Liderar el cambio: cómo las empresas pueden reinventarse con visión, resiliencia e innovación
En tiempos marcados por la velocidad del cambio, liderar y gestionarlo se ha convertido en una capacidad indispensable para la sostenibilidad de cualquier empresa. La transformación no solo es inevitable, sino vital para mantenerse competitivo.
Licelott Romero, gerente general de la Cámara de Industria y Comercio de El Alto (CAINCO) y speaker en la cuarta Feria de Empleabilidad de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), afirma con convicción: las organizaciones que no evolucionan, desaparecen.
“El cambio es importante para sobrevivir en el área laboral. Es necesario adaptarse, generar valor a partir de situaciones difíciles y transformar los desafíos en oportunidades”, afirma Romero con convicción. Desde su experiencia en uno de los polos económicos más dinámicos del país, destaca que las empresas son organismos vivos que necesitan crecer, renovarse y responder al entorno con agilidad.
En la misma línea, la plataforma digital SYDLE conceptualiza la Gestión del Cambio Organizacional (GCO) como “una disciplina de administración que propone un conjunto de acciones para preparar a los miembros de una empresa para los cambios. Eso es porque las organizaciones están formadas por personas y estas necesitan un proceso hasta adaptarse a las novedades y las nuevas realidades”.
Para ello, la gestión del cambio evalúa los aspectos actuales de la organización y planifica cómo asignar recursos y modificar procesos para realizar la transición.
Gestionar el cambio con habilidades, no con miedo
El liderazgo efectivo comienza con el desarrollo de habilidades clave. No basta con tener conocimientos técnicos; el liderazgo transformacional requiere competencias emocionales, visión estratégica y capacidad para gestionar la incertidumbre.
“Hay que dejar de tener miedo. El cambio debe verse como una oportunidad de crecimiento. Resistirse solo retrasa el desarrollo”, insiste Romero.
Para la experta, la capacitación continua es la base para una gestión del cambio exitosa. Equipar a los equipos con herramientas y conocimientos no solo mejora el desempeño interno, sino que también construye culturas, organizacionales resilientes y adaptativas. “La resiliencia es fundamental. Nos permite enfrentar crisis y redefinir nuestras estrategias con sentido y propósito”.
Del desafío a la oportunidad: el rol del líder
¿Cómo pueden los líderes transformar los momentos de crisis en impulso para crecer? Según Romero, todo parte de una visión clara, pero también de la capacidad de inspirar a otros.
“Es fundamental desarrollar habilidades como la inteligencia emocional. La crisis puede ser un trampolín para generar trabajo, sostenibilidad y nuevas formas de operar. A veces hay prueba y error, pero con una dirección firme se puede avanzar”, sostiene.
El liderazgo no se trata solo de tomar decisiones, sino de acompañar a los equipos en el proceso. Motivar, escuchar, empatizar y generar entornos donde el error se convierte en aprendizaje y la innovación en una constante.
“Los líderes deben ser los primeros en capacitarse y asumir los cambios sin resistencia”, afirma la gerente de la CAINCO en El Alto.
La innovación y la creatividad, motores del futuro
Innovar no es una opción, es una necesidad. Para Romero, la innovación y la creatividad son dos motores clave para enfrentar los retos actuales. Desde nuevas formas de comercialización hasta procesos internos más eficientes, todo pasa por la capacidad de pensar diferente.
“La innovación es una de las principales habilidades que se debe gestionar para alcanzar las metas que el país y el mundo nos exigen”, asegura.
Y aunque la creatividad muchas veces se asocia con campos artísticos, Romero la reivindica como una competencia central en el ámbito empresarial. La capacidad de reinventarse, de encontrar nuevas rutas, de generar ideas útiles y originales, es hoy tan valiosa como cualquier herramienta tecnológica.
El desafío de la transformación digital
Una de las barreras más grandes para gestionar el cambio en las organizaciones es el analfabetismo digital. La brecha tecnológica aún limita el acceso de muchas personas a oportunidades de crecimiento profesional.
“Los jóvenes y líderes necesitan capacitarse, entrar en las tecnologías, comprender la digitalización. No es solo saber usar herramientas, es entender qué hay detrás de la innovación”, explica Romero.
Desde CAINCO El Alto, Romero impulsa programas de formación en e-commerce, inteligencia artificial, habilidades digitales y uso de aplicaciones. “Ya estamos en más del 80% de las comunidades que gestionamos con presencia en estos temas. La familiaridad con la tecnología ya no es un plus, es un requisito”, sostiene.
Capacitación, la clave para adaptarse y avanzar
Romero enfatiza que la formación continua del personal es un elemento estructural para liderar el cambio. No basta con adaptarse una sola vez. El entorno evoluciona, y con él, también deben evolucionar las personas y las organizaciones.
“Capacitarse constantemente es vital. Sólo así podremos responder a las nuevas demandas del mercado y construir empresas más competitivas y sostenibles”, puntualiza.
Este enfoque permite romper barreras, construir confianza interna y proyectarse con éxito hacia el futuro. Porque el cambio bien gestionado no sólo transforma a las empresas, también transforma a las personas que las integran.
Liderar el cambio es apostar por el futuro
Gestionar y liderar el cambio implica asumir que los modelos del pasado ya no garantizan resultados en el presente. Es comprender que la transformación no ocurre de manera espontánea: se planea, se lidera y se vive en cada proceso, cada decisión y cada persona.
Como afirma Romero, “las instituciones, las empresas, los emprendimientos (…), si no gestiona bien el cambio, mueren”.
Por eso, el llamado es claro: dejar atrás el miedo, invertir en formación, abrazar la tecnología, fortalecer las habilidades humanas y hacer de la innovación una cultura, no solo una estrategia. Solo así se podrá construir un futuro empresarial más fuerte, humano y resiliente.
