Formar periodistas preparados: la base para combatir la desinformación y fortalecer la democracia

By Manuel Joao Filomeno Nuñez

En tiempos de sobreinformación y noticias falsas, el periodismo veraz y riguroso se convierte en una necesidad social. La labor de los periodistas no se limita a narrar hechos, sino a interpretarlos, contextualizarlos y ofrecer una visión amplia que permita a la ciudadanía comprender la complejidad del mundo actual. Para ello, contar con profesionales preparados y con una formación sólida es imprescindible.

“El periodismo es una profesión noble, apasionante, que nos ayuda a convertirnos en transformadores de la sociedad. Eso sí, con una tarea responsable, que no tenga otro condicionamiento que no sea el de buscar la verdad con las mejores armas que nos da la formación periodística”, sostiene Pedro Rivero, director de la carrera de Periodismo en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

El periodismo especializado surge como respuesta a un escenario saturado de información superficial. A diferencia del periodismo generalista, que aborda múltiples temas con un enfoque inmediato, el especializado profundiza en áreas específicas como salud, medio ambiente, economía, ciencia, cultura o tecnología. Esta especialización no solo aporta precisión, sino también capacidad de análisis, ayudando a explicar las causas y consecuencias de los hechos y conectándolos con la vida cotidiana de las personas.

Este tipo de periodismo ha sido fundamental en situaciones críticas. Durante la pandemia de COVID-19, por ejemplo, los periodistas científicos y de salud tradujeron datos epidemiológicos complejos en mensajes comprensibles para la ciudadanía. En temas climáticos, los comunicadores ambientales han visibilizado los impactos del cambio climático y las transiciones energéticas, conectando la agenda local con compromisos internacionales. Estos ejemplos muestran que el periodismo especializado no solo informa, sino que educa y empodera.

Cada 8 de septiembre se recuerda el Día Internacional del Periodista, en homenaje al periodista checoslovaco Julius Fucik, ejecutado por el régimen nazi en 1943. La fecha fue establecida en 1958 durante el IV Congreso de la Organización Mundial de Periodistas (OIP) en Bucarest, Rumania. 

Fucik, autor del célebre “Reportaje al pie de la horca”, se convirtió en símbolo de resistencia y compromiso con la verdad, incluso en condiciones extremas. Su legado inspiró a periodistas de todo el mundo a defender la libertad de expresión como un derecho fundamental, consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Periodismo tiene rol esencial para alcanzar sociedades informadas

Esta efeméride pretende reconocer el papel esencial del periodismo en la construcción de sociedades informadas, críticas y democráticas. También busca visibilizar los riesgos que enfrentan los comunicadores en contextos de censura, violencia o persecución, y rendir tributo a quienes han perdido la vida por ejercer su oficio. Más allá del homenaje, el 8 de septiembre es un llamado global a proteger la libertad de prensa, fortalecer la ética profesional y valorar la información como bien público.

En Bolivia, los desafíos son particulares: concentración mediática, precarización laboral y escasa inversión en formación especializada limitan la capacidad del sector. Sin embargo, la diversidad cultural y ambiental del país ofrece oportunidades únicas para narrativas profundas. En temas como derechos indígenas, gestión del agua, salud mental o innovación educativa, el periodismo especializado boliviano ha demostrado su potencial para articular saberes locales con tendencias globales.

Las audiencias actuales también exigen este cambio. Los públicos ya no solo consumen información, sino que la buscan, la contrastan y la comparten. Esto obliga a los periodistas a crear contenidos más elaborados, que profundicen sin perder claridad y que conecten con realidades específicas. 

“El norte, el objetivo fundamental del periodismo debe ser el servicio a la comunidad, a la gente. Esa es la misión social que distingue a esta profesión y la convierte en un pilar para el desarrollo democrático”, enfatiza Rivero.

Formación académica

En este contexto, la formación académica se vuelve estratégica. Las universidades no solo transmiten conocimientos técnicos, sino que desarrollan pensamiento crítico, ética y sensibilidad social. Preparan a los periodistas para interpretar hechos con rigor, narrar con responsabilidad y conectar con audiencias diversas, lo que resulta vital en sociedades marcadas por la polarización y la desinformación.

En ese contexto, Unifranz se destaca como la única institución que ofrece la carrera de Periodismo con una visión integral. Su programa combina competencias digitales, narrativas multimedia, periodismo de datos e investigación aplicada, formando profesionales capaces de generar impacto social en medios tradicionales y plataformas emergentes.

Con menciones en periodismo digital, comunicación estratégica y periodismo de datos, Unifranz prepara a sus estudiantes para enfrentar los retos de la profesión con herramientas modernas y un enfoque transformador. 

En tiempos de crisis informativa, su propuesta académica reafirma que el periodismo especializado no es solo un campo de conocimiento, sino una herramienta esencial para construir ciudadanía crítica, defender la verdad y fortalecer la democracia.

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