«Nostalgias de un Gigante Boliviano. La historia del Gigante Manuel Camacho», así se titula la novela del escritor Ariel Beramendi inspirada en la vida de este personaje boliviano, que se hizo famoso por la enfermedad endócrina que lo aquejaba: la acromegalia.
La acromegalia es una enfermedad rara causada por una producción excesiva de la hormona de crecimiento (GH). Se origina por una lesión o la presencia de un tumor benigno a nivel de la glándula pituitaria, la cual produce excesiva hormona del crecimiento, explica Ingrid Alarcón Leyton, médico cirujano y docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“La patología se caracteriza por el aumento de tamaño de ciertas partes del cuerpo como, por ejemplo, las manos, pies, mandíbula y nariz”, agrega.
El Gigante Camacho (Manuel María Camacho) nació en Jaihuayco, Cochabamba, el 5 de agosto de 1899 y falleció en 1953. Fue descubierto en julio de 1923 por el pugilista Luis Ramos.
A sus 24 años este joven cochabambino, que solo hablaba quecha, medía entre 2.14 y 2.16 metros y su peso oscilaba entre 120 y 150 kilogramos, con una estatura que continuaba desarrollándose. En 1943, el gigante medía 2.32 metros.
Sus últimos días los vivió en Buenos Aires, Argentina, a donde había llegado en busca que mejores días. Camacho falleció a los 54 años, con una estatura aproximada de 2.40 metros.
La Organización Nacional de Enfermedades Raras (NORD por sus siglas en inglés), indica que «la acromegalia es un trastorno adquirido poco común, de progresión lenta que afecta a los adultos y se presenta cuando la glándula pituitaria produce demasiada hormona del crecimiento, GH».
La glándula pituitaria es una pequeña glándula ubicada cerca de la base del cráneo, es allí donde se almacenan varias hormonas para después liberarlas al torrente sanguíneo, según las necesidades del cuerpo; estas hormonas se encargan de regular diferentes funciones.
Principales síntomas
Alarcón indica que los principales síntomas que presenta esta enfermedad son:
· Agrandamiento o hinchazón de manos y pies
· Alteración de rasgos faciales, como el agrandamiento de labios, nariz y lengua
· Cambios óseos en la ceja y mandíbula inferior que sobresalen
· Piel gruesa, áspera y grasosa
· Aumento de la sudoración y el olor de la piel
· Engrosamiento de la voz
· Dientes espaciados
· Cardiomegalia
· Lengua agrandada
· Dolores de cabeza
· Problemas de la vista
· Acrocordones
El trastorno podría ser curado con una cirugía de extirpación de tumor a nivel de la hipófisis que aseguran corrige la hipersecreción de la hormona del crecimiento.
Cuando el tumor es demasiado grande, según Alarcón, se puede utilizar medicamentos como los agonistas de somatostatina, antagonistas de la hormona del crecimiento y los agonistas de dopamina.
“La radioterapia es otro de los tratamientos que se puede aplicar, posterior a la cirugía o en caso de que el tratamiento médico no esté disponible”, puntualiza.
La acromegalia y el gigantismo no son lo mismo
La acromegalia y el gigantismo son alteraciones que aparecen como consecuencia de un exceso en la acción de la hormona del crecimiento, pero tienen una leve diferencia. La primera se presenta en la etapa adulta, cuando ya ha cesado el crecimiento óseo; en tanto el segundo se da en la etapa infantil, cuando todavía se está en fase de crecimiento.
Para Alarcón, “al tratarse de una enfermedad que produce excesiva cantidad de hormona de crecimiento se podría decir que se trata de una forma de gigantismo, debido a las características clínicas qué tiene el paciente con el crecimiento excesivo de manos, pies, mandíbula y nariz”.
Se trata de una patología rara, crónica y progresiva qué afecta de igual manera tanto a hombres como a mujeres. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad, generalmente, se presentan a partir de los 30 años y su diagnóstico en muchos casos es tardío, aproximadamente, después de los 10 años de iniciada la patología. Su incidencia no varía según la raza ni etnia.
Pese a que en Bolivia no hay estadísticas actuales, se estima que las cifras sean similares a las de la población mundial, donde su incidencia es de tres a cuatro casos por millón de habitantes, una prevalencia de 50-70 casos por millón de habitantes, indica la especialista.
Complicaciones
Si no se trata a tiempo, la acromegalia puede causar problemas de salud graves:
· Presión arterial alta
· Colesterol alto
· Problemas en el corazón, sobre todo agrandamiento
· Artrosis
· Diabetes tipo 2
· Agrandamiento de la glándula tiroides (bocio)
· Tumores precancerosos (pólipos) en la pared del colon
· Apnea del sueño
· Síndrome del túnel carpiano
· Aumento del riesgo de tumores cancerosos
· Fracturas o compresión de la médula espinal
· Cambios o pérdida de la visión
Finalmente, Alarcón especifica que “el tratamiento temprano de la acromegalia puede prevenir que estas complicaciones se desarrollen o empeoren”.