Creator’s economy: un nuevo paradigma para el emprendimiento digital
La creator economy, o economía de los creadores, es un modelo económico emergente que ha revolucionado la manera en que las personas generan ingresos a partir de su creatividad y habilidades. Basada en la producción y monetización de contenido digital, esta economía permite que individuos independientes, utilizando plataformas como YouTube, TikTok, Instagram, Twitch o Patreon, construyan negocios propios, sin depender de estructuras tradicionales como empresas, medios de comunicación establecidos o grandes corporaciones.
«Antes, las marcas hablaban de forma unilateral a su público; hoy, deben construir comunidades genuinas si quieren sobrevivir en el mercado digital», señala María Renée Cortés, actual directora global de comunicación de ECIJA España y cofundadora del MadTech Institute, quien ofreció una visión profunda sobre este fenómeno que redefine las reglas de la comunicación y el marketing.
De acuerdo con Cortés, el funcionamiento de este modelo se articula en torno a la interacción entre creadores, plataformas digitales y consumidores. Los creadores producen contenido en diversas formas —videos, podcasts, blogs, ilustraciones, música o cursos en línea— y lo distribuyen a través de las plataformas. La monetización ocurre mediante publicidad, patrocinios, suscripciones de contenido exclusivo, ventas de productos o servicios y crowdfunding.
“Esta dinámica ha democratizado la producción de contenido y ha permitido que cualquier persona con acceso a internet pueda convertirse en un emprendedor digital, generando ingresos de forma independiente y escalable”, agrega.
La destacada profesional brindó recientemente una master class organizada por la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, en la cual abordó las últimas tendencias en comunicación digital, marketing de influencia y emprendimiento creativo, áreas que se han convertido en pilares fundamentales del crecimiento económico en el entorno digital contemporáneo.
La experta subraya que el cambio de paradigma exige que las empresas y marcas de hoy se enfoquen en crear vínculos auténticos con sus audiencias, más allá de la publicidad tradicional. Para Cortés, la Creator Economy no solo es una oportunidad de negocio, sino también una transformación cultural que obliga a los profesionales de la comunicación a adaptarse rápidamente a nuevas lógicas de interacción y participación.
Un negocio millonario
El impacto de la creator economy es notable en términos de expansión y oportunidad. Actualmente, se estima que más de 50 millones de personas en el mundo se consideran creadores de contenido independientes. Según estudios recientes, este sector está valorado en más de 250 mil millones de dólares y se proyecta que alcance los 480 mil millones para 2027. Este crecimiento refleja una transformación significativa en los modelos de trabajo y emprendimiento, donde la capacidad de conectar directamente con audiencias globales ofrece una ventaja sin precedentes para los individuos.
Sin embargo, advierte la experta, no todo son oportunidades sin riesgos. La saturación de contenido en las plataformas digitales es una realidad que obliga a los creadores a diferenciarse mediante propuestas auténticas, creativas y de alto valor. Además, la dependencia de los algoritmos de plataformas como Instagram, YouTube o TikTok supone un desafío adicional que consiste en el cambio de reglas de visibilidad que pueden impactar directamente en los ingresos de los creadores, haciendo necesario diversificar las fuentes de monetización para garantizar una estabilidad financiera sostenible.
Esta industria complementaria contribuye a la profesionalización del trabajo creativo y amplía las oportunidades de monetización, permitiendo a los creadores construir carreras sólidas en el mundo digital.
El poder de la IA
Cortés enfatiza el rol transformador de la inteligencia artificial (IA) en este nuevo ecosistema. Según explicó, el uso responsable y ético de la IA permitirá a los creadores y marcas potenciar su capacidad de producción y análisis, sin perder la autenticidad en el contacto humano que las comunidades digitales valoran.
“La IA debe ser una herramienta que amplifique el talento, no que lo sustituya”, resalta, acotando que el entrenamiento en esta tecnología es imprescindible para los futuros profesionales.
A pesar de los desafíos, indica que la creator economy se perfila como una de las formas de emprendimiento digital más accesibles y dinámicas de nuestro tiempo.
“Permite a individuos de diversos contextos socioeconómicos participar en la economía global, impulsando la innovación, la diversidad de voces y la transformación de las industrias culturales y de medios. Además, responde a una demanda creciente de autenticidad, personalización y propósito en las relaciones de consumo, elementos que las nuevas generaciones consideran fundamentales al momento de interactuar con marcas y contenidos”, apunta.En este escenario de cambio vertiginoso, iniciativas académicas como la impulsada por Unifranz resultan clave para formar a los profesionales que liderarán la economía digital en el futuro. La capacidad de adaptarse, de construir comunidades auténticas y de utilizar la tecnología de forma ética serán competencias esenciales para quienes deseen prosperar en el dinámico y competitivo mundo de la creator economy.