este modelo. Esto permite lanzar versiones tempranas, obtener datos reales y mejorar con base en evidencia, no suposiciones.

“Lo que el Scrum hace es que en vez de invertir grandes cantidades, es invertir en cierta cantidad mínima para ir testeando, y aplicar los sprint en el negocio”, explica el académico de Unifranz.

No es casualidad que gigantes como Google, Amazon, Spotify y hasta gobiernos hayan incorporado este método en sus procesos, porque permite innovar con estructura, crear sin caos y gestionar con foco en el valor, no solo en el cumplimiento de tareas.

En un mundo que exige rapidez, adaptabilidad y pensamiento creativo, el método Scrum se está utilizando en diferentes sectores para innovar en la producción en un marco de trabajo que convierte las buenas ideas en resultados concretos, con menos desperdicio de tiempo y recursos.

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Aldo Juan Peralta Lemus

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