Por Diego Sabat y Guiomara Calle
El consumo elevado de cafeína tiene una significativa relación con el incremento en los niveles de estrés, depresión, ansiedad e insomnio, así lo revela un estudio realizado por estudiantes de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, que se desarrolló con el objetivo de conocer el impacto del consumo de esta sustancia en la salud mental y el desempeño académico, en el marco del modelo educativo que se enfoca en “aprender haciendo”.
Para Antonio Fernández, futuro odontólogo, tomar entre seis y siete tazas de café al día durante el periodo de evaluaciones ha sido algo común. Pese a conocer los problemas de salud vinculados a este hábito, para el estudiante de octavo semestre, al igual que para sus compañeros, ha sido una acción recurrente consumir estas cantidades. “Es la forma en que activamos nuestra mente y la despertamos del letargo”, afirma.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo moderado de cafeína (hasta 400 miligramos por día, aproximadamente cuatro tazas de café) es generalmente seguro para la mayoría de los adultos. Sin embargo, exceder estos parámetros puede llevar a los consumidores a efectos negativos en la salud, como ansiedad, insomnio y problemas cardiovasculares, advierte el organismo internacional.
¿Y qué pasa con los estudiantes? Tomando en cuenta que muchas veces mantienen largas horas de estudios durante la etapa de exámenes y buscan permanecer despiertos a como dé lugar. Precisamente esa interrogante se plantearon Carla Alarcon, José Bustillos, Isis Calderón, Adriana Lara, Emeline Mejía, Fabiana Monroy, Kim Paredes y Leonardo Revollo, todos ellos estudiantes de tercer año de Medicina de Unifranz. El grupo, con la guía de su mentor Abraham Medina, investigó el impacto del consumo de cafeína en la salud mental y el desempeño académico, tomando como muestra a grupos de estudiantes de esta misma carrera.
El estudio ha explorado los hábitos de consumo de cafeína, incluyendo la frecuencia, la cantidad y las formas de ingesta, así como las percepciones de los estudiantes sobre cómo influye en su rendimiento académico. Los investigadores ya obtuvieron los primeros resultados y lo que obtuvieron deben poner en alerta a todos los estudiantes que acostumbran a consumir cafeína en exceso.
“Entre los síntomas posteriores a la ingesta de bebidas con cafeína encontramos estrés, ansiedad, depresión y pérdida de sueño. Para solventar esta problemática debemos tomar en cuenta, principalmente, la reducción del estrés por medio de la actividad física, mejorar los hábitos de estudio mediante la organización de los horarios y, lo más importante, reducir las concentraciones de cafeína ya sea en bebidas carbonatadas, energéticas o en el café propiamente dicho”, explica Medina, mentor de la investigación.
La cafeína es una sustancia amarga que se encuentra naturalmente en más de 60 plantas y está presente en los granos de café, las hojas de té y las nueces de cola que se utilizan para saborizar las bebidas gaseosas. También existe la cafeína sintética, fabricada por el hombre, que está en bebidas gaseosas o refrescos, bebidas energéticas y productos para “aumentar la energía”.
“Al ser la cafeína una sustancia tan utilizada en el mundo debido a sus efectos estimulantes en el sistema nervioso central, nos preocupa las repercusiones que pueda tener tanto a nivel de la salud mental de los individuos como en el rendimiento académico y social”, afirma Adriana Lara, estudiante de Medicina e investigadora. “El tema ha sido escogido por la población en riesgo que encontramos, en este caso los estudiantes de Medicina, sobre todo en épocas de exámenes, ya que tienen una ingesta mayor de bebidas con cafeína para mejorar su rendimiento académico”.
Otro de los resultados de la investigación es que una gran proporción de estudiantes consume cafeína de manera regular, con variaciones en la frecuencia y cantidad, dependiendo de factores, como el género, el año de estudio y el área académica. Este consumo ha sido influenciado tanto por la cultura universitaria como por la presión académica y social.
La identificación de un alto consumo de cafeína y su correlación con problemas de salud mental resalta la necesidad urgente de intervenciones educativas y de apoyo, señala una de las conclusiones preliminares del estudio, a tiempo de recomendar la promoción de hábitos de vida saludables, el acceso a servicios de salud mental y la regulación del consumo de sustancias estimulantes al interior del campus universitario.
El equipo de investigadores apunta a que los resultados finales del estudio arrojen luz sobre la prevalencia del consumo de cafeína entre los estudiantes y las experiencias relacionadas con su uso. Esta investigación está enmarcada en los proyectos integradores y multidisciplinarios que la universidad impulsa para abordar problemáticas sociales y encontrar soluciones efectivas.
Unifranz y su modelo educativo innovador
Unifranz, con su modelo educativo y a través de sus proyectos integradores y multidisciplinarios, ha detectado diferentes problemáticas sociales y ha puesto a sus estudiantes —guiados por docentes expertos— a encontrar soluciones a problemas reales. Es así que los proyectos integradores han permitido a los estudiantes reunir el conocimiento adquirido de varias asignaturas para crear soluciones que beneficien a un sector o región. Al enfrentar problemas del mundo real, los estudiantes han desarrollado habilidades esenciales y han adquirido una comprensión más profunda de su campo de estudio.
Al conocer los resultados preliminares de la investigación, Antonio buscará nuevas formas de optimizar su rendimiento académico en época de evaluaciones, aunque no niega que se tomará una “tacita” de café de vez en cuando.