“Hace unos días, en mi trabajo, hicieron unos videos para conmemorar una fecha importante y me eligieron por sorteo para entrevistarme. En el lugar donde trabajo, eso pasa con frecuencia y siempre me las ingenio para escapar. Pero dado que era una instrucción, accedí. De manera disimulada hice de todo para que las tomas no salieran bien. No sirvió de nada. Igual publicaron el video”, cuenta Gabriela, una joven que adoptó el barbijo o cubrebocas como parte de su fisionomía.
La joven dice que el video despertó en ella una idea que siempre tuvo. “Me siento fea. Desde que vi mi cara en las tomas se vinieron a mi cabeza múltiples ideas. ¿Por qué no te peinas? ¿Cómo sales así a la calle con esa cara? ¿Por qué tu novio está contigo? Por bonita no lo creo. ¿Por qué los demás salen tan bien y yo no?”
La gestión de las emociones y la autoestima son de vital importancia, pues el ser humano no funciona bien sino está emocional e internamente bien. Son tan sustanciales que una baja en la autoestima o una mala gestión de las emociones pueden dar lugar a problemas sociales, laborales o de salud.
El Instituto Europeo de Psicología Activa define la autoestima como el “concepto que tenemos de nuestra valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida; creemos que somos listos o menos listos, nos gustamos o no”.
La autoestima impulsa a actuar, a seguir adelante y a perseguir objetivos. El concepto que las personas tienen de sí mismas es aprendido del entorno, mediante la valoración que hacen de su comportamiento y de la asimilación e interiorización de la opinión de los demás respecto a sí mismos.
Para Franklin Conradi, docente de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, la autoestima es primordial ya que las personas son afectadas por lo que otros piensan o puedan pensar de ellas. “Todo inicia en las emociones, en el corazón. Hay que quererse, valorarse y amarse”.
La autoestima evoluciona a medida que se viven nuevas experiencias. La construcción del concepto sobre uno mismo empieza desde niño, quien crea expectativas acerca de sus posibilidades de validación en sus entornos familiares y sociales.
La autoestima es un estado mental que va creciendo todos los días a medida que se van tomando decisiones. “Tenemos que hacerles conocer que todo parte de la mente. Por eso es importante saber esto para que empiecen a quererse más, para que inicien a conocerse, valorarse, tiene que haber una decisión”, específica Conradi.
Una característica principal de la autoestima es que no es innata; es decir, se va formando, desarrollando y modificando con la experiencia y a lo largo de la vida. Por tanto, está muy influenciada por el contexto o entorno social.
Autoimagen y autoconcepto, claves para la autoestima
La autoestima está compuesta por dos elementos fundamentales: la autoimagen y el autoconcepto.
La autoimagen, como su nombre indica, es la manera que tenemos de vernos a nosotros mismos. Por ejemplo, cuando una persona se mira al espejo y se ve fea (como es el caso de Gabriela) significará que ésa es la imagen que percibe de sí misma.
En tanto, el autoconcepto es la manera que tenemos de percibirnos a nosotros mismos a nivel de concepto. En el caso de que sea una persona con un auto diálogo positivo o que valora sus logros, probablemente tendrá un buen autoconcepto de sí mismo.
Tanto la imagen como el autoconcepto construyen la autoestima; es decir, si hago una buena valoración de mi propia imagen y mi propio concepto, con mucha probabilidad tendré una correcta autoestima. Sin embargo, si no tengo una buena imagen o concepto de mí mismo, probablemente mi autoestima sea baja.
Importancia de la autoestima
En su libro “Autoestima sana una visión actual, basada en la investigación”, la psicóloga española Elia Roca indica que tener niveles óptimos de autoestima puede ayudar a:
● Conocernos mejor a nosotros mismos porque significará que tenemos una habilidad correcta para analizar nuestros éxitos y nuestros fracasos.
● Aceptarnos de manera incondicional. Lo anterior se refiere a que aceptaremos tanto nuestras virtudes como nuestras debilidades.
● Actitud positiva con nosotros mismos. Debido a lo anterior tendremos buena consideración con nosotros y también un correcto autodiálogo interno.
● Relacionarnos mejor con los demás. Tendremos tendencia a tener un estilo comunicacional asertivo con los demás y esto hará que nuestras relaciones sociales sean mucho más satisfactorias.
● Buscar la felicidad y lograr objetivos.
● Atender mejor cuáles son nuestras necesidades y de esta manera las podremos satisfacer de manera adecuada, tanto a nivel físico como psicológico.
Debido a que la autoestima es algo que se forma durante toda la vida, “sería interesante resaltar la importancia de una correcta gestión emocional para que desde niños podamos construir una correcta autoestima”, concluye Conradi.