Acerca la marca a la gente se ha convertido en la meta del marketing moderno. Las empresas promueven experiencias gratificantes para que los usuarios ganen un valor agregado por su compra. Es un paso importante para asentarse como líder en el mercado.
Este nuevo enfoque de las empresas crea un espacio para nuevas oportunidades de empleo. En ese marco, surge el insight leader o líder de conocimiento.
Jorge Izaguirre, insight leader de Consumer Truth, asegura que el insight es un “movimiento interior, un elemento profundo que no está específicamente en la racionalidad de la compra, sino en el movimiento interno que forma parte de ti, cuando se hace algún tipo de consumo, no solamente de compra, sino de experiencia”.
Para el experto, antes se usaban términos muy operativos, como director de proyectos, pero en la actualidad esas funciones han evolucionado a liderazgos más inspiracionales, teniendo una cultura basada en conocimientos de insights.
“Comprarnos la historia que hay detrás de cada trabajo que se hace. Se podría decir que los insight leaders somos grandes contadores de historia. Esa historia que suma en experiencia y estrategias que se van a desarrollar para cada uno de los clientes o marcas que requieren algo de conocimiento mayor en insight”, agrega.
El insight es el elemento principal para gestionar una estrategia de marketing porque, por ejemplo, para conectar a través de estrategias de comunicación, tenemos que ir al insight. Ahora la gente compra experiencias, ya no simples productos.
“Es interesante que nosotros, basados en procesos internos, podamos conectar para sumar empatía, sumar propósito, para sumar todos esos elementos de conexión humana que hacen que las marcas lleguen a las personas”, puntualiza Izaguirre.
Insight, una herramienta para proyectar la experiencia de la marca
A partir de un insight se vende experiencia, el producto mismo, vinculaciones directas con el producto, servicio o la misma marca.
“Todas estas marcas no solamente dejan de ser operativas, dejan de ser funcionales, dejan de ser transaccionales para ser una marca que asume una postura, un tema de reconocimiento, específicamente, en tu vida cultural”, reflexiona el experto peruano que, junto al equipo de Consumer Truth, brindó un taller en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“Hace un tiempo atrás entrevistamos camioneros, queríamos saber cómo se relacionan entre ellos y con sus marcas. Lo interesante es la forma en la que se identifican emocionalmente con la marca (…)”, afirma.
Esta conexión emocional obliga no sólo a mejorar el producto, sino a mejorar la experiencia, porque el cliente compra una marca que motiva su experiencia. Lo que generalmente se establece dentro del insight es cómo nuestra propia forma de vivir experiencias como consumidores se va integrando a la cultura.
“Nosotros consumimos culturalmente. Todas las experiencias las vivimos desde nuestra visión cultural y eso es lo que debemos entender, cómo conectar la cultura con la experiencia que uno cree vivir ya sea con el producto, la marca o el servicio”, especifica Izaguirre.
En la construcción de experiencia de una marca, la cultura se entiende como la expresión interna de grupos sociales específicos dentro de un espacio histórico.
“Va desde la historia, va desde los landmarks (puntos de referencia), desde los sitios que nos representan algo, va desde la música, la expresión, el tema de que hay un poco de formación comunal comunitaria de cómo eso se va creciendo y cómo va ganando cada vez más dentro de una experiencia social”, agrega el speaker.
Otra mirada del liderazgo
Monique Valcour, en su artículo “Cualquiera puede aprender a ser un mejor líder” sostiene que ocupar un puesto de liderazgo no es lo mismo que liderar porque para liderar, hay que ser capaz de conectar, motivar e inspirar un sentido de propiedad de los objetivos compartidos.
“Una cosa es querer ocupar un papel de liderazgo y otra es querer hacer el trabajo profundo que implica aprender a liderar (…), el interés y el compromiso con el aprendizaje y el desarrollo continuos como líder lo mantendrán fresco y vital. Hay un valle que cruzar antes de llegar a la cima. Y hay otro valle entre ese pico y el siguiente”, dice la especialista.
El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) publicó en junio pasado el ranking de los 10 empleos que tendrán mayor demanda en los próximos cinco años, donde destacan carreras vinculadas con las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, tales como: especialista en inteligencia artificial, experto en aprendizaje automático; analista de inteligencia comercial; ingeniero FinTech o especialista en transformación digital, que se proyectan como los trabajos con mayor potencial de crecimiento hasta 2027.
“Todo lo que tenga que ver con coaching, todo lo que tenga que ver con liderazgo y direccionamiento de equipos, desarrollo de empatía o que las personas empiecen a rendir frutos y sean más productivas, desde sus competencias o habilidades blandas (…), también está ganando mercado”, sostiene Pablo Ardaya, director nacional de Capital Humano de Unifranz.
En este desafío, la academia tiene la misión de preparar a los nuevos profesionales facilitando la comprensión de la nueva realidad que desafía a la humanidad a partir de los grandes avances tecnológicos y la globalización del mercado.
“La academia tienen que entender y jugar un rol protagónico, justamente, en servirse de la tecnología y profundizar en los estudiantes y futuros profesionales el desarrollo de habilidades, del análisis crítico, de la interpretación de resultados, pero sobre todo de esta mirada más humana ante los problemas que les va a tocar resolver en su futuro profesional”, reflexiona Ardaya.