Mientras las mujeres en cargos de jerarquía en las empresas prefieren competencias como la integridad/honestidad, la credibilidad técnica y la resiliencia a la hora de contratar personal, los empleadores varones priorizan la resolución de problemas, las habilidades de contacto y la flexibilidad, señala el estudio “Competencias laborales en las empresas bolivianas”, elaborado por el Observatorio Nacional del Trabajo (ONT) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“En un entorno laboral diverso y en constante evolución, comprender cómo las competencias son valoradas diferencialmente entre hombres y mujeres se vuelve esencial para promover una cultura de inclusión y equidad”, señala el documento, presentado el pasado viernes 24 de noviembre.
El estudio realizado con el apoyo de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de La Paz (FEPLP), la Cámara Nacional de Industria (CNI), la Cámara Nacional de Comercio (CNC), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a través de la Mesa del Empleo de Pacto Global, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Postgrado de Unifranz, buscó identificar patrones que puedan reflejar no sólo las diferencias biológicas inherentes al sexo masculino y femenino, sino también las construcciones sociales y culturales que moldean las trayectorias profesionales y las expectativas de competencia en el lugar de trabajo.
“Las competencias como la resiliencia y la responsabilidad, enfatizadas por el sexo femenino, podrían estar asociadas con la capacidad de mantener la estabilidad y la calidad del trabajo, incluso bajo presión. En contraste, la menor valoración de habilidades como la autogestión y el pensamiento estratégico podría indicar una oportunidad para fortalecer estas áreas a través de programas de desarrollo dirigidos”, explican los investigadores en el documento.
Por su parte, en cuanto al sexo masculino, se observa la priorización de resolución de problemas, habilidades de contacto (astucia política), flexibilidad y adaptabilidad y trabajo en equipo. Mientras que las competencias con menos menciones fueron impacto e influencia, credibilidad técnica, conciencia organizacional y autogestión.
“Las personas de sexo masculino parecen valorar más la resolución de problemas y las habilidades de contacto, lo cual podría sugerir un enfoque más orientado hacia la acción y la construcción de redes como medios para lograr objetivos empresariales. La flexibilidad y la adaptabilidad, junto con el trabajo en equipo son competencias esenciales en un entorno de trabajo que es cada vez más dinámico y colaborativo”, indica el estudio.
Sin embargo, la menor valoración de competencias como el impacto e influencia y la autogestión sugiere que puede haber una oportunidad para fomentar una mayor conciencia de la propia capacidad para liderar y motivar a otros.