La auditoría forense emerge como un área de especialización para contadores públicos en el complejo entorno financiero nacional. La disciplina se consolidó como una herramienta esencial en la lucha contra la corrupción, el lavado de dinero, el financiamiento para el terrorismo a fin de garantizar la transparencia e integridad en el sector empresarial.
“El principal desafío que enfrenta el especialista en su trabajo diario es prevenir e identificar actos irregulares de fraude y corrupción. Busca el fortalecimiento de las instituciones, contrarrestar los deshonestos sobre la base de la transparencia”, asegura David Carvallo, profesional en Contaduría Pública y actual docente de la materia de Auditoría Forense en Unifranz El Alto.
Bolivia tiene un crecimiento en la demanda de servicios relacionados con la prevención, detección de fraudes. Surgen nuevas empresas y entidades dedicadas a la Auditoría Forense y los profesionales independientes como las firmas especializadas en el área ofrecen servicios a organizaciones públicas como privadas para detectar, prevenir fraudes financieros y delitos económicos.
La auditoría forense se enfoca en la detección y análisis de prácticas fraudulentas en las transacciones financieras y contables de las organizaciones. Los profesionales en esta área se valen de técnicas especializadas, conocimientos profundos de la normativa fiscal y contable para examinar minuciosamente los registros y transacciones financieras para revelar cualquier indicio de irregularidades.
Este año, la especialidad toma aún mayor relevancia ante el incremento de casos de fraude fiscal y financiero en todo el mundo. Organismos internacionales especializados en el combate a esta ilegalidad, como la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados (ACFE), reportan un crecimiento sostenido de los delitos financieros y una mayor complejidad en los esquemas utilizados por los defraudadores. En este contexto, la contabilidad forense se posiciona como una aliada clave para las empresas y las autoridades en la lucha contra la corrupción y el fraude.
El papel del Estado es relevante en el avance de la Auditoría Forense. Entidades gubernamentales como la Contraloría General del Estado (CGE), la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), supervisan y regulan las actividades financieras; y realizan control y prevención de delitos financieros.
Panama Papers
El ejemplo que muestra la importancia de la especialidad es el famoso caso de fraude fiscal conocido como «Panama Papers». En 2016, una filtración masiva de documentos de la firma de abogados Mossack Fonseca reveló un intrincado entramado de empresas offshore utilizadas para evadir impuestos y ocultar activos financieros a nivel global. El análisis forense de los documentos filtrados permitió a los investigadores y contadores identificar las conexiones financieras y desentrañar los esquemas utilizados por personas como de empresas para eludir el pago de impuestos.
«Se han efectuado diferentes tipos de auditoria en áreas de comercio, finanzas e instituciones públicas a lo largo de la historia. Los propietarios empezaron a contratar gerentes a medida que las empresas crecían. Con la separación de la propiedad y la gerencia, los dueños de las firmas acuden a los auditores para que detecten errores operativos y posibles fraudes”, asegura Carvallo.
En el actual contexto, donde la economía y los negocios están en constante evolución, las organizaciones y entidades gubernamentales invierten en profesionales especializados en contabilidad forense. Encuentran en ellos un valioso recurso para proteger sus activos, salvaguardar su reputación y cumplir con los más altos estándares de transparencia.
El incremento en la comisión de delitos financieros en Bolivia y el mundo hacen de la contabilidad forense una herramienta de gran relevancia. Su aplicación minuciosa y especializada contribuye a una mayor confianza en el mundo empresarial y gubernamental. Todo ello está respaldado por el conocimiento técnico y la habilidad analítica de los contadores públicos especializados en esta área.
«La sociedad espera que el Contador Público brinde seguridad necesaria para que los actos de corrupción no se financien, ni utilicen el sistema financiero para beneficios propios, esta rama en el mercado es poco conocida, sin embargo ha sido un campo bastante solicitado en estos últimos tiempos; de acuerdo con lo citado se hace imprescindible no solo estudiar y conocer, también será necesario mejorar las técnicas aplicables a esta rama», afirma Charles Carrasco, director de la carrera de Contaduría Pública de Unifranz El Alto.
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