Cómo el derecho corporativo transforma los negocios en sociedades exitosas

Cuando se piensa en el ejercicio de la abogacía, la imaginación popular suele evocar la figura del abogado penalista o civilista. Sin embargo, el derecho ha evolucionado junto con el dinamismo de la economía, dando lugar a especialidades como el derecho corporativo y comercial.
Este campo, fundamental en el desarrollo de negocios y sociedades, se ha consolidado como un pilar clave en el éxito empresarial. «El derecho corporativo ya no es una rama emergente; es una especialidad desde hace mucho tiempo. Su importancia radica en que acompaña el ciclo completo de vida de una empresa», explica Santiago Nishizawa, abogado corporativo.
La esencia del derecho corporativo
El derecho corporativo abarca desde la concepción y planificación de un negocio hasta su operación diaria y la resolución de conflictos.
En palabras de Nishizawa, «incluye la constitución de sociedades comerciales, como las sociedades de responsabilidad limitada o las sociedades anónimas, y la elaboración de contratos necesarios para operar con contrapartes, clientes y proveedores». Este marco jurídico es esencial para garantizar que las actividades empresariales se desarrollen bajo un esquema ordenado y seguro.
Uno de los aspectos más relevantes del derecho corporativo es su carácter preventivo. «A través de una adecuada planificación legal, es posible evitar conflictos futuros. Por ejemplo, un contrato bien elaborado puede prevenir disputas entre socios o con clientes», señala el jurista. Además, este campo se extiende a la administración de crisis legales, como controversias que surjan tanto dentro de la sociedad como con terceros.
En la misma línea, Alberto Salamanca, director de la carrera de Derecho de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que su esencia radica en que regula las actividades de las empresas y organizaciones y sus relaciones con el Estado y la sociedad.
“Específicamente, está relacionado con la estructura, funcionamiento y responsabilidad de las entidades jurídicas; todo ello con transparencia y responsabilidad social y legal”, puntualiza.
Derecho corporativo y sectores especializados
El derecho corporativo también incluye especializaciones que van más allá de lo comercial tradicional. Uno de estos ámbitos es el derecho bancario y financiero. «El sector bancario y financiero está intrínsecamente relacionado con el derecho corporativo, especialmente cuando se trata de asesorar en contratos financieros, ya sea desde la perspectiva de una empresa cliente o desde la óptica de un banco», explica.
Otro campo relevante es el arbitraje, una herramienta cada vez más utilizada en el derecho corporativo para la solución de controversias.
Según el abogado, el arbitraje ofrece una solución ágil y especializada para conflictos empresariales, permitiendo resolver disputas con mayor rapidez y menos formalismos que en los tribunales tradicionales. Esta modalidad es particularmente atractiva para empresas que buscan proteger sus intereses sin comprometer la confidencialidad de sus operaciones.
El rol del abogado corporativo
El trabajo de un abogado corporativo va más allá de la simple redacción de documentos legales. Su rol principal es el de acompañar a las empresas desde su creación, apoyándolas en el diseño de sus proyectos de negocio, la contratación con diversas partes y la solución de controversias cuando estas surgen. Este acompañamiento permite a las empresas operar con mayor seguridad y confianza, incluso en sectores altamente regulados o competitivos.
Un abogado corporativo también es un aliado estratégico de la empresa, porque no solo resuelve problemas legales, sino también se anticipa a ellos y ofrece soluciones que se alineen con las metas de la empresa. Esto demanda un conocimiento profundo no solo del derecho, sino también del entorno empresarial y económico en el que opera la organización.
Pamela Ilaquita, directora académica nacional de Postgrado de Unifranz, aclara que la correcta implementación de estrategias corporativas y la toma de decisiones alineadas con las regulaciones locales e internacionales es una de las principales funciones de los abogados corporativos.
“Por ejemplo, durante una crisis empresarial, la asesoría legal corporativa es fundamental para minimizar riesgos legales y garantizar la continuidad del negocio. Esto puede incluir la reestructuración de deudas, la negociación con acreedores, el manejo de conflictos laborales y la gestión de litigios que puedan surgir. Además, de ofrecer una estrategia integral que incluye el manejo de comunicaciones y la representación en procesos judiciales o regulatorios, asegurando que la empresa tome decisiones fundamentadas que mitiguen los efectos de la crisis”, específica la abogada.
Tendencias y desafíos
El derecho corporativo enfrenta constantes desafíos debido a la globalización y los cambios regulatorios, por ese motivo, según Nishizawa, los abogados deben mantenerse al día con las normativas locales e internacionales, así como con las nuevas tecnologías que impactan en el mundo de los negocios, desde regulaciones sobre comercio electrónico hasta temas relacionados con la protección de datos y la sostenibilidad empresarial.
Un ejemplo del impacto del derecho corporativo se observa en el sector tecnológico, donde las startups enfrentan retos legales desde su fundación. La constitución de una empresa tecnológica requiere no sólo de asesoría en contratos de inversión, sino también de una estrategia legal para proteger la propiedad intelectual y garantizar el cumplimiento de normativas locales e internacionales.
«El desarrollo de una empresa no solo depende de su modelo de negocio, sino también de la solidez de su estructura legal», concluye Nishizawa. Este enfoque integral permite a las organizaciones enfrentar con éxito los desafíos del presente y aprovechar las oportunidades del futuro.