Por su gran aporte a la educación superior del país, la Asociación Nacional de Universidades Privadas (ANUP) – Santa Cruz, entregó un reconocimiento al Arquitecto Abel Ágreda Méndez, cofundador de la institución y Presidente del Directorio de la Universidad Franz Tamayo, UNIFRANZ, entidad educativa que el 2023 cumple 30 años forjando y formando profesionales con visión transformadora.
La plaqueta de reconocimiento fue entregada por Carlos Cuellar Aguilera, presidente de ANUP, que, a nombre de la institución, destacó la visión y la labor comprometida del Arquitecto Agreda con la educación nacional al expandir UNIFRANZ por distintas latitudes del país, como centro del conocimiento y formación por excelencia. Similares distinciones recibieron Salome Nassica y Antonio Carvalho.
“Este reconocimiento es por el trabajo que ha hecho, por la iniciativa, el riesgo que tomó en su momento de creer en la educación superior y por estar en varios departamentos del país. A nombre de ANUP hacerle entrega de este reconocimiento, con la pequeña frase que dice ‘La enseñanza que deja huella es la que se hace de corazón a corazón’, que es lo que usted ha venido haciendo”, aseguró.
Abel Ágreda, un emprendedor y apasionado por la educación superior, con emotivas palabras destacó la importancia del galardón que cobra especial significado al ser de la ‘academia’, la Asociación de Universidades por la que trabajó con mucho esmero y cariño.
La ANUP, es una organización constituida por rectores de distintas universidades privadas, quienes trabajan para el fortalecimiento del sistema universitario.
“A estas alturas me siento feliz y satisfecho, pero aún falta mucho por hacer”, dijo Ágreda a tiempo de destacar el uso y la aplicación de nuevas plataformas tecnológicas, la investigación y el manejo de la ciencia que han permitido romper las fronteras del conocimiento para comenzar a trascender más allá como universidad.
El reconocimiento reaviva el compromiso para continuar con esta importantísima labor educativa que permite transformar vidas y aportar activamente al país con la formación de talento humano con una visión global, ética, social y ambientalmente responsable apuntó el galardonado.
“Cuando incursionamos en la educación superior, lo hicimos por la necesidad de sentirnos útiles a la sociedad y al país mediante nuestra participación en la economía del conocimiento (..) Estamos en el camino, pero para cumplir nuestro sueño todavía tenemos que recorrer mucho trecho con la tecnología y con la innovación”, resaltó.
Para Ágreda la educación no tiene el poder de transformar el mundo, pero si tiene el poder de transformar a las personas que van a cambiar el mundo.