La economía creativa emerge como una sólida alternativa de desarrollo, no sólo por su impacto directo, sino como un impulsor de innovación para la economía en su conjunto. Reconocer al emprendedor cultural y creativo como catalizador es fundamental para maximizar este impacto.
Los emprendedores creativos, agentes de cambio, combinan recursos para generar dinámicas de valor cultural y económico. Potenciar el emprendimiento creativo implica reconocer su fortaleza y proporcionar herramientas y apoyo para su sustentabilidad.
Javier Hernández Acosta, decano de la Escuela de Artes, Diseño e Industrias Creativas en la Universidad del Sagrado Corazón, y fundador del Centro de Economía Creativa en Puerto Rico, destaca la riqueza del talento creativo regional como un insumo valioso para el desarrollo económico, social y cultural.
“La creatividad es un insumo maravilloso en nuestros países, en nuestra región creo que es algo que compartimos sobre todo por nuestro patrimonio cultural, material e inmaterial y esa riqueza se ve en el talento creativo de su gente. Por lo tanto, nos corresponde, como región, aprovechar eso para que sea un motor de desarrollo económico, social y cultural”, indica.
Hernández Acosta señala que el arte no sólo es un don divino, sino también un trabajo que requiere condiciones sostenibles.
Reconocer que el arte es trabajo implica crear un entorno propicio con el respaldo del gobierno, la empresa privada, la ciudadanía y la academia.
“A nosotros nos toca ahora reconocer que el arte también es trabajo y eso implica que tiene que desarrollarse en una dinámica de sostenibilidad y eso, desde las dinámicas tradicionales de mercado, es muy difícil. Por lo tanto, hay que crear las condiciones para que eso ocurra (…). Es posible que el arte sea rentable, pero reconociendo, siempre, que como hay unas dinámicas de valor no económico es más difícil capturar eso”, puntualiza el experto que participó en el Empredefest, un evento organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, con el objetivo de consolidar la promoción de la economía creativa.
Emprendefest Cochabamba Creativa es un festival, académico y lúdico, de creatividad, innovación y cultura que promueve, desde la industria creativa, las grandes transformaciones económicas de la región impulsado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, donde destaca el talento emergente para crear una comunidad que alumbre el camino hacia futuras innovaciones en las industrias creativas.
Evitar dinámicas extractivistas del trabajo creativo
En cuanto a la complejidad del trabajo artístico, Hernández destaca la necesidad de equilibrar la rentabilidad con las dinámicas de valor no económico.
Reconoce, asimismo, que el capital intelectual es clave para una economía saludable, pero advierte sobre la importancia de evitar dinámicas extractivistas y fomentar prácticas sostenibles, fundamentadas en la diversidad y la equidad.
“El capital intelectual siempre va a ser una economía mucho más saludable y sostenible. Hay que ser cuidadosos, porque así como las industrias tradicionales implican una explotación de recursos hay que tener cuidado que las dinámicas que desarrollemos en el sector creativo no reproduzcan eso, no sean extractivistas. Al trabajo de los creativos les debe honrar la inversión que ellos hacen de tiempo y esfuerzo y si se logra de esa manera, desde una práctica no extractivista sostenible, fundamentada en la diversidad y en la equidad en todas sus manifestaciones, sí podemos aseverar que es una economía mucho más saludable para nuestra región”, explica.
Hernández Acosta celebra el progreso que diversos sectores han tenido sobre la economía creativa y destaca las prioridades para diversos actores, desde el gobierno hasta la empresa privada, enfocándose en políticas públicas, estadísticas, incentivos, investigación, formación y colaboraciones que enriquezcan el ecosistema creativo.
El experto concluye con la esperanza de un ecosistema más robusto y sólido en cinco años, respaldando a los creadores como el núcleo vital de la economía creativa.
Según la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), la economía creativa es uno de los sectores de más rápido crecimiento en el mundo, contribuyendo con el 3% del PIB mundial, ya que, hoy en día, cada vez más personas convierten sus ideas e imaginación en medios de vida.
En tanto, la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) sostiene que los sectores cultural y creativo generan el 6,2 % de todo el empleo; es decir, casi 50 millones de puestos de trabajo en todo el mundo y emplean a más jóvenes (de entre 15 y 29 años) que otros sectores.
“La economía creativa promueve la inclusión social, la diversidad cultural y el desarrollo humano, factores que hacen que los sectores creativos resulten cruciales para la implementación de la Agenda 2030”, puntualiza el organismo internacional.
En el caso boliviano, la industria creativa, apoyada en la innovación y la tecnología, se ha convertido en uno de los principales impulsores del progreso económico.
En septiembre de este año, se presentaron los resultados del Censo de Economía Naranja realizado por el Instituto de Progreso Económico y Empresarial (IPPE) de Unifranz, con el respaldo de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba (FEPC) que devela que este sector generó 94.200 empleos en total; de los cuales 23.550 son directos y el restante son indirectos. De este universo naranja, el 54% está dedicado a la gastronomía; un 9% la moda, un 8% la industria de productos; un 5% las artesanías; y otros.
El EmprendeFest es una apuesta por capacitar y abrir espacios propicios para el surgimiento de emprendedores creativos que impulsen el desarrollo económico de Cochabamba.
Junto a Hernández, entre las figuras internacionales del rubro creativo que participaron en el encuentro creativo estuvieron el chileno Alex Paredes Lazo, Investigador y Formador en Emprendimiento Creativo; el estadounidense Antonio Saravia, Profesor de Economía y Director del Centro para el Estudio de Economía y Libertad en la Universidad de Mercer en Georgia, USA; la mexicana Lorena Sánchez, Inversionista y emprendedora tecnológica; la argentina Julieta Szterelnicht (Argentina), Gerente de operaciones y regímenes de promoción cultural dentro de la dirección general de desarrollo cultural y creativo, Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y Fadrique Iglesias, profesional con experiencia en urbanismo, gestión cultural, desarrollo internacional, fortalecimiento institucional, desarrollo comunitario y gestión de proyectos que arriba desde Norteamérica.
Verónica Pérez, destacada artista de la música y emprendedora creativa; Rodrigo Bellot, cineasta y gestor cultural y Santiago Laserna, economista especializado en economía creativa del CERES, son las figuras bolivianas que engalanaron el encuentro.