La educación no es solo un derecho; es una herramienta fundamental para el empoderamiento femenino, capaz de transformar vidas y abrir caminos. Así lo entendió Jesika Ajata, mujer de ascendencia aimara, emprendedora y la primera mujer de su familia en formarse profesionalmente. Su lucha, al igual que la resiliencia y determinación de su madre y abuela por brindarle mejores oportunidades, inspiraron el documental “Warmis: tres generaciones de mujeres bolivianas que defienden su autonomía”, producido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
La producción audiovisual que ya da la vuelta al mundo, rinde homenaje a la lucha de estas tres generaciones de mujeres bolivianas (abuela madre e hija) por la autonomía y la construcción de su futuro, a pesar de los innumerables obstáculos que, aún en nuestros tiempos, las mujeres sortean día a día para salir adelante.
Para Jesika, licenciada en Turismo, fundadora de Warmi Empollerada, una iniciativa de empoderamiento a la mujer boliviana, y docente de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, de El Alto, la educación es un acto de empoderamiento y es su fuerza motora, que le permitió romper barreras y reivindicar su derecho a decidir. Este mensaje, que ella misma absorbió de la fortaleza de su madre, Roxana, y su abuela, Alejandra, ahora trasciende fronteras, a través del documental.
La historia de tres warmis
“Warmis: tres generaciones de mujeres bolivianas que defienden su autonomía”, es el documental producido por UNFPA y estrenado en el marco del mes de la mujer boliviana (11 de octubre). El mismo fue grabado en distintas locaciones, incluyendo la comunidad de origen de la abuela, en el emprendimiento de la mamá y en Unifranz El Alto, durante un periodo de clases de Jesika.
En la producción, publicada en los canales oficiales de UNFPA, las tres mujeres narran experiencias de vida marcadas por las dificultades y, a la vez, por una determinación inquebrantable.
Alejandra, la abuela, recuerda los desafíos de la maternidad en tiempos donde las mujeres carecían de servicios básicos y la negativa de su mamá a que estudie.
Por su parte, Roxana, la madre de Jesika, relata cómo las adversidades médicas que enfrentó no le impidieron construir su propio negocio, una tienda de ropa, demostrando que la autonomía es posible incluso en medio de obstáculos. Hoy, su emprendimiento tiene dos sucursales, con clientes en diversos municipios.
“Siempre he querido que mis hijas estudien, que tengan más oportunidades que yo”, comenta Roxana con orgullo por la dedicación de Jesika, la primera profesional mujer de su familia.
Jesika Ajata, la “WarmiEmpollerada”
A sus 31 años, Jesika, joven profesional y emprendedora paceña, creadora de la marca WarmiEmpollerada, tomó estas enseñanzas y hoy las comparte tanto en su faceta como docente, como en su negocio, subrayando la importancia de la independencia y el poder del conocimiento como la clave para abrir puertas.
Para ella, “es fundamental que una mujer pueda decidir dónde invertir su tiempo y esfuerzo”, recordando el consejo de su abuela sobre el valor de seguir adelante, a pesar de que ella no tuvo la oportunidad de hacerlo.
Su idea de negocio nació en 2019 y se consolidó en 2023, luego de obtener el segundo lugar y capital semilla en el programa nacional de incubación “Impulsamos Bolivia”, promovido por el Instituto Mujer & Empresa (IME), de Unifranz, en alianza con Bridge For Billions, PESLATAM, Actívate Sucre y EmprendeBo.
Warmi Empollerada es un servicio que relaciona a mujeres que desean cumplir el sueño de personificar a la mujer de pollera, ya sea por un día, una semana o por una actividad específica. El espacio permite a las mujeres conectarse entre ellas o ser parte de talleres prácticos de capacitación donde se refuerza su crecimiento personal y autoestima.
“Brindamos un servicio y son muchas áreas las que están involucradas, porque primero hay que escoger los destinos de turismo cultural, la vestimenta, identificar qué mujeres van a participar o prever el impacto que va a tener la actividad, entre muchos otros aspectos que se deben planificar”, puntualiza Ajata.
El documental de UNFPA celebra esta trayectoria, esperando que la historia de las tres «warmis»: Jesika, Roxana y Alejandra inspire a mujeres en todo el mundo a nunca dejar de perseguir sus sueños, sin importar las barreras que encuentren en el camino.