Al igual que las otras ramas de las ciencias de la salud, la farmacia es una profesión en constante evolución y adaptación a las nuevas tendencias y tecnologías; aunque su rol en el sistema de salud nunca deja de ser importante.
Su función ha evolucionado de forma notable a lo largo de los últimos siglos. Nació con la función de preparar los medicamentos que requerían los pacientes, elaborarlos y dispensarlos informando al paciente sobre su adecuada utilización. En la actualidad, la especialidad se enfoca en el manejo de medicamentos y productos farmacéuticos.
Patricia Avilés, directora de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que, por esa razón, la profesión está reorientando su actividad hacia una atención de calidad al paciente y al uso racional de los recursos.
“La responsabilidad y la atención al detalle son cualidades esenciales debido a la importancia de dispensar medicamentos de manera segura”, precisa.
Un profesional farmacéutico -según la académica- debe ser preciso, ético y tener un profundo conocimiento científico. La empatía y la habilidad para comunicarse eficazmente con los pacientes son cruciales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el informe de su grupo consultivo sobre la Preparación del Farmacéutico del Futuro (Vancouver 1997), identificó siete responsabilidades mínimas del farmacéutico en los sistemas sanitarios a nivel mundial:
• Proporcionador de cuidados
• Tomador de decisiones
• Comunicador
• Líder
• Gestor
• Estudiante de por vida
• Educador
Qué hace un farmacéutico
La Federación Internacional Farmacéutica (FIP) indica que los farmacéuticos son profesionales sanitarios específicamente capacitados e instruidos que disponen de la autorización correspondiente para que gestionen la dispensación de medicamentos a los usuarios y realicen las tareas adecuadas para garantizar la seguridad y el uso eficaz de los mismos.
“Los farmacéuticos son profesionales sanitarios cuyas responsabilidades profesionales incluyen garantizar que las personas obtengan el beneficio terapéutico máximo de sus tratamientos farmacológicos”, indica la organización internacional.
Para ello, es preciso que estos profesionales se actualicen permanentemente sobre la práctica y las ciencias farmacéuticas, las normas y los requerimientos profesionales, las leyes que regulan la farmacia y los medicamentos y los avances en los conocimientos y la tecnología relativos al uso de medicamentos.
Asimismo, hay una permanente adaptación de esta profesión a los nuevos tiempos, en temas relacionados al monitoreo de los fármacos que reciben los pacientes, tanto con medicamentos prescritos por el médico, como con medicamentos que los consumidores pueden adquirir sin prescripción.
Esta renovada orientación supone una colaboración efectiva entre los integrantes de los equipos de salud y pasa por el reconocimiento del aporte de cada profesión en los procesos de atención sanitaria a la población. Esto sucede, particularmente, entre la bioquímica y la farmacia.
“La bioquímica proporciona la base científica para comprender cómo funcionan los medicamentos en el cuerpo. En tanto, los farmacéuticos utilizan conceptos bioquímicos para diseñar y evaluar medicamentos, entender sus efectos y posibles interacciones, y garantizar su seguridad y eficacia”, explica la académica.
Funciones del farmacéutico
Las funciones del farmacéutico dependen del campo laboral en el que se desenvuelve (como regente farmacéutico, en los hospitales o en la comunidad). El portal Euroinnova menciona algunas funciones de los farmacéuticos:
• Despachar medicamentos prescritos al paciente e informar sobre sus contraindicaciones, su interacción con otros medicamentos y posibles efectos secundarios.
• Garantizar que los pacientes reciban las dosis correspondientes de los medicamentos.
• Llevar un registro de los medicamentos de uso delicado suministrados a los pacientes.
• Elaborar fórmulas magistrales de diferentes medicamentos prescritos (calcular, medir y mezclar los diferentes componentes que sean requeridos para el fármaco).
• Participar tanto en investigaciones como en el desarrollo de nuevos medicamentos.
• Ofrecer controles básicos de salud, como la medición de niveles de colesterol, control de la presión arterial, despistaje para diabetes y de embarazos.
• Coordinar y supervisar actividades realizadas por el auxiliar y técnico de farmacia.
La farmacia, que este lunes 25 celebra su Día Internacional, se ha trazado desafíos para esta nueva década que incluyen estar al tanto de las últimas investigaciones y avances en medicamentos y tecnología farmacéutica, así como adaptarse a regulaciones cambiantes.
“En Bolivia y en el mundo, la pandemia por la Covid-19 ha destacado la importancia de los farmacéuticos en la distribución de vacunas y el asesoramiento sobre su uso seguro”, puntualiza Avilés.
Esta carrera es una oportunidad para contribuir directamente a la salud y el bienestar de la comunidad, un amplio abanico de posibilidades laborales, y la posibilidad de desarrollar habilidades de comunicación y atención al cliente.