Claves del diseño de interfaces para mejorar la experiencia y conquistar al usuario

Tener el mejor producto o servicio no es suficiente si la app o el sitio web donde se ofrece es lento, confuso y frustrante. Cuando eso sucede, los usuarios simplemente se van y rara vez regresan. ¿La solución? Trabajar en dos aspectos esenciales del diseño digital: la experiencia de usuario (UX) y la interfaz de usuario (UI).
Alejandro Bayá, experto en diseño UX/UI y tallerista en el Nexus Creative Week de la Unifranz, explica que los usuarios deben ser guiados a través de una plataforma digital, como una app o una página web, de forma clara y fluida.
“El diseñador digital de la experiencia (UX) y la interfaz de usuario, analiza los problemas del usuario y plantea soluciones creativas para mejorar su experiencia. Así se logra una interacción fluida y adaptable con el producto o servicio”, señala Bayá.
La experiencia del usuario es una necesidad, y mejorar no implica rediseñar todo desde cero, sino aplicar principios estratégicos de diseño que guíen al usuario, reducir o modificar errores y generar nuevas experiencias intuitivas y memorables. Porque, como indica el experto, un buen diseño también vende.
Un estudio de Nielsen Norman Group, sobre la importancia de la usabilidad, demostró que los sitios web con alta usabilidad pueden aumentar las tasas de conversión hasta en un 100%. Su investigación destaca cinco principios clave: eficiencia, aprendizaje, memorabilidad, prevención de errores y satisfacción.
“Las marcas son totalmente beneficiadas con todos estos inputs que puede dar el UX, y que puede dar el UI, para potenciar de sobremanera a la empresa, y más adelante puedan representar mejores ventas, mejores resultados, conexión con el público”, destaca Bayá.
Otro estudio, de Google Research, encontró que un retraso de 1 segundo en la carga de una página móvil puede reducir las conversiones en un 20%. Además, el 53% de los usuarios abandonan un sitio si tarda más de tres segundos en cargar.
Todo proceso comienza con escuchar al usuario. Esta disciplina parte de entender quién es el usuario, qué busca, cómo interactúa con la plataforma y dónde encuentra obstáculos. Las encuestas, entrevistas y mapas de experiencia son herramientas clave para descubrir puntos de dolor que el diseño puede resolver. “Básicamente escuchar al cliente es uno de los factores más importantes”, agrega Bayá.
La simplicidad es poder. Un diseño limpio, sin excesos ni elementos innecesarios, no solo luce bien, sino que facilita la navegación y mejora el enfoque del usuario en lo que realmente importa. Si una función requiere demasiados pasos o no es evidente al primer vistazo, es hora de repensarla.
El principio de jerarquía visual es otro aliado esencial. Destacar lo importante mediante tamaño, color o ubicación guía la mirada del usuario y evita que se pierda en la interfaz. ¿Dónde debería hacer clic primero? ¿Qué acción se espera que realice? Si no es claro, la usabilidad tendrá dificultades.
Cada píxel cuenta. Las apps deben estar diseñadas pensando en dedos, no en clicks. Botones accesibles, tipografías legibles y tiempos de carga mínimos hacen toda la diferencia. La velocidad y la simplicidad son la base de una buena experiencia mobile.
“El diseño UX/UI es una respuesta creativa que permite, en este caso, producir una plataforma, ya sea una aplicación, una página web digital que comprenda y se entienda que es una extensión del cuerpo humano. Y para hacer una extensión del cuerpo humano, esta deberá ser funcional, deberá ser intuitiva y sobre todo deberá ser agradable a la vista, para que pueda funcionar y hacerle el día más fácil a las personas que utilicen”, explica el experto.
Otro factor muchas veces subestimado son las microinteracciones. Son animaciones sutiles, cambios de color al pasar el cursor o mensajes de confirmación le dan al usuario retroalimentación constante. Son detalles que humanizan la experiencia y aportan fluidez.
Además, la accesibilidad debe estar integrada desde el inicio. Un buen diseño considera a personas con discapacidad visual, auditiva o motriz, y se asegura de que todos puedan usar la app o la web sin barreras. Diseñar para todos no es opcional, es parte de una experiencia completa.
Las pruebas de usabilidad no son el final del proceso, sino parte de él. Prototipar, testear y ajustar permite validar decisiones de diseño antes de lanzar, evitando errores costosos y mejorando constantemente con base en datos reales.
Algunos ejemplos prácticos de mejoras en el diseño son Duolingo. La app de aprendizaje de idiomas tenía una interfaz sobrecargada que confundía a los nuevos usuarios. A través de una simplificación de interfaz se logró una mejora sustancial que implicó: Simplificación del diseño con un flujo de navegación claro, usando un esquema de colores vibrantes para mantener la motivación.
También introdujeron microinteracciones, como animaciones al completar lecciones, para reforzar el feedback positivo y añadieron un sistema de gamificación (puntos, rachas) que aprovecha principios psicológicos para fomentar la retención. Con estas acciones el resultado, según Duolingo, es un aumento del 40% en la retención de usuarios en los primeros 30 días.
Por otro lado, la aplicación Airbnb en el año 2020 atravesó un problema, los usuarios se sentían abrumados por la cantidad de opciones al buscar alojamientos. Con la mejora de UX/UI se implementaron filtros visuales (mapas interactivos, deslizadores de precio) para facilitar la toma de decisiones. De la misma manera cambiaron la tipografía por una clara y con espacio generoso para mejorar la legibilidad, además, introdujeron vistas previas de fotos grandes y reseñas destacadas para acelerar la evaluación.
“El diseño UX/UI considero que es muy importante, porque la base del UX nos permite entender a los clientes, y seguramente eso va a potenciar la imagen de las marcas. En particular el UI potencia la marca desde un punto de vista de mantener eh sus lineamientos gráficos, estilísticos de marca, de imagen, de color, de tipografía y juntos potencian mucho más la experiencia”, concluye Bayá.
Un diseño exitoso no solo soluciona problemas, sino que crea emociones positivas. Hace sentir que todo fluye, que la tecnología se adapta al usuario y no al revés. Y eso, en un mundo lleno de opciones, es una ventaja competitiva destacable.
Mejorar la usabilidad a través del diseño UX/UI no es solo cuestión estética, es una inversión directa en satisfacción, fidelización y resultados. Porque cuando el diseño está bien hecho, el usuario no lo nota. Solo sonríe, y sigue navegando.