Por Manuel Filomeno
En medio de un contexto de falta de divisas, alza de precios de productos básicos, escasez de combustibles y presiones sociales, el analista y experto en finanzas, Jaime Dunn, propone cinco medidas para salir de la crisis económica, desde la reducción del gasto público hasta el fomento a la inversión privada.
“La economía es como un peatón que ha sido atropellado por un bus y está tirado en el asfalto. Lo primero que hay que hacer es recuperarse y dejar de gastar. Entre 2022 y 2023 hemos perdido 5.000 millones de dólares en reservas”, expresa el analista.
Dunn participó recientemente en la master class “Crisis económica en Bolivia: Desafíos y estrategias para el futuro”, organizada por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Luego de un diagnóstico previo, Dunn sugirió dar un golpe de timón a la política económica del país y pasar de un modelo de redistribución a uno de generación de riqueza, apostando por la inversión privada y reduciendo el gasto público.
El experto dividió las acciones propuestas en “medidas de emergencia” y “medidas de rehabilitación”.
Medidas de emergencia
1. Reducción del gasto público
Dunn explica que las autoridades deben actuar con urgencia para disminuir el gasto estatal. Sugiere recortes significativos, como una reducción de 1.700 millones de dólares en la inversión pública y la paralización de la creación de nuevas empresas públicas. Esto, junto con una optimización en la importación y transporte de combustibles, podría ahorrar hasta 1,100 millones de dólares.
“Primero, en el caso de la importación de combustibles, si el 15% de la minería y del agro traen su propio combustible, puede ahorrar 600 millones de dólares. De la misma manera, el transporte del combustible es muy costoso y se puede reducir. Por otra parte, la inversión pública debe reducirse en 1.700 millones de dólares, y no se deben crear nuevas empresas públicas, que cuestan cerca de 700 millones de dólares anualmente”, expresa.
2. Combate al contrabando de combustible
El contrabando de combustible representa una pérdida anual de 500 millones de dólares. Es necesario implementar medidas más estrictas para frenar esta práctica para aliviar las presiones sobre las finanzas públicas.
Medidas de rehabilitación
3. Fomento a las exportaciones
Revisar los cupos de exportación de productos como el oro y permitir una mayor liberalización del comercio exterior podría generar ingresos adicionales de hasta 2.000 millones de dólares. Esto no solo ayudaría a equilibrar el déficit fiscal, sino que también reforzaría la balanza comercial.
“Si adicionalmente se liberan las exportaciones y se revisan los cupos de exportación de oro, se pueden recoger 2.000 millones de dólares más en exportaciones, estos son dólares frescos que entrarían en la economía, reduciendo la presión cambiaria”, aclara.
4. Cambio de modelo económico
El experto propone abandonar el modelo actual de redistribución para adoptar uno basado en la generación de riqueza. Este enfoque implica respetar la propiedad privada, fomentar el libre mercado y promover la seguridad jurídica, permitiendo a los emprendedores y empresarios operar sin restricciones.
“Hay la posibilidad de reducir el gasto y equilibrar el déficit fiscal. Una vez que entremos a rehabilitación, hay que cambiar este modelo de captura y la redistribución de riqueza para luchar contra la pobreza. Deberíamos pensar en un modelo económico de generación de riqueza. La generación de riqueza es fundamental para salir de la pobreza, no la redistribución”.
5. Fortalecimiento de la inversión privada
La economía boliviana, según el análisis, debe ser un motor impulsado por emprendedores y empresarios. Para lograr esto, es indispensable reducir las trabas legales, evitar bloqueos y garantizar la seguridad jurídica para todos los sectores, incluyendo los gremios e informales.
“Nosotros tenemos propiedad privada y queremos usar nuestra propiedad privada para hacer algo. Bolivia es un país de emprendedores, de empresarios, de gente que quiere trabajar para producir. Es un país de comerciantes, es un país de libre mercado. Sin embargo, las causas de la riqueza se nos impiden todos los días con normas, bloqueos, avasallamientos e inseguridad jurídica. El nuevo modelo de país tiene que reconocer esta realidad: los bolivianos somos emprendedores y dueños, y queremos permanecer así”, expresa.
El contexto de la crisis
Dunn indica que el modelo económico implementado desde 2006, centrado en la captura de excedentes de sectores estratégicos como hidrocarburos y minería, ha enfrentado serios desafíos debido a la caída de ingresos desde 2014. Esto, sumado a un creciente déficit fiscal del 12% en 2023, una deuda pública que supera el 80% del PIB y una devaluación de la moneda, ha generado un ambiente económico complicado.
“En 2022, los ingresos tributarios no fueron suficientes para cubrir los sueldos y salarios del sector público, lo que llevó a un déficit fiscal que alcanzó casi el 12% en 2023. La importación de combustibles también ha afectado negativamente la balanza comercial. Al vender combustibles a precios subsidiados, el gobierno agrava la falta de ingresos. La deuda pública ha aumentado significativamente, superando el 80% del PIB, mientras que las reservas del Banco Central se han agotado”, explica el experto.
Por su parte, el director de la carrera de Ingeniería Económica y Financiera de Unifranz, Kadir Lanza, indica que Bolivia está viviendo una situación difícil, en un escenario global de muchos cambios y tensiones internas significativas, por lo que es importante estudiar la situación y generar ideas para salir de la crisis.
“En Bolivia existen tensiones internas que tienen que ver con una crisis económica y social severa, caracterizada por un déficit fiscal elevado, una disminución de las reservas internacionales, la aplicación de políticas económicas que sustentan un modelo económico social productivo, escasez de dólares y combustibles. Esta crisis se refleja en varios indicadores económicos y sociales. Por ello, es importante estudiar, entender y generar ideas para imaginar un modelo económico alternativo”, apunta Lanza.
El camino hacia la recuperación
El economista enfatiza que la recuperación requiere una transformación estructural hacia un sistema económico sostenible. Bolivia, concluye, debe convertirse en un país de propietarios, no de proletarios, promoviendo un entorno que permita a sus ciudadanos crear riqueza de manera sostenible.
Esta propuesta busca abrir un debate sobre las acciones necesarias para superar la crisis y construir un futuro económico más sólido y equitativo para el país.
En ese sentido, el vicerrector de Unifranz, Rolando López, invita a los jóvenes a buscar soluciones que no solo contemplen lo macro, sino también lo micro y que tomen acción por ellos mismos para generar riqueza e impulsar el desarrollo del país.
“El Estado no les va a generar riqueza; cada uno debe preocuparse por generar su propia riqueza. Piensen en generar riquezas con lógica prospectiva, con modelos sujetos a restricciones, No importa la edad que tengan, generen ideas, proyectos, negocios, empleos y muchas plataformas. No se preocupen tanto por lo que harán, sino por hacerlo”, puntualiza.