Sube y baja las gradas con agilidad, la sonrisa siempre está rondándole los labios y cuando se coloca la bata blanca parece enfundarse en el traje de un héroe. De alguna manera, el doctor Vito Rivas Vargas lo es porque salva vidas desde su profesión. El médico tiene más de 40 años en la docencia y recientemente el III Congreso Boliviano de Anatomía de Sucre le entregó un reconocimiento por su labor educadora.
“Me dieron la distinción por ser uno de los docentes más destacados de Bolivia y se los agradezco mucho. Este proceso de aprendizaje es constante, cuando uno tiene que enseñar también tiene que estudiar. Debemos tener información actualizada de nuestros temas para ofrecer nuestros conocimientos a los estudiantes”, explica el médico mientras camina por los pasillos de la Universidad Franz Tamayo, sede La Paz.
Aunque él vive salvando vidas, uno de sus trabajos científicos más importantes está relacionado con la muerte, específicamente con la conservación de cadáveres sin el uso de formol. Se trata de un trabajo que fue desarrollado y perfeccionado hace décadas.
Esta técnica fue creada por Rivas y su colega Edgar Arené. Ambos bautizaron a la creación como Edviforcad, que es la conjunción de las palabras: Edgar, Vito, formol y cadáver. La invención fue presentada en diversos centros de enseñanza y en congresos internacionales; por ejemplo estuvo en el Congreso Internacional de Anatomía de Río de Janeiro.
La conservación de los cadáveres con Edviforcad es de forma entera o por piezas. Éstas no desprenden olor, ni tampoco liberan bacterias. Los cuerpos sin vida, o partes de los mismos, se encuentran en plásticos y son ideales para que los futuros médicos puedan acercarse al cuerpo humano. “La materia de Anatomía debe aprenderse siempre en el cuerpo humano, si no se conoce el cuerpo humano entonces no se conoce de anatomía”, explica el médico.
Lleva más de 15 años en Unifranz y cuenta que el lugar ha mejorado con el tiempo. Él es testigo de aquellos cambios. Vio cómo la tecnología entró por la puerta grande de la Universidad y trajo consigo la innovación educativa. Habla con orgullo de los salones innovadores de la institución y de sus colegas que imparten la docencia, algunos de ellos fueron sus estudiantes. Se le infla el pecho de emoción al referirse a los médicos que formó en sus aulas, aunque le resulta difícil cuantificar el número de profesionales a quienes ha enseñado. “Tengo más de 40 años enseñando, imagínese a cuántos doctores habré dado clases”, afirma.
En honor a las contribuciones académicas del doctor Rivas, Unifranz sede La Paz cuenta con el Museo de Ciencias de la Salud y Anatomía “Vito Rivas”. Justamente en este espacio físico hay objetos resguardados con su técnica de conservación. En el salón están ordenadas cuidadosamente las piezas sin vida, el sitio es limpio y no hay ningún olor extraño porque cada objeto se encuentra limpio y resguardado. Eso sí, las piezas están al alcance de la población docente estudiantil.
“Medicina es una de las carreras que más mejoras tuvo con los años en Unifranz. Es una carrera bastante noble, hay muchos estudiantes nacionales y extranjeros que se han formado con nosotros”, comenta el orgulloso médico educador de profesionales.
En esta cruzada a favor de la formación integral en Unifranz se incorporaron los Health Labs. Estos espacios de simulación no sólo se encuentran equipados con tecnología de última generación, sino que también están diseñados para ofrecer una experiencia de aprendizaje inmersiva y realista a la comunidad educativa. Así, con tecnología de punta en el mundo de la medicina, los estudiantes aprenden haciendo.
El doctor Rivas lucha a diario a favor de la vida. Él indica que la mejor manera de cuidar al organismo es con hábitos sanos y él mismo es un ejemplo de sus palabras. Tiene más de 40 años formando profesionales, lleva una vida en las aulas universitarias y no se cansa del proceso de enseñanza. Es más, su espíritu es joven. Sube y baja las gradas de forma veloz, va y viene con la premisa de conocer cada día más.