Educación híbrida, un paradigma que integra lo mejor de la presencialidad y la virtualidad

By Manuel Joao Filomeno Nuñez

La pandemia de Covid-19 cambió la educación de muchas maneras, propiciando el auge de la virtualidad como una alternativa educativa para llegar a estudiantes desde sus casas, pero los tiempos han cambiado y las restricciones que impuso el confinamiento han sido levantadas, dando paso a modelos de aprendizaje híbridos, que combinan lo mejor de la enseñanza a distancia y las lecciones presenciales.

“En este modelo educativo, cada soporte, ya sea presencial o virtual tiene un rol diferente, generando experiencias diferentes en cada caso; además, el profesor y el alumno desempeñan diferentes roles para facilitar el aprendizaje. El profesor se convierte en diseñador instruccional, mientras que el alumno es responsable de su aprendizaje, gestor de su tiempo y ritmo, participante activo y usuario efectivo de las herramientas en línea”, explica Ariel Villarroel, de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Sin embargo, estas actividades no pueden ser repetitivas o solo trasladar lo que se hace en las aulas virtuales a las presenciales y viceversa, sino que estas experiencias deben ser interdependientes.

Para esto, son necesarias experiencias gratificantes tanto dentro y fuera del aula y la posibilidad de atender clases, presencial o remotamente, señala el director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), Francesc Pedró, quien participó el año pasado en el V Foro Internacional de Innovación Educativa (FIIE 2024), organizado por Unifranz.

“Ciertamente, la experiencia triste y preocupante que conduce a esas tasas importantes de abandono que tiene el estudiante de pregrado, en realidad es la expresión de algo que todos comprenderán. La pregunta de ¿si voy a clase para encontrarme con el mismo busto parlante que ya está en la plataforma de la propia universidad qué gano? En todo caso iré a la universidad porque tienen una cafetería magnífica donde me puedo encontrar con mis colegas, pero las experiencias de asistir a clase, francamente ¿Dónde está el valor añadido?”, se pregunta el experto.

Estas experiencias gratificantes se pueden lograr mediante la diferenciación de los contenidos y actividades que se ofrecen en el aula y a través de la virtualidad.

Características de la educación híbrida

En pocas palabras, la educación híbrida, es un modelo educativo que combina actividades, herramientas y recursos de las modalidades sincrónicas y asincrónicas, presenciales y virtuales.

Esta hibridación se da a través de las siguientes modalidades:

Modalidad sincrónica: Clase presencial o por videollamada  

  • – Debates  
  • – Presentaciones grupales  
  • – Actividades prácticas  
  • – Fortalecimiento de vínculos
  • Modalidad asincrónica: Individual, por computadora o móvil  
  • – Videos  
  • – Lecturas  
  • – Cuestionarios, juegos  
  • – Tareas individuales y grupales

Claves y ventajas

Para implementar esta modalidad de educación, dice Villarroel, el aprendizaje debe estar centrado en el estudiante. En este modelo, el docente apoya y acompaña el proceso de aprendizaje, mediante el desarrollo de competencias digitales, uso de plataformas, software y aplicaciones.

A pesar de los esfuerzos de implementación, las ventajas de estos modelos son el alcanzar el aprendizaje personalizado que se adapta a los intereses, motivaciones y necesidades, por otra parte, colabora con el seguimiento del aprendizaje a través de herramientas de analíticas de aprendizaje y permite el uso de metodologías activas: flipped classroom, gamificación y otras.  

Por su parte, Pedró reconoce que la implementación de estos nuevos paradigmas educativos supone esfuerzos considerables para las universidades e instituciones de educación superior, sin embargo, es un paso necesario para asegurar su futuro.

“Lógicamente, las exigencias de un paradigma como el de la hibridación o el Hi-Flex son enormes, enormes desde el punto de vista de inversión económica y también desde el punto de vista de desarrollo de capacidades y de comprensión de los propios docentes de que trabajar en estas modalidades es extremadamente más complejo que sencillamente dar una clase o una charla. En definitiva, hacia ese futuro estamos andando hacia un futuro en el cual, la experiencia del estudiante sea efectivamente gratificante y para eso, deben suceder en el aula cosas que no pueden suceder en la plataforma. Al mismo tiempo, para cualquiera de nosotros, matricularnos en una formación universitaria debería ser la garantía de que tendremos la máxima flexibilidad”, concluye.

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