¿Cómo cuidar la salud cerebral y evitar los temidos tumores?

¿Cómo cuidar la salud cerebral y evitar los temidos tumores?

Por Lily Zurita

Con el objetivo de sensibilizar y concientizar a la población acerca de las causas, riesgos y tratamiento de los tumores cerebrales, así como brindar solidaridad a los pacientes que viven con este mal, este 8 de junio se conmemora el Día Internacional de los Tumores Cerebrales. 

En septiembre de 2022, el politólogo, investigador e intelectual boliviano Amaru Villanueva Rance, uno de los impulsores de la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia y director del Centro de Investigaciones Sociales de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, falleció aquejado por un cáncer ​en el cerebro, aunque no se dieron detalles sobre el tipo de cáncer que padecía.

Según la Sociedad Española de Neurocirugía, anualmente, se diagnostican 7,5 casos de tumores cerebrales primarios por cada 100.000 personas en todo el mundo, representando el 2% de los casos de cáncer en adultos. De ahí la importancia de estar atentos a los síntomas y signos clínicos de este problema de salud que puede afectar a cualquier persona, más allá de diferencias económicas, sociales o políticas. 

¿Qué son los tumores cerebrales?

Los tumores cerebrales son masas generadas por el crecimiento de células anormales en el cerebro, pudiendo originarse por causas genéticas y ambientales. Existen tumores cerebrales benignos o no cancerosos y tumores cerebrales malignos (cancerosos).

“Son lesiones por alteración morfológica en las células, misma que se ve alterada no solamente en las neuronas sino también en otro tipo de células cerebrales”, explica Carmen Bucett, neurocirujana y docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Síntomas de los tumores cerebrales

Los síntomas de un tumor cerebral dependen de la localización y tipo de lesión tumoral, la edad del paciente, enfermedades anteriores y tamaño, pero algunos síntomas comunes incluyen:

  • Dolores de cabeza: frecuentemente severos y que no mejoran con tratamientos convencionales.
  • Convulsiones: episodios de actividad eléctrica anormal en el cerebro.
  • Problemas neurológicos: incluyen dificultades con el habla, la visión, el equilibrio y la coordinación.
  • Cambios en el comportamiento o personalidad: pueden manifestarse como irritabilidad, confusión o cambios de humor.
  • Pérdida de memoria: dificultad para recordar información reciente o eventos pasados.
  • Debilidad o entumecimiento: a menudo en un lado del cuerpo.

Los tumores cerebrales se pueden diagnosticar a través de una combinación de exámenes neurológicos, imágenes de resonancia magnética (IRM), tomografía computarizada (TC) y biopsias o la extracción de una muestra de tejido del tumor para su análisis bajo un microscopio.

Tratamiento

Bucett asegura que el tratamiento de los tumores cerebrales depende de su tipo, ubicación y grado de malignidad, así como de la salud general del paciente. 

“Según el tipo de célula cerebral que lo originó, existen algunos tumores que son muy invasivos (cáncer) en lo que se realiza tratamiento paliativo para darle calidad de vida al paciente y otros tumores limitados y localizados no invasivos que una vez extirpados en su totalidad quirúrgicamente se curan”, puntualiza la académica.

Las opciones de tratamiento pueden incluir:

  • Cirugía: para extirpar la mayor cantidad posible del tumor.
  • Radioterapia: uso de rayos X de alta energía para destruir células tumorales.
  • Quimioterapia: uso de medicamentos para destruir células cancerosas.
  • Terapias dirigidas: tratamientos que se dirigen a moléculas específicas involucradas en el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas.
  • Terapia adyuvante: combinación de tratamientos para mejorar los resultados.

Cómo cuidar la salud cerebral 

La salud cerebral es fundamental para mantener una buena calidad de vida y prevenir enfermedades graves, como los tumores cerebrales. 

La neurocirujana menciona nueve consejos respaldados por la ciencia para cuidar el cerebro y reducir el riesgo de desarrollar estas afecciones.

 

  • Dieta saludable

 

La alimentación juega un papel crucial en la salud del cerebro. Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables puede mejorar la función cerebral y reducir el riesgo de enfermedades. Los antioxidantes presentes en alimentos como los arándanos, las espinacas y el brócoli ayudan a proteger las células del cerebro del daño oxidativo. Además, el consumo de ácidos grasos omega-3, presentes en pescados como el salmón y las nueces, favorece la salud neuronal.

 

  • Ejercicio regular

 

El ejercicio físico regular no solo beneficia el cuerpo, sino también el cerebro. Actividades aeróbicas como caminar, correr, nadar o andar en bicicleta aumentan el flujo sanguíneo al cerebro, lo que promueve la neurogénesis (la formación de nuevas neuronas). Además, el ejercicio regular puede mejorar la memoria, la concentración y el estado de ánimo, y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

 

  • Estimulación cognitiva

 

Mantener el cerebro activo y desafiado es esencial para su salud. Participar en actividades que estimulan la mente, como leer, resolver crucigramas, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical, puede ayudar a mantener y mejorar la función cognitiva. Además, estas actividades pueden aumentar la reserva cognitiva, la capacidad del cerebro para resistir daños.

 

  • Dormir bien

 

El sueño es fundamental para la salud cerebral. Durante el sueño, el cerebro realiza procesos importantes de limpieza y consolidación de la memoria. La falta de sueño puede afectar negativamente la memoria, el aprendizaje y el estado de ánimo. Se recomienda dormir entre 7 y 9 horas por noche para asegurar un buen funcionamiento cerebral.

 

  • Gestión del estrés

 

El estrés crónico puede tener efectos perjudiciales sobre el cerebro, incluyendo la reducción del tamaño del hipocampo, una región clave para la memoria. Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga y la respiración profunda pueden ayudar a reducir el estrés y proteger la salud cerebral.

 

  • Evitar el consumo de sustancias nocivas

 

El consumo de alcohol en exceso y el uso de drogas recreativas pueden dañar el cerebro y aumentar el riesgo de desarrollar tumores y otras enfermedades cerebrales. Moderar el consumo de alcohol y evitar las drogas recreativas es esencial para mantener el cerebro sano.

 

  • Controlar la exposición a radiación y productos químicos

 

La exposición a radiaciones ionizantes y ciertos productos químicos ha sido asociada con un mayor riesgo de tumores cerebrales. Limitar la exposición innecesaria a radiaciones, como las pruebas de diagnóstico por imágenes no esenciales, y evitar el contacto con sustancias químicas tóxicas en el hogar y el trabajo puede reducir este riesgo.

 

  • Chequeos médicos regulares

 

Realizar visitas regulares al médico puede ayudar a detectar problemas de salud en etapas tempranas, incluidas las relacionadas con el cerebro. La detección temprana de cualquier anomalía puede facilitar un tratamiento más efectivo y mejorar el pronóstico.

 

  • Relaciones sociales

 

Las interacciones sociales pueden tener un impacto positivo en la salud cerebral. Participar en actividades sociales, mantener relaciones positivas y construir una red de apoyo social puede mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.

Cuidar la salud cerebral es esencial para una vida larga y saludable. Adoptar hábitos saludables puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar tumores cerebrales y otras enfermedades neurológicas. 

“Mantener un estilo de vida saludable no sólo protege el cerebro, sino que también mejora la calidad de vida en general de la población”, finaliza Bucett.

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