La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta la habilidad de una persona para leer, escribir y comprender el lenguaje, a pesar de que la inteligencia y las capacidades cognitivas generales se encuentren dentro de la media o por encima de ella. No se trata de una falta de inteligencia, sino más bien una dificultad específica en el procesamiento del lenguaje.
Cuando era niño, Camilo no entendía por qué cometía tantos errores en los exámenes de matemáticas y lenguaje, pese a que dominaba ambas materias. Incluso, cuando estaba en 5° de primaria estuvo a punto de perder el año. Su angustia aumentaba, por el temor a una reacción iracunda de sus padres. Cuando estaba en 1° de secundaria, el asesor del área de psicología le explicó que sufría de un trastorno denominado dislexia y le ayudó a superarla con una serie de ejercicios.
Si bien presenta desafíos en el proceso de aprendizaje, no es una barrera insuperable porque, con un apoyo adecuado, los disléxicos pueden desarrollar estrategias de compensación para sobrellevar las dificultades asociadas con esta condición.
James Robles, director de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que un enfoque educativo personalizado y el uso de técnicas de enseñanza adaptadas a las necesidades individuales pueden marcar la diferencia en el progreso académico y emocional de las personas con dislexia. La identificación temprana y la intervención oportuna son importantes para brindar apoyo y permitir que las personas con dislexia alcancen su máximo potencial.
“La clave para ayudar a un alumno con dislexia es la empatía, la flexibilidad y la adaptación de las prácticas educativas para satisfacer sus necesidades individuales. Con el apoyo adecuado, los estudiantes con dislexia pueden superar obstáculos y alcanzar su potencial académico y personal”, asegura el académico.
La dislexia lleva a errores en la lectura y escritura
Las personas con dislexia pueden presentar dificultades para reconocer y manipular los sonidos del habla (conciencia fonológica) y problemas para asociar los símbolos gráficos con los sonidos correspondientes (correlación grafema-fonema). Esto puede llevar a errores frecuentes en la lectura y la escritura, como invertir letras, omitir palabras o tener dificultades para comprender el significado de un texto.
Robles aclara que se debe tener en cuenta que la dislexia es una condición neurológica de origen genético y que afecta a personas de todas las edades, géneros y culturas.
“Reconocerla temprano y proporcionar intervenciones adecuadas para ayudar a las personas con dislexia a desarrollar estrategias de compensación y a alcanzar su potencial académico” es de suma importancia, afirma. Aunque la dislexia puede ser un desafío para quienes la padecen, con el apoyo adecuado, muchas personas pueden aprender a sobrellevarla y tener éxito en sus estudios y en su vida cotidiana.
La dislexia tiene su origen en factores genéticos
La dislexia es causada por factores genéticos que afectan la forma en que el cerebro procesa el lenguaje, pero su expresión y severidad pueden estar influenciadas por el entorno y las experiencias educativas.
Es importante abordar la dislexia con empatía y proporcionar el apoyo necesario para que las personas que la tienen puedan desarrollar su potencial y lograr éxito en su educación y vida diaria.
Síntomas característicos
- Dificultad para leer: ya que puede confundir letras, cambiar el orden de las letras en palabras o tener dificultad para reconocer palabras que ha visto antes.
- Dificultad para escribir, puede cometer errores ortográficos frecuentes, invertir letras en palabras y tener dificultades para organizar sus ideas por escrito.
- Problemas con la fonología. La conciencia fonológica es la habilidad para reconocer y manipular los sonidos del habla. Los disléxicos pueden tener dificultad para identificar los sonidos individuales en las palabras y asociarlos con las letras correspondientes.
- Dificultad para recordar secuencias, como el abecedario o los días de la semana.
- Dificultad para seguir instrucciones verbales, ya que podrían tener problemas para procesar y retener información que se les da de forma verbal.
- Dificultad para comprender lo que leen: La comprensión lectora puede ser afectada y presentar dificultades para retener y comprender su significado.
- Desafíos en la escritura a mano: La caligrafía puede ser poco legible y desorganizada.
- Dificultad para aprender nuevos idiomas, debido a las dificultades que enfrentan en la asociación de sonidos y símbolos.
Tipos de dislexia
Según Robles, existen cinco tipos de dislexia:
- Fonológica. También conocida como dislexia fonémica o dislexia de superficie. Se caracteriza por dificultades en la habilidad de reconocer y manipular los sonidos del habla, lo que afecta la decodificación de palabras.
- Superficial. Se trata de dificultades para reconocer palabras como un todo y tienden a leer por la correspondencia visual directa, lo que puede llevar a errores de lectura frecuentes.
- Profunda, o de salida. Las personas tienen dificultades para escribir palabras y deletrear correctamente. Pueden tener problemas para recordar la secuencia correcta de letras y cometer errores ortográficos frecuentes.
- Visual. Dificultades específicas en el procesamiento visual, lo que puede llevar a la confusión entre letras similares o la omisión de palabras al leer.
- Auditiva. Dificultades para procesar los sonidos del habla, lo que afecta la comprensión auditiva y la decodificación de palabras al leer.
Ejercicios recomendados
El experto psicólogo menciona que existen una serie de ejercicios que son recomendados a las personas que sufren este trastorno:
- Entrenamiento fonológico. Se centra en desarrollar la conciencia fonológica. Incluye actividades como identificar rimas, contar sílabas, segmentar palabras en sonidos individuales y fusionar sonidos para formar palabras.
- Entrenamiento de correspondencia grafema-fonema. Ayuda a asociar los sonidos del habla con las letras y grupos de letras correspondientes.
- Lectura guiada y repetitiva de textos específicos para el nivel de habilidad del individuo, con el apoyo y la guía de un tutor. La repetición y la práctica frecuente son importantes para mejorar la fluidez y la comprensión lectora.
- Lectura en voz alta, puede ayudar a mejorar la fluidez y la pronunciación de las palabras. Permite identificar patrones de errores para la retroalimentación.
- Ejercicios de comprensión lectora. Mejora la comprensión de la lectura, como hacer preguntas sobre el contenido del texto o identificar detalles importantes.
- Uso de tecnología asistiva, mediante el uso de herramientas tecnológicas como programas de lectura con voz, software de reconocimiento de voz y aplicaciones de ortografía y gramática.
- Multisensorialidad. Incorpora múltiples sentidos (visión, audición, tacto) en los ejercicios de aprendizaje, para reforzar la memoria y mejorar la retención.
“La dislexia no puede curarse, se puede controlar y manejar eficazmente con el apoyo adecuado, lo que permite que las personas afectadas puedan alcanzar su potencial académico y llevar una vida plena y satisfactoria”, puntualiza el académico.