La salud no puede ser dejada al azar, es nuestro bien más preciado y requerimos de profesionales preparados para su cuidado, pero para esto se requiere que los médicos cuenten con las herramientas y conocimientos adecuados para adaptarse a todas las situaciones, es por eso que la gestión de la calidad educativa y la reputación de la carrera es importante en la formación de nuevos profesionales de la salud.
“Todos los procesos relacionados con gestión académica y más precisamente con gestionar la calidad educativa en Medicina están vinculados, principalmente, con el logro del perfil profesional propuesto por la carrera”, señala el doctor Jimmy Venegas, decano académico de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Venegas asegura que el perfil profesional propuesto por la universidad describe de manera clara qué características debe de tener un profesional de la salud, así como las competencias y habilidades que debe tener un médico para desarrollar sus actividades en diferentes ámbitos.
El perfil propuesto por Unifranz incluye las siguientes áreas de formación: Clínico Médico, Clínico Quirúrgico, Gerencial en Salud, Salud Comunitaria, Emergencias y Urgencias Médicas, Diagnóstico Imagenología e Investigación Médica.
“Por ejemplo, describe las características que debe tener un médico para poder diagnosticar, tratar enfermedades, desarrollar actividades de investigación, para ejercer cargos de liderazgo o de administración, como en el caso de un director de hospital. También promueve la prevención de enfermedades y no solamente en el tratamiento de ellas. Por ende es muy importante que cada carrera haga un análisis de la pertinencia de este perfil profesional”, acota el experto.
Es decir, que el perfil profesional propuesto por una carrera debe ser adecuado para un contexto determinado, para un lugar determinado, para un tiempo determinado para que de esa manera el profesional pueda desarrollar sus actividades y éstas estén de acuerdo a las necesidades del departamento o de la sociedad.
“Por lo tanto, todos los procesos de gestión educativa en los diferentes niveles de la carrera están orientados a que el profesional pueda adquirir competencias a través de diversos escenarios de aprendizaje como son las salas de simulación, las aulas dinámicas y todos los escenarios propuestos en los laboratorios para que los futuros profesionales de la carrera puedan adquirir los conocimientos, destrezas y habilidades necesarias para poder luego ser aplicado en la realidad, en el ámbito en el que sean necesarios”, agrega el académico.
Algunas de las competencias con las que los estudiantes de medicina deben graduarse de la carrera incluyen: desarrollar planes de tratamiento médico y seguimiento de pacientes, evaluar y estabilizar pacientes en situaciones de emergencia, garantizar las medidas preoperatorias y postoperatorias, diseñar programas de salud comunitaria, realizar procedimientos quirúrgicos, manejar con precisión complicaciones quirúrgicas, realizar diagnósticos de enfermedades y condiciones médicas, determinar las pruebas de imagen adecuada, entre otras.
Reputación
La acreditación universitaria es un reconocimiento que se otorga a los programas académicos y carreras de estudio para asegurar que cumplan con ciertos estándares de calidad internacional. Esta distinción es emitida por organizaciones relacionadas con la educación en los países miembros del Mercosur.
Las carreras de Medicina en La Paz, Cochabamba y El Alto de Unifranz cuentan con esta acreditación.
Édgar Pary, ministro de Educación, asegura que la acreditación es sinónimo de excelencia, trabajo y perseverancia que realizó la universidad junto con su equipo de trabajo. “Queremos reconocer la labor que ustedes realizan y que obviamente tendrá un impacto en el desarrollo socioeconómico de nuestro país porque se están formando futuros profesionales en excelencia académica. Eso es lo que debemos destacar”.
Los profesionales de la carrera de medicina de Unifranz, tienen las mayores facilidades para seguir una especialización en el extranjero gracias a la acreditación Mercosur (Arcu-Sur) con la que cuenta el programa. Esta certificación avala la calidad de formación de los nuevos profesionales con estándares internacionales.
Venegas indica que todos estos procesos y la calidad académica de una universidad no pueden ser certificados por la misma institución, sino que deben ser evaluados y corroborados por otros entes nacionales e internacionales, como la acreditación Mercosur, la cual fue otorgada a Unifranz.
Arcu-Sur es un mecanismo de acreditación regional cuyo objetivo es dar garantía pública del nivel académico y científico de los recursos, definida a través de criterios regionales elaborados por comisiones consultivas en coordinación de la Red de Agencias Nacionales de Acreditación.
“En el caso de la acreditación a Mercosur, los que certifican la calidad académica, los procesos relacionados con gestión académica son expertos internacionales que forman parte de la alianza y que hacen una evaluación de todo lo que se realiza dentro de la carrera y validan la consecución o el logro del perfil profesional, por lo tanto, este tipo de validaciones externas son muy importantes porque son las únicas que pueden demostrar que existe un nivel de calidad relacionadas con todos los procesos de gestión académica (…)”, puntualiza Venegas.
Acreditación
El decano académico indica que este tipo de acreditaciones consolidan la reputación de la carrera, lo que a su vez beneficia a los estudiantes que se forman en ella. Esta acreditación está fundada en cuatro dimensiones: el contexto institucional, el proyecto académico, la calidad de los docentes y la infraestructura.
“En el caso de la primera dimensión, la valoración que hacen los expertos académicos muestra que la universidad tiene una estructura definida, un organigrama definido, tiene procesos de gestión administrativa y académica acordes a las necesidades de la carrera, existen diferentes elementos como el hecho de tener un permiso y una certificación de funcionamiento aprobada por el Ministerio de Educación”, expresa Venegas.
La segunda dimensión tiene que ver con el plan de estudios y cómo éste se ajusta y vincula en el interior de la misma para lograr la participación de los estudiantes y docentes, de manera que los estudiantes puedan adquirir las competencias necesarias para el ejercicio posterior de la profesión.
La tercera dimensión que evalúa el Mercosur tiene que ver con la calidad y el tipo de docentes que son contratados, así como su experiencia y estudios. “Existen criterios definidos y rigurosos que hacen que los docentes que dan clases dentro de la carrera de Medicina cumplan ciertas características. Un criterio importante es que, por ejemplo, para que la carrera sea acreditada se debe contar con un 60% de docentes con un grado académico mínimos de maestría, doctorado o especialidad reconocida (…)”.
Venegas agrega que, mediante esta evaluación, se puede certificar que la carrera de Medicina cuenta con profesionales destacados, acreditados por el Colegio Médico, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) o el Ministerio de Salud.
Por último, la cuarta dimensión tiene que ver con la infraestructura, que debe ser adecuada, moderna y permitir un aprendizaje fluido. Los expertos académicos, que realizan la evaluación, validan las aulas, los laboratorios y los distintos escenarios de aprendizaje propuestos por la universidad y certifican que son adecuados para que se desarrollen las actividades.
“En este caso se valida que exista el espacio necesario para una determinada cantidad de estudiantes en un laboratorio o que existen los equipos necesarios para realizar una actividad de clases dentro de estos ambientes, que se cuenta con el equipamiento o simuladores médicos en las cuales los estudiantes van adquiriendo destrezas para realizar cierto tipo de procedimientos”, manifiesta.
Gracias a esto, explica el decano, las universidades que cuentan con la acreditación Mercosur pueden decir que sus carreras de Medicina cuentan con las mejores condiciones.
Cómo beneficia a los estudiantes
Venegas puntualiza que la certificación y acreditación al Mercosur tiene una duración de seis años, durante los cuales la universidad recibe una resolución por parte del Ministerio de Educación, la Comisión Nacional de Acreditación de Carreras Universitarias y el Mercosur, la cual permite a los estudiantes y egresados de la carrera la homologación de sus estudios en los países miembros de la alianza.
“Esta certificación permite a los estudiantes que van a realizar trámites de homologación en el extranjero, acortar los tiempos, ya que al tener una certificación internacional, los planes de estudio, las cargas horarias y todos los procesos académicos relacionados, son equiparables con las universidades que forman parte de los países del Mercosur”, explica.
Una segunda ventaja tiene que ver con el reconocimiento académico que tienen los profesionales que vienen de universidades acreditadas. Se trata del reconocimiento de la calidad académica con la que se formó, lo que abre oportunidades a la hora de postular a residencias médicas y especialidades en países que forman parte de Mercosur y otros asociados.
Otra ventaja tiene que ver con la posibilidad de realizar intercambios a través del programa Marca, programa exclusivo para las universidades acreditadas por el Mercosur que permite a los estudiantes realizar, por ejemplo, el internado rotatorio o tener una rotación de internado en un país del extranjero que forma parte del Mercosur.
“A este programa, solamente acceden las universidades acreditadas, también podemos recibir estudiantes del extranjero y nuestros estudiantes pueden tener el privilegio de realizar sus actividades académicas de internado, por ejemplo, en un país del exterior”, concluye Venegas.