Un estudio realizado por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) indica que, en Bolivia, el 89% de la población sufre de caries dentales. El país es el segundo en las estadísticas de esta enfermedad, después de Paraguay y antes de Chile.
El alarmante incremento del índice de caries en la población boliviana, particularmente en los niños, causa preocupación entre los odontólogos. Los profesionales demandan campañas de prevención de la salud bucal, dejadas en el olvido como consecuencia de la pandemia.
La vicepresidenta del Colegio Nacional de Odontólogos, Lady Mollinedo, asegura que, hasta ahora, los bolivianos no toman conciencia de la importancia de cuidar sus dientes y asisten al dentista sólo cuando hay dolor. Este comportamiento obliga a los especialistas a actuar tarde y dificulta la intervención por salvar el diente dañado.
“Casi todos tenemos caries porque asistimos al dentista sólo cuando hay dolor y ya es tarde (…). La salud comienza en la boca y si no tenemos una buena masticación, tendremos problemas estomacales; si hay infección, podríamos tener problemas del corazón, una endocarditis bacteriana o pulmonar; o sea, es un todo conectado e integral”, explica Mollinedo. La autoridad participó en la inauguración del segundo congreso internacional de odontología.
Según la odontóloga, solo existen 16 brigadas móviles para todo el país. Estas brigadas, lamentablemente, sólo hacen extracciones: “Debemos apostar por la prevención en el cuidado de la salud bucal impulsadas desde el estado”.
Qué son las caries dentales
Las caries dentales son uno de los problemas de salud más frecuentes en el mundo. Son zonas dañadas de forma permanente en la superficie de los dientes que se convierten en pequeñas aberturas u orificios.
Cuando las bacterias que causan las caries entran en contacto con los azúcares y los almidones de los alimentos y las bebidas, forman un ácido. Este ácido puede atacar el esmalte del diente, lo que causa que éste pierda sus minerales. Con el tiempo, el esmalte se debilita y luego se destruye, y esto deriva en caries.
“Se trata de un proceso infeccioso de microorganismos de la placa dentobacteriana que producen ácidos que atacan al esmalte dental y provocan su desmineralización”, indica Mauricio Lavadenz, director de la Carrera de Odontología de la Unifranz.
Los niños son los más afectados
El problema de caries afecta principalmente a los niños menores de seis años que tienen la dentadura temporal o de leche. “Todos tienen por lo menos un diente o un molar careado”, dice Mollinedo.
“(…) El índice es altísimo. No hay una buena higiene. Vemos niños que a los siete años ya lo están perdiendo, pese a que ese molar es muy importante porque nos da una mejor masticación y oclusión”, indica la vicepresidente del Colegio Nacional de Odontólogos.
Las visitas al odontólogo han bajado
Hasta antes de la pandemia, la población asistía a los consultorios odontológicos de forma periódica para cuidar sus dientes. Hoy las frecuencias han bajado, ahora van más por emergencia. Éste no es un fenómeno que ocurra sólo en Bolivia sino en todos los países del mundo.
“En el Congreso Mundial de la Federación Dentaria Internacional en Ginebra, una de las grandes preocupaciones a nivel mundial es cómo recuperamos a los pacientes, porque ellos sólo están asistiendo a emergencias, si hay dolor sólo van a hacerse tratar el dolor por la emergencia (…)”, puntualiza.
Por ese motivo, los profesionales recomiendan asistir al dentista de forma periódica. Por ejemplo, los niños deben visitar al dentista cada seis meses. En los adultos, la frecuencia varía según el caso y los hábitos alimenticios. Adicionalmente se recomienda una buena limpieza bucal cada año.
Cómo prevenir las caries
Una buena higiene bucal puede ayudar a prevenir la aparición de las caries dentales. Los odontólogos coinciden en recomendar:
Cepillar los dientes con dentífrico con flúor después de comer o beber.
Enjuagar la boca con enjuague bucal con flúor.
Consultar regularmente al dentista
Usar, si se puede, selladores dentales.
Evitar comer o beber con frecuencia.
Consumir alimentos saludables para los dientes.