Por Lily Zurita
El puerto de Chancay, ubicado a unos 80 kilómetros al norte de Lima, Perú, está captando la atención de Bolivia como un nuevo y prometedor yacimiento para sus exportaciones. Este megaproyecto, que será inaugurado oficialmente en noviembre, está destinado a convertirse en un nodo clave para el comercio internacional en la región, ofreciendo una alternativa competitiva a los tradicionales puertos chilenos como Arica y Antofagasta.
La directora de la carrera de Ingeniería Comercial de Unifranz, Andrea Cisneros, destaca que Chancay representa una oportunidad sin precedentes para el país, ya que permitirá reducir significativamente los tiempos de transporte de mercancías desde y hacia el continente asiático.
Actualmente, las exportaciones bolivianas a través de los puertos del Pacífico tardan hasta tres meses en llegar a destino, mientras que, con Chancay, este tiempo se reducirá a solo un mes. “El puerto de Chancay se abre a una misión sumamente importante dentro de todo lo que es el comercio exterior”, indica la académica.
Ventajas estratégicas para Bolivia
El puerto de Chancay, impulsado por el gigante chino Cosco Shipping, está diseñado para recibir buques de gran calado con capacidad para transportar más de un millón de TEUs (unidades equivalentes a un contenedor de 20 pies). Este nivel de infraestructura y tecnología, que incluye un sistema logístico automatizado y un túnel de más de mil metros que conecta directamente con las áreas de despacho, lo posiciona como un puerto de referencia en la costa pacífica de Sudamérica.
La apertura de Chancay ofrece a Bolivia una alternativa viable para diversificar sus rutas de exportación, facilitando el comercio de productos clave como minerales y granos secos. Actualmente, gran parte de las exportaciones bolivianas se realizan a través de puertos chilenos como Arica, Iquique y Antofagasta. Sin embargo, la optimización en tiempos y costos que ofrece Chancay podría cambiar esta dinámica en favor de Perú.
“Con la tecnología avanzada que ofrece Chancay, los tiempos de descarga y despacho se reducirán drásticamente, lo que beneficiará a los exportadores bolivianos al disminuir costos logísticos y mejorar la competitividad en el mercado internacional”, señala Cisneros.
Pablo Camacho, presidente de la Cámara Nacional de Industrias, destaca los beneficios del puerto peruano para el sector exportador del país y la importancia de fortalecer la cooperación bilateral entre ambos países para maximizar las ventajas logísticas y económicas que ofrece este puerto.
«El puerto de Chancay representa una oportunidad estratégica que facilita el acceso a mercados internacionales reduciendo los costos logísticos para las empresas bolivianas», dijo el representante de los industriales, luego de una reunión con representantes de la empresa privada china Cosco Shipping, en mayo pasado.
Oportunidades laborales y crecimiento profesional
Además de su impacto en las exportaciones, Chancay también abre nuevas oportunidades laborales para los bolivianos. Según Cisneros, el puerto requerirá hasta 6.000 profesionales capacitados en áreas de logística, comercio internacional, administración, ingeniería comercial y gestión portuaria.
“Las empresas buscan profesionales que dominen el inglés y tengan certificaciones en seguridad y medio ambiente portuarios, además de experiencia en gestión logística. Es una oportunidad única para los ingenieros comerciales de Bolivia”, añade.
Bolivia también ha iniciado conversaciones con autoridades peruanas para facilitar la capacitación de estudiantes en el puerto de Chancay, lo que permitirá a los futuros profesionales bolivianos formarse en un entorno de alta tecnología y aplicar ese conocimiento en otros mercados internacionales.
Un catalizador para la expansión del comercio boliviano
El puerto de Chancay, según Cisneros, no sólo se posiciona como un punto clave para el comercio de la región, sino también como una puerta de entrada para la modernización del sistema logístico y portuario de Bolivia. Con la capacidad de recibir mercancías de Europa, Asia y Oriente Medio, este puerto podría convertirse en el principal hub de distribución para Bolivia, desplazando a los puertos chilenos que tradicionalmente han dominado la escena comercial del país.
“La posibilidad de aprovechar Chancay como un nuevo puerto de salida para nuestras exportaciones abre una era de oportunidades económicas para Bolivia, tanto en reducción de costos como en el acceso a mercados internacionales con mayor rapidez y eficiencia”, concluye Cisneros.
El futuro del comercio exterior boliviano está más cerca que nunca, gracias a la apertura de este megaproyecto en Perú, que promete transformar la manera en que Bolivia se conecta con el mundo, particularmente con países como China y Corea, con los que tiene fluidas relaciones comerciales.