Las molestas aftas bucales son llagas que aparecen de cuando en la pared interna de la cavidad bucal. Los odontólogos reciben con bastante regularidad a pacientes con esta dolencia.
Aunque se piense que están relacionadas con problemas digestivos, los especialistas señalan que son producto de varios factores combinados, entre los que tienen incidencia un débil sistema inmunológico y deficiencias de vitaminas en el organismo.
En el ámbito académico, las aftas bucales son conocidas como estomatitis aftosa recurrente y son lesiones ulcerosas en la mucosa oral, define la doctora Griselda Vargas, directora de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“Se caracterizan por ser úlceras dolorosas con un centro de necrosis blanquecina rodeado por un halo eritematoso (una inflamación con manchas rojas). Suelen tener un diámetro de menos de un centímetro, pero en casos graves pueden llegar a ser más grandes”.
Los especialistas señalan que no se ha definido con precisión cuál es el origen de estas heridas. “Las causas exactas no están completamente esclarecidas, pero se considera que son producto de una combinación de factores”, indica Vargas.
A pesar de las dudas sobre su origen, la académica identifica cuatro factores. En primer lugar puede deberse a un traumatismo mecánico fruto de mordeduras accidentales o rozaduras por prótesis dentales mal ajustadas.
También se señalan factores inmunológicos asociados con una respuesta inmunitaria insuficiente, que incluye una mayor actividad de los linfocitos T (que ayudan a proteger el cuerpo de infecciones) y una disminución inmunológica en la cavidad bucal.
Vargas identifica dos aspectos más. Los factores genéticos y los factores nutricionales vinculados con la deficiencia de nutrientes esenciales, como hierro, ácido fólico, vitamina B12 y zinc.
El odontólogo Eduardo Mancilla Alarcón añade otros factores como aspectos psicológicos (estrés, ansiedad), factores endócrinos (etapas premenstruales), microbiológicos (virus, bacterias) e, incluso, el tabaquismo.
Vargas considera que las deficiencias del sistema inmunitario puede desencadenar el desarrollo de aftas bucales. La falta de vitaminas y minerales esenciales alteran la integridad de la mucosa oral y debilitan las defensas locales, lo que a su vez aumenta la posibilidad de que aparezcan estas úlceras.
Cuando una persona ha enfermado con aftas bucales, los médicos recomiendan un tratamiento que busca aliviar los síntomas, porque no existe una cura definitiva.
Para mitigar las molestias y ardores fruto de estas llagas, la especialista sugiere el uso de enjuagues bucales con soluciones salinas, para mantener la higiene oral y reducir la inflamación. También la aplicación tópica de geles o pomadas, que contengan anestésicos locales, corticosteroides o agentes protectores para aliviar el dolor y favorecer la cicatrización. En los casos más preocupantes puede optarse por analgésicos orales de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol, para aliviar el dolor.
De manera paralela, se propone evitar alimentos y bebidas que puedan irritar las aftas, como comidas picantes o ácidas.
Además, Mancilla añade que “en nuestro medio se ha usado por mucho tiempo la violeta de genciana con resultados mixtos”. Para los casos graves indica, incluso, la vía intravenosa de medicamentos fuertes.
Ambos profesionales apuntan a la prevención como mejor tratamiento. Reseñan que no existen recetas definitivas, aunque sí sugerencias para un cuidado bucal. Vargas recomienda mantener una adecuada higiene oral, que incluya el cepillado regular de los dientes y el uso de hilo dental para prevenir la acumulación de placa bacteriana.
Otras consideraciones de los profesionales pasan por la reducción o eliminación de alimentos ácidos, picantes o irritantes que puedan dañar la mucosa oral y desencadenar la formación de aftas. Del mismo modo, apuntan a una dieta equilibrada y variada, que incluya suficientes vitaminas y minerales esenciales para mantener la salud de la mucosa oral.
Mancilla también coindice en mantener una buena nutrición y una vida sana para evitar la aparición de las aftas bucales.