Por Lily Zurita
La medicina estética avanza a pasos acelerados. Una íntima relación con la ciencia, la tecnología y el anhelo de millones de personas que buscan mejorar su apariencia física o autoestima, abre una amplia gama de posibilidades para su expansión a nivel global.
La preocupación por la belleza no es de data reciente, aseguran los expertos, sino un anhelo que se remonta a la antigüedad. Sitúan su origen en el antiguo Egipto como la cuna de los primeros tratamientos de cuidado de la piel. Sin embargo, tal como la conocemos actualmente, habría nacido en París, Francia hace sólo medio siglo (1973), con una interesante y rápida evolución a nivel mundial.
“Cada año surgen nuevas técnicas, nueva aparatología médico estético, sistemas lumínicos, nuevos equipos Láser, nuevos procedimientos y protocolos de tratamiento cada vez menos invasivas, seguras y con obtención de resultados en cortos periodos de tiempo en tratamientos faciales y corporales”, afirma Yuri Gary Mollinedo, presidente de la Asociación de Médicos Estéticos, Láser y Envejecimiento de La Paz y coordinador del diplomado internacional en medicina estética y antienvejecimiento, de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
El académico explica que la tendencia actual para el rejuvenecimiento facial y corporal va por la aplicación de bioestimuladores de colágeno, nuevas técnicas para adelgazamiento facial con enzimas recombinantes o adipoestructuración facial, el empleo de exosomas, los láseres híbridos y otros procedimientos que cada vez son menos invasivos, más seguros y con excelentes resultados.
Asimismo, las nuevas tecnologías están permitiendo aplicar técnicas menos invasivas y más seguras, con excelentes resultados en manos expertas, porque son los pacientes quienes buscan tratamientos que no requieran de una intervención quirúrgica, un ingreso hospitalario y de anestesia general.
Por ejemplo, tratamientos antienvejecimiento con Láser, Botox o hilos tensores que demandan profesionales debidamente capacitados, están siendo reemplazados por técnicas menos invasivas con similares o mejores resultados, pero evitando complicaciones.
Mollinedo puntualiza, también, que los efectos de los tratamientos que se realizan en medicina estética tienen una duración máxima de hasta año y medio. No son permanentes, ya que la duración de los resultados dependerá de diversos factores, como el producto o activo que se aplica.
“Además, hay otras condiciones inherentes al paciente, que van desde el tipo de piel, el tipo de metabolismo, los cuidados diarios, el tipo de alimentación y actividad física que realiza”, puntualiza.
Consideraciones éticas
Como en todo rubro, las consideraciones éticas marcan el norte en la medicina estética. Atención integral, información adecuada y confidencialidad en cualquier atención de un paciente, son sus principales preceptos.
Para Mollinedo, este tipo de procedimientos demanda que el profesional médico esté cualificado, disponga de todos los medios para proteger y preservar la salud del paciente y, sobre todo, “salvaguardar uno de los principios de la medicina, que es el Primum non nocere, que significa lo primero es no hacer daño«.
La deontología médica es el conjunto de principios y reglas éticas que deben inspirar y guiar la conducta profesional del médico y la medicina estética no es la excepción.
Del otro lado, el paciente que se somete a tratamientos estéticos debe asegurarse que quien lo va atender sea un profesional médico, que tenga formación en medicina estética a nivel de diplomado, especialidad o maestría. “También debe asegurarse que quien le realicé el procedimiento o tratamiento sea el mismo médico que lo evaluó y que el consultorio o centro donde es atendido esté habilitado y acreditado por el Servicio Departamental de Salud (SEDES) de cada departamento”, aclara el médico especialista.
Una industria en expansión
Statista, una plataforma global de datos e inteligencia empresarial con una amplia colección de informes, estadísticas e información sobre más de 80.000 temas en 170 industrias, sostiene que, en 2022, el tamaño de mercado del sector de medicina y cirugía estética a nivel mundial superó los 75.000 millones de dólares. Se prevé que dicha cifra siga en aumento de cara a los próximos años.
Entre las operaciones de cirugía estética más demandadas a nivel global figuran las mamoplastias de aumento y las liposucciones. En tanto, en el caso de la medicina estética, destacan las inyecciones de bótox y ácido hialurónico. Una gran parte de las intervenciones, especialmente de aquellas de carácter quirúrgico, se llevan a cabo en el continente americano.
La medicina estética no demanda procedimientos quirúrgicos
La medicina estética es una rama de la Medicina que tiene como fin la restauración, el mantenimiento y la promoción de la estética, la belleza y la salud de los pacientes, para lo cual utiliza procedimientos médicos tanto a nivel facial como corporal y en régimen ambulatorio.
Mollinedo precisa que “no realiza procedimientos quirúrgicos ni que requieran anestesia general, como ocurre en el caso de la cirugía estética, la cual también en la mayoría de los casos implica un ingreso hospitalario del paciente”.
En tanto, la cirugía plástica se dedica a la reparación de deformidades y la corrección de defectos funcionales, en la que se engloban procedimientos dirigidos a la reparación de tejidos afectados por una enfermedad, accidente o derivado de lesiones producidas por quemaduras.
Dentro de los múltiples beneficios que aporta la medicina estética, según Mollinedo, están la eliminación de imperfecciones o inestetismos que mejoran considerablemente la aplicación del rostro y regiones del cuerpo o la apariencia física, devolviendo rasgos estéticos que se van perdiendo con el paso de los años a través de procedimientos médicos no invasivos o mínimamente invasivos.
El tratamiento de patologías estéticas o inestetismos, la complejidad de las técnicas y procedimientos empleados, requieren que este tipo de intervenciones estéticas sean practicadas por un personal médico cualificado, que reúna todas las competencias para diagnosticar y tratar al paciente con las diferentes tecnologías, procedimientos y protocolos de atención en Medicina Estética.
Existen varios cursos, que van desde diplomados hasta maestrías, donde los médicos pueden profundizar o actualizar sus conocimientos en esta rama.
Mollinedo explica que el diplomado internacional de alto nivel en Medicina Estética, Láser y Envejecimiento brindará a los profesionales de la medicina “las técnicas y procedimientos desde lo más básico y de vanguardia para la atención adecuada, integral del paciente. El contenido académico abarca la mayoría de las técnicas empleadas a nivel facial, capilar y corporal a través de procedimientos médicos, aparatología médica, sistemas lumínicos y Láser”.