Educar para la vida: universidades del mundo llaman a construir un futuro sostenible desde el Foro Global

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En conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra, la sede de la UNESCO en París acogió, este 29 de abril, el evento internacional Fortalecimiento de la Cooperación Internacional en Educación Superior para la Sostenibilidad, un espacio de reflexión y acción en torno al papel transformador de la educación superior ante los desafíos del siglo XXI. 

Representantes de organismos multilaterales, universidades, redes académicas y líderes juveniles —entre ellos la rectora de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Verónica Ágreda— coincidieron en un mensaje central: lograr la sostenibilidad requiere que la cooperación educativa deje de ser una opción y se consolide como una prioridad compartida.

En un mundo enfrentado a desafíos globales como la crisis climática, las desigualdades extremas y los desplazamientos forzados, la pregunta ya no es si debemos cambiar, sino cómo lo hacemos juntos”, afirmó Verónica Ágreda, presidenta de la Asociación Nacional de Universidades Privadas de Bolivia (ANUP) y miembro fundadora de la Red de Rectores para el Desarrollo Sostenible, durante la presentación de su ponencia.

El evento reunió a representantes de la UNESCO IESALC, National Geographic Learning, el Foro Mundial de Estudiantes, las Redes UNITWIN y de Cátedras UNESCO, y la Red de Cooperación Universitaria Sur-Sur de Naciones Unidas, entre otros. En ese escenario, las discusiones giraron en torno a una transformación educativa estructural: una que permita abandonar los modelos centrados exclusivamente en lo técnico para abrazar una educación que ponga en el centro la vida, la equidad y la sostenibilidad.

“La educación superior no puede seguir siendo espectadora: debe ser protagonista de un nuevo pacto con la vida”, afirmó la rectora de Unifranz, al referirse a la urgencia de actuar con visión sistémica e intergeneracional. 

El evento —según Ágreda— no se limitó a ponencias académicas, sino que funcionó como una invitación directa a revisar paradigmas institucionales, asumir responsabilidades globales y construir esperanza colectiva.

Uno de los aportes más relevantes fue de la joven líder de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Mayada Adil (Sudán), quien planteó que la juventud debe participar en el diseño de políticas educativas desde el inicio, y no como actor secundario. 

“La juventud no es una categoría etaria: es una forma de mirar el mundo con audacia, creatividad y coraje”, afirmó, aludiendo al llamado a acompañar —no frenar— el impulso transformador de las nuevas generaciones.

Otra intervención significativa fue la de Noah Sobe, Jefe de la Sección de Educación Superior de la UNESCO, quien instó a romper con la lógica de competencia entre universidades para dar paso a una colaboración basada en propósito. 

“El conocimiento debe democratizarse, contextualizarse y compartirse, sobre todo en el Sur Global, donde las soluciones no pueden seguir esperando”, fue una de las ideas que resonó en el foro, subrayando la importancia de las alianzas académicas transfronterizas.

En ese mismo espíritu, se presentó una experiencia práctica: el curso Greening Education, desarrollado por la UNESCO y National Geographic Learning, orientado a empoderar a docentes y universitarios en la integración de la sostenibilidad en sus prácticas cotidianas. Para Ágreda, este tipo de herramientas demuestran que “la transformación empieza en lo cotidiano: en el aula, en el currículo, en la actitud con que se enseña”.

El encuentro también giró en torno a la necesidad de un nuevo contrato educativo, concepto promovido por la UNESCO en un reciente informe que propone repensar lo que la educación hace, lo que debe dejar de hacer y lo que necesita reinventar. 

Ágreda lo resume así: “Queremos que nuestras universidades sean lugares donde los sueños colectivos tomen forma, donde las preguntas valgan más que las respuestas rápidas, y donde el conocimiento no sea un fin, sino un medio para cuidar lo que más importa: la vida”.

Propósito global y visión transformadora

El encuentro de París se enmarca en los esfuerzos internacionales por posicionar a la educación superior como un actor clave frente a los retos del desarrollo sostenible, con énfasis en las regiones más vulnerables. Con el impulso del Sur Global como eje transversal, los debates abordaron temas como justicia climática, cooperación interuniversitaria, inclusión educativa y participación juvenil.

Uno de los objetivos principales fue reforzar la construcción de un nuevo contrato social para la educación, basado en principios de justicia, solidaridad, equidad e inclusión. Este nuevo paradigma demanda que las universidades no solo enseñen sostenibilidad, sino que la vivan y la integren en su cultura institucional, desde la planificación hasta la docencia y la investigación.

En este contexto, Unifranz reafirmó su compromiso con una educación transformadora. La institución boliviana es una de las 14 universidades fundadoras de la Red de Rectores y Rectoras por la Sostenibilidad, creada en 2024 en la III Convención Iberoamericana de Rectores realizada en Cartagena de Indias. Esta red, respaldada por UNESCO IESALC, se propone influir en políticas públicas, fomentar la innovación y articular alianzas entre universidades, gobiernos y organizaciones sociales. 

“La sostenibilidad no se decreta, se vive”, concluyó Ágreda. “Y vivirla desde la educación implica escuchar, cooperar, transformar y actuar con profunda conciencia del momento histórico que atravesamos”.

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Manuel Joao Filomeno Nuñez

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