No es necesario correr una maratón, ser un futbolista profesional o llegar a las olimpiadas, con sólo unos minutos al día se pueden sentir los resultados, la actividad física y el deporte tienen múltiples beneficios para la salud, tanto física como mental y puede ayudarnos a vivir vidas más largas y plenas.
“Los beneficios directos de la actividad física regular son: mejorar la circulación y fortalecer el corazón, controlar el peso, mejorar la acción de las defensas, mantener la energía y el buen estado de ánimo”, señala Erick Segales, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física regular y adecuada, incluido cualquier movimiento corporal que requiera energía, puede reducir el riesgo de muchas enfermedades y trastornos no transmisibles, como la hipertensión, la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes, el cáncer de mama y colon y la depresión. Además, practicar algún deporte ayuda a mantener una buena salud ósea y funcional.
“Cuando era niño jugaba tenis, incluso llegué a participar en algunos campeonatos, pero al crecer me volví sedentario, subí de peso y adquirí malos hábitos alimenticios, lo que me hizo tener problemas de salud”, relata Benjamín Pérez, de 45 años.
El padre de familia señala que su cuerpo le dio una llamada de atención hace cuatro años, por lo que decidió retomar la actividad física y el tenis.
“Tuve un pre infarto a mis 41 años y después de la recuperación, me di cuenta de que debía volver a estar activo, perder peso y fortalecer mi corazón”, recuerda.
Entonces, Benjamín empezó a ir al gimnasio y a caminar más y luego retomó el hábito saludable de jugar tenis.
Según el doctor Segales, el deporte contribuye a la mejora de la calidad de vida de las personas, como en el caso de Benjamín.
“La apropiación de nuevos hábitos saludables mantiene un buen estilo de vida, por supuesto conlleva a una mejora en el bienestar físico y mental. Estos hábitos pueden ir cambiando paulatinamente y, poco a poco, se pueden ver los resultados, la persona es más feliz, más activa y más sana”, explica.
Cómo nos afecta el deporte
El médico indica que la actividad física regular mantiene en funcionamiento el aparato cardiovascular y por ende las funciones de todas las células del organismo. Una célula que trabaja adecuadamente responde mejor a las agresiones que producen las enfermedades. Asimismo, si existen lesiones, a cualquier nivel, la reparación y curación es rápida.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estado Unidos (CDC), algunos beneficios de la actividad física ocurren inmediatamente después de una sesión de actividad física moderada o intensa. Estos beneficios incluyen una mejor habilidad para pensar o habilidad cognitiva entre los niños de 6 a 13 años de edad y menos sentimientos de ansiedad a corto plazo entre los adultos. Hacer actividad física regularmente puede ayudarte a mantener fuertes tus habilidades para pensar, aprender y tener buen juicio con el pasar de los años. También puede reducir el riesgo de depresión y ansiedad, al igual que ayudar a dormir mejor.
Entre los adultos mayores, la actividad física también reduce el riesgo de caídas y sufrir lesiones.
Las actividades para fortalecer los músculos, como el levantamiento de pesas, pueden ayudar a aumentar o mantener la masa muscular y la fortaleza física del cuerpo.
En el caso de los niños, deportes como la natación, la esgrima, las artes marciales, el baile o el yoga pueden colaborar con una mayor disciplina y agudeza mental.
La OMS señala que uno de cada cuatro adultos (1.400 millones de personas en el mundo) no realizan los 150 minutos de actividad física, de moderada intensidad, a la semana .
A nivel mundial, las mujeres son menos activas (32%) que los hombres (23%) y la actividad se reduce a mayores edades en la mayoría de los países. Además, las poblaciones más pobres, las personas con discapacidad y con enfermedades crónicas y las poblaciones marginadas y las indígenas tienen menores oportunidades de mantenerse activos. En América Latina y el Caribe, los niveles de inactividad física aumentaron del 33% al 39%, entre 2011 y 2016.
Seguir las recomendaciones y hacer al menos 150 minutos por semana de actividad aeróbica moderada puede reducir el riesgo de desarrollar estas enfermedades. Hacer actividad física regularmente puede también reducir la presión sanguínea y mejorar los niveles de colesterol.
También, hacer actividad física regularmente puede reducir tu riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Hacer actividad física regularmente puede ayudarte a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Beneficios psicológicos
A decir del psicólogo cognitivo conductual y asesor de Servicios Estudiantiles de Unifranz, José Vásquez, al momento de realizar una actividad deportiva, el cerebro humano genera dopamina y serotonina, hormonas que producen la percepción de tranquilidad, placer, desahogo y que, además, genera adrenalina.
“Es una especie de excitación, que permite desestresarse, es decir, que la actividad deportiva influye directamente en el cuerpo, pero también en lo mental”, aclara el especialista.
Asimismo, el placer y la segregación de las hormonas de la felicidad surgen de la excitación producida ante ciertas reacciones para el cuerpo humano y sobre todo para el subconsciente, donde no hay una diferencia entre ser campeón del mundo o goleador de una liga barrial, complementa Vásquez.