Por Christhoper Gongora, estudiante de periodismo de UNIFRANZ
Las instituciones de educación superior son espacios del ejercicio del conocimiento científico, de estudio de los fenómenos sociales, de innovación o de generación de conocimientos. La universidad está lejos de ser inmovilista, porque estamos en la era del procesamiento de grandes cantidades de datos y de adquisición de habilidades de alto nivel, asegura Luis Rivero, Presidente del Concejo Académico de RAUI América y speaker del III Foro del III Foro Internacional de Educación Superior.
La universidad está llamada a optimizar el desarrollo de actividades de investigación rigurosa y la producción de nuevos conocimientos, técnicas y tecnologías. “No podemos formar un ingeniero con conocimiento de hace diez años atrás, tenemos que formarlo con el conocimiento que se está creando hoy y eso pone a la universidad en la tarea de participar en este mundo de creación de modelos, nuevas ideas, propuestas, nuevos conocimientos”, reflexiona Rivero.
La investigación fomenta la creación de nuevos conocimientos y permite la reflexión sobre los conocimientos ya existentes; estimula, en los estudiantes y profesores, una actitud crítica y reflexiva sobre los problemas cotidianos y reales para conseguir una mejora en nuestro entorno.
La formación continua es una realidad en nuestros contextos sociales, los estudiantes que se gradúan en una determinada carrera, con una cierta formación, deben volver a la universidad a buscar nuevos instrumentos, nuevas ideas en los programas de posgrados y esos programas de posgrado, requieren ser alimentados de conocimiento nuevo, apunta el experto.
Las universidades son valoradas socialmente, porque esperan una respuesta de la universidad frente a los requerimientos de nuevas acciones, de nuevas orientaciones y que por tanto no sea el proceso, sino pasa a ser ya la vocación de servicio.
Riveros considera que la investigación científica es un indicador de la calidad de los procesos en el ámbito universitario, por lo que debe ser incrementada en virtud de los resultados de los trabajos realizados por los docentes investigadores y estudiantes.
Convenios que ayudan
Los convenios y/o alianzas entre universidades con una o más instituciones extranjeras, carrera o institutos de investigación, promueven las colaboraciones, investigaciones conjuntas y logran alcances más completos. El caso del Centro de Investigaciones de Salud Global que impulsa la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia con el apoyo del National Institute for Health and Care Research (NIHR), de la Unidad de Psiquiatría Social y Comunitaria de la Queen Mary University of London de Inglaterra, es un ejemplo de alianzas que ayudan. La iniciativa impulsa el desarrollo de investigaciones en salud, mediante una alianza entre tres universidades latinoamericanas, entre ellas la Universidad Franz Tamayo, UNIFRANZ, de Bolivia (sede académica Santa Cruz) y la Universidad Rafael Landívar de Guatemala.
Se trata de investigar para buscar soluciones y mejorar la calidad de vida de quienes viven con enfermedades crónicas no transmisibles, principalmente, en aquellas poblaciones indígenas del país, además de que fomentará la investigación en varias áreas del conocimiento.
Somos conscientes de que la universidad del 2030 necesita hacer cambios con rapidez, especialmente en la generación del conocimiento.