¿ChatGPT o psicólogo? El dilema silencioso de una generación con ansiedad

“Hola, me siento deprimido últimamente, ¿qué puedo hacer?”, escribe Andrés, estudiante universitario de 20 años, en Gemini, una plataforma de inteligencia artificial. La respuesta llega en segundos: consejos generales, sugerencias sobre ejercicio y meditación, frases motivacionales. Por un momento siente alivio, pero al día siguiente la angustia regresa, generando en él la duda de sí realmente lo está ayudando. Cada vez, más jóvenes como Andrés recurren a la inteligencia artificial buscando respuestas inmediatas a sus preocupaciones emocionales.
“Todas las personas hemos atravesado, o lo estamos haciendo, por situaciones problemáticas o de crisis en algún momento de nuestra vida, es necesario reconocer cuando un problema sale de nuestras manos e interfiere con nuestra vida y desenvolvimiento diario llegando incluso a afectar nuestra salud física. Es en ese momento cuando podríamos necesitar de apoyo profesional para superar una situación, no así de una IA”, afirma Pamela Martínez, psicóloga del gabinete psicológico de Unifranz El Alto.
Lo que muchos no comprenden es que, aunque estas herramientas pueden ofrecer acompañamiento básico o ideas generales, no reemplazan la escucha activa, el criterio clínico, ni el vínculo humano que se establece con un profesional en psicología.
Una problemática creciente y preocupante
La salud mental de los adolescentes y jóvenes se ha convertido en una preocupación global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años padece algún tipo de trastorno mental, siendo la depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento los más comunes. Además, el suicidio es la tercera causa de defunción en las personas de 15 a 29 años.
En Bolivia, la situación es igualmente alarmante. Un estudio realizado por UNICEF en 2022 reveló que ocho de cada diez adolescentes y jóvenes experimentan sentimientos de angustia, depresión y ansiedad. Sin embargo, el 75% de ellos no busca apoyo psicológico, ya sea por desconocimiento, estigmatización o falta de acceso a servicios adecuados.
La importancia del acompañamiento profesional
Martínez explica que una de las razones por las que muchos jóvenes terminan buscando orientación en plataformas digitales como ChatGPT es la falta de confianza y comunicación con sus padres o su entorno cercano. “Esto genera que pierdan la capacidad de buscar ayuda en personas de su entorno y más aún en profesionales (…) Ante esta realidad, confiar en la IA puede implicar serios riesgos, como caer en información genérica que no representa la solución a sus problemas y llegar a autodiagnósticos sin ningún criterio profesional”.
En criterio de la profesional, en la relación entre el profesional en salud mental y el paciente se establecen vínculos que no son posibles con la IA, destacando elementos clave como la empatía, la transferencia emocional en terapia, y la capacidad del psicólogo para interpretar el lenguaje no verbal o signos de alerta que podrían pasar desapercibidos por un algoritmo.
Unifranz: comprometida con la salud mental estudiantil
Consciente de esta creciente necesidad, Unifranz implementó un servicio gratuito de atención psicológica para sus estudiantes. El gabinete ofrece contención emocional y primeros auxilios psicológicos, es decir, intervenciones de corto plazo enfocadas en problemas específicos. En casos que requieren un abordaje más profundo o especializado, los estudiantes son derivados a profesionales externos con los que la universidad mantiene convenios.
La demanda es variada, desde preocupaciones por el rendimiento académico, problemas personales, familiares o incluso laborales. Nuestro equipo cuenta con la formación, experiencia y capacidad para responder a cada una de estas necesidades, afirma Martínez. Además, resalta que poco a poco se va desmitificando la idea de que ir al psicólogo es para “locos”. La sociedad está aprendiendo a valorar el bienestar emocional y el rol del profesional en salud mental.
“No tengamos miedo ni pena de pedir ayuda. Así como nuestro cuerpo físico enferma, nuestra mente también puede adolecer. Reconocer cuándo una situación nos sobrepasa y buscar apoyo es un acto de valentía y de cuidado hacia uno mismo”, finaliza Martínez.