Tradición, historia, minería y comercio, el departamento de Oruro celebra un nuevo aniversario de su grito libertario este 10 de febrero, una fecha especial en 2024, ya que coincide con la celebración del sábado de Carnaval, patrimonio intangible de la humanidad y uno de los más importantes de Bolivia y de la región.
Desde sus leyendas, su cultura, su historia, su riqueza natural y mineral, el aporte de Oruro a Bolivia es innegable, señala Javier Zárate, docente de la carrera de Periodismo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“La importancia de Oruro para el país muestra precisamente el valor de ese departamento, tanto desde un punto de vista histórico, como actual”, expresa.
Según Zárate, desde el punto de vista histórico, Oruro y Potosí tuvieron un valor esencial en la formación de riqueza, principalmente a través de la minería, un valor que continuó en la era republicana y que tuvo su mayor esplendor con el auge del estaño, luego del declive de la plata, a principios del siglo XX.
“Oruro tuvo un valor esencial junto a Potosí, fue un espacio de generación de riqueza esencialmente mineral, que sustentó y solventó durante mucho tiempo a la administración del Estado boliviano, de la colonia en su momento, pero con mucha más intensidad en la República”, agrega.
El historiador orureño Maurice Cazorla coincide en esta aseveración y agrega que Oruro, desde el período colonial fue importante por la minería, distritos mineros como Huanuni, Salinas de Garci Mendoza, Carangas, y otros distritos, además de Oruro que era el centro más importante hasta la república en el siglo XIX y el siglo XX y, posteriormente, una plaza muy importante para el comercio.
Zárate también resalta la importancia histórica del departamento, empezando por el grito libertario del 10 de febrero.
“Este grito libertario es altamente interesante porque se convierte en una de las manifestaciones anteriores a la Guerra de la Independencia como tal. En virtud a eso es que el grito de Sebastián Pagador y de otros orureños y orureñas buscaban, justamente, manifestar la incomodidad desde las colonias con la administración metropolitana de Madrid y la incomodidad contra abusos y el establecimiento de sistemas de tributación que no eran lo suficientemente justos”, explica.
Cazorla, a su vez, agrega que el departamento fue testigo de importantes acontecimientos que forjaron a Bolivia en el país que es ahora.
“Oruro ha sido escenario histórico de muchos hechos como la batalla de Vilcapugio que enfrentó al ejército de Belgrano con el ejército de Pezuela de los españoles, la batalla de Venta y Media, o la batalla de Kulluri, que fueron parte de la guerra de la Independencia. También fue escenario en Crucero de Copacabana de la última batalla de la Guerra Federal, el 10 de abril de 1899 que definió al país por el conflicto de la capital del Estado, desde este acontecimiento Bolivia tiene dos capitales una capital constitucional y una sede de gobierno”, apunta.
El historiador agrega que, una vez que la minería decayó en la década de los ochenta del siglo pasado, Oruro se convierte en el centro neurálgico que conecta a todo el país e incluso con las costas del océano Pacífico, como un gran centro comercial y de aduanas.
Minas como Huanuni y Colquiri mantienen su importancia para la economía boliviana y se constituyen en la columna vertebral de la minería estatal.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía de Oruro tiene yacimientos de estaño, wolfram, plata y plomo, que, a pesar de muchos cierres de minas en las últimas décadas, sigue siendo un importante factor de desarrollo. Además, el departamento produce papa, quinua, oca, haba, cebada y una variedad de verduras y frutas.
Es notable también la cría de ganado ovino, también la cría de camélidos como llamas y alpacas; en condiciones óptimas: ganado bovino, equino y porcino.
También cuenta con una importante industria cementera y fundiciones de estaño y antimonio, además de una incipiente industria que produce calzados, jabones, pastas alimenticias (fideos y galletas), molineras, ladrillos y cerámica fina para construcciones.
Oruro es también un importante puesto comercial, siendo parada obligada para las exportaciones que salen por los puertos de Chile. Para este cometido, el departamento cuenta con un puerto seco y varias instalaciones aduaneras que permiten el tránsito de mercaderías producidas en todo el país.
Carnaval
El Carnaval de Oruro es el más importante del país y ostenta el título de Patrimonio Intangible de la Humanidad, otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). La fiesta genera un enorme movimiento económico y turístico para esa ciudad.
Pero más allá de lo económico, se constituye en la palestra de la diversidad cultural del país, con bailes y música de todos los rincones de Bolivia, en un despliegue de fastuosidad, color y devoción religiosa.
“La peregrinación del sábado de Carnaval es una actividad reconocida como patrimonio cultural de la humanidad y mueve, además, una cantidad enorme de recursos económicos que aportan al desarrollo del país, pero es, además, una muestra de lo que es Bolivia y Oruro es su epicentro”, explica Zárate.
Cazorla, por su parte, agrega que la herencia de Oruro va más allá de todo lo nombrado.
“Esto nos muestra que, siempre, los que vivieron en esta tierra, heredaron la valentía desde Juan Vélez de Córdova en 1739, los criollos y mestizos del 10 de febrero de 1789 y de los habitantes de la villa en el movimiento del 6 de octubre de 1810. Ésta es la herencia de Oruro para el país”, concluye.